¡Ah!, Oye Tú.

¡Ah!, oye tú.

Dame el muñeco. Aquí está. ¡Dame mi muñeco! Ya te dije que lo cojas, ten. ¡Que me des mi muñeco! ¿Qué, no lo alcanzas? ¡¡Mamá!! Dale el muñeco. Está bien, aquí lo tienes. ¡No! ¿Qué haces? ¡¡Mamá!! ¡Lo tiró por la ventana! ¡No lo tiré! Aquí está, mira. Me engañó. Qué llorica, ¿no puedes aguantar ni una vez? No jueguen así. No estoy jugando: quiero que me de mi muñeco. Dale el muñeco o te voy a castigar. Mamá, me está viendo feo. ¿Para qué le dices?: ahora me lo quedo. Dejen eso. No puedo voltear en medio de la carretera… ¡Ya basta! Se están moviendo mucho ¡Paren de pelear! Mamá, ¡cuidado!…

Gastón R. Fernández G.

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5 years ago

Hay dos mosquitos que no me dejan dormir; uno está en mi habitación y el otro en mi espíritu.

Revolotean en el <pneuma>, <psique>, <aer> respectivo: el mío y el vacío; muy activos. Si me fío, despectivos, en el frío me comen vivo.

Malditos.

Gastón R. Fernández G.

3 years ago

"No habría hecho esta (carta) tan larga, pero no he tenido el tiempo de hacerla más corta."

("Je n'ai fait celle-ci plus longue que parce que je n'ai pas eu le loisir de la faire plus courte").

Blaise Pascal.

Cartas Provinciales: Carta XVI, 1657.

La estatua, hecha por Augustin Pajou en 1785, se encuentra en el museo del Louvre.

"No Habría Hecho Esta (carta) Tan Larga, Pero No He Tenido El Tiempo De Hacerla Más Corta."

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2 years ago

Meeting her was a heart consuming experience… I used a spoon.

Gastón R. Fernandez G.


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1 year ago

The people all you've spoken to have in your mind combined an intaglio of state semantic statement agrammatic merge in audio vigil visual sigil olio.


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6 years ago

Leukos

Incertidumbre ha habido a su alrededor durante gran parte de nuestro andar, aunque es ejemplo de estabilidad incuestionable. Se distingue su belleza entre sospecha y preocupación que surge sutilmente lúcida a sus múltiples visiones hasta encontrarnos viendo la sabiduría delirante de la naturaleza en ella. Huele el día y busca hibernar en su mente; su pálido resplandor solo se aprecia con magnitud adecuada en la negrura. Sabia y contradictoria ave de pedernal, el reflejo del día le deja salir ante los sentidos. Su finura discreta radica en aprovechar con destreza algo sin tacto ni cautela. Por eso le recuerdo, por su equilibrio en la moderación aguda, no por la firmeza que se advierte con facilidad. La vieja dama de cristal que excita al hombre clandestino entra en las mentes acrecentando la imaginación. Marca su huella en los solitarios emocionados y en los que le miran con pereza, dando confianza o tranquilizando con su propia quietud.

Un susurro de las sombras pide los secretos. Parece de ambos: nos y aquél destello de granito. Pero ese espectro diamantino ya conoce los silencios escondidos con el día y la noche que dormitan con el mundo en el lodo y lo despabilan sin desesperación; es el espejo opaco que los mira sin dueño. Tira de cuerdas que le mantienen como una medida del tiempo que hipnotiza en su mutable beldad. Aprovecha lo que conoce como la lluvia o el fango, tragando el viento en cortas bocanadas intrusas e intentando hacerlo con momentos sin ser descubierta. Nos hace recordarnos, repletos de bondades y maldades que crecen, decrecen, vienen y van; como ella, moviendo con su robustez las abundantes faldas acuosas de la gran madre de hijos sinnúmero.

Gastón R. Fernández G.


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6 years ago

“Cambia el rumbo” / "Change your course"

“Cambia El Rumbo” / "Change Your Course"

“Cambia el rumbo”

Ermitaño y Mercader siguieron una voz reverberando en un viaje de descubrimiento. Ermitaño dejó su hogar hacia la civilización; Mercader llevó lo básico a las montañas. Cruzaron caminos diferentes. Mermitaño tomó la cabaña abandonada; Ercader hizo renombre comerciando en la ciudad. La voz, habiendo regresado, los llevó a un sendero más donde vieron al otro en un charco sin distinguirse.

"Change your course"

Hermit and Merchant followed a voice reverberating on a journey of discovery. Hermit left home towards civilization; Merchant brought the essentials to the mountains. They crossed different paths. Mermit took the abandoned cabin; Herchant became ronowned trading in the city. The voice, back, led them down another route where they saw each other in a puddle without telling themselves apart.

Gastón R. Fernández G.


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2 years ago

I am a mind tsunami.

A

Mind

Tsunami

I

Am

Streaming

Onto

You

Tongue

Tasting

Human

Umami

Amino

Acid

Gastón R. Fernández G.


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5 years ago

Lee como mariposa, escribe como abeja.

5 years ago

Un sábado

No sé por qué siento que el fin del mundo será un sábado, al menos creo que iniciará un día de esos en que se empieza uno a relajar un poco y a sentirse más tranquilo con la estupidez ajena; mi cuerpo ya se lo habrán comido los gusanos y lo habrán cagado dándole más vida a sus larvas o a algunas florecillas o arbustos o cactus o a un árbol que probablemente para entonces ya habrá muerto igualmente y reuniéndose, como hacen con normalidad: usualmente sin malignidad, con el resto de la vida orgánica, un ciclo se completará una vez más; y mis libros, que habrán de ser leídos por muchos ojos, ya habrían de haber sido ese día lo que hubieron habido ser muchos otros en sus fases periódicas de destrucción cinematográfica y olvido público. Aunque, quizás; y en esta opción mi esperanza, enfatizo, recae; tal vez, porque es más posible que las otras, esto, sin explicar ahora, lo insistiré si es necesario; habrá de estar mi obra siendo leída en muchas partes: originales, traducciones y versiones condensadas para normales y los que aprenden a leer en cualquier idioma y ese tipo de cosas que, aunque buenas por su interés, parecen malas a algunos autores; a mí, espero y objeto, ni vivo ni muerto me molestará mucho. Veré sin mi cuerpo a esos individuos con excelsos gustos por la literatura que estén disfrutando mis letras por enésima y última vez en la tierra, además de los que debatan mis obras filosóficas; le habré de proponer a los espíritus de los grandes que me antecedieron y siguieron que hagamos una gran fiesta con sus muchos más lectores y los míos, una vez calmado el alboroto cuando todo acabe, en un lugar neutro para dialogar con los que estarán invariablemente recónditos en el figurativo abajo.

Estornudé un par de veces y mis dedos escribieron esto en automático; en cada estornudo se escribieron muchas palabras y cuando vi la pantalla ya estaba hecho. Al parecer, a mi memoria muscular y algún lugar de mi cerebro les salió un par de estilos, hechos con la facilidad de usar los signos de puntuación después de hacer una prosa de cientos de palabras sin usar ninguno.


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6 years ago

Tráfagos

image

“Dijeron que solamente iban a hablar, que no lo lastimarían”, lloraba la chica del mensaje.

“Me vendiste”…

Ya sin fuerza, dejé caer el martillo ensangrentado. No debí confiar en tener todo bajo control. La noche anterior, salí de juerga a trabajar un poco; se vende muy bien en los antros y si tienes cuidado, trabajo y placer se pueden juntar sin problemas. Esperaba a una muchacha que me había comprado un poco cada semana desde hacía alrededor de tres meses; además de, ocasionalmente, terminar en mi casa. A la 1:00, me envió un mensaje con la información de una fiesta en busca de ampliar su horizonte recreativo. Prácticamente había vendido todo, pero la dirección estaba en zona de ricos y el dinero nunca está de más. Fui a mi apartamento a abastecerme, no sin antes alejar a algunos mendigos desequilibrados con pinta de normales que de vez en cuando se acercan. Hacia la 1:35, llegaba a la casa. Había mucha gente: algunos conocidos de situaciones similares, varios rostros de influencia, mucha pasta. Me recibieron expectantes encabezados por la hermosa joven dándome un fajo abultado de billetes. Le pasé varias bolsitas llenas para repartir. Después de un buen lapso en aquella reunión llena de deleites, me ofreció un poco por enésima vez, más sugerente. Debí rechazar; llevaba no más que unas cuantas cervezas y es mejor seguir siendo profesional pero, desde su boca, la relajación se volvía necesaria.

“¡Venga acá!”, respondí. Por un largo rato, psicoactivos se mezclaron con los sentidos hasta perderse en agasajes impulsados. Parpadeé y al abrir los ojos, la gente se iba. Los restantes me atacaron y sentaron a la mesa. Entendí lo fundamental entre lo que decían:

“Te nos escapaste por mucho tiempo… Desde ahora únicamente nosotros vendemos… Nos vas a decir quién te lo proporciona... El barrio manda… Te cargo la mierda…, etc.”. Reí y me golpearon con un arma mientras se disponían a quebrar mis dedos con un martillo.

“¡Está bien! Les digo. Ya basta. Les digo”…

“Me obligaron a hacerlo. Perdóname”.

“Sáquenla de aquí”, dijo el del martillo golpeándolo en la mesa. Gracias a su distracción, se lo arrebaté y, justo antes de romper su mano, le di con fuerza en la cabeza a quien me detenía por los hombros. Me descubrí disfrutando de la borrosa escena en que eliminaba cualquier cosa amenazante. Destellos de nitidez llegaron cuando salpicó mi rostro la sangre de una obra de arte que alguien no tan fuera de sí, probablemente, nada más podría ver como una pulpa de carne; hasta que un estruendo me trajo con dolor a la claridad completa. Mi agridulce perdición temblaba desde una esquina con el barril humeante de la pistola señalándome el estómago. Me acerqué unos pasos hacia ella y, con ojos desorbitados de miedo y frustración, disparó dos veces más. Cuando pronunció sus últimas palabras: “Sólo tenías que cooperar”; le lancé el martillo, lo desencajé de su bella frente, besé su cerebro y salí por la puerta principal.

El sol se asomaba iluminando el rocío en las hojas de pasto del pequeño jardín. Las aves no gorjeaban cerca, pero ante los insectos capataces que señalaban el inicio de jornada a los trabajadores que se despedían de sus diminutas pero numerosas familias; elefantes sonrosados y dragones extravagantes, al bailar en lugar de pelear, terminaron en canto alternante de rojo y azul.

“Qué bella mañana”, pensé al sentarme desangrándome en el pórtico.

Gastón R. Fernández G.


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Nuntius mentis

Gastón Fernández III. Litterae, philosophia, ars, fabula et scientia. Instagram: @gastfern Twitter: @Gaston_III Cualquier imagen, video, o demás publicación, en parte o completa, que sea de su propiedad intelectual o de uso, o que crea que infringe alguna ley, y quiera que lo quite: por favor, hágamelo saber. Any image, video, or other publication, in part or complete, that is of your intelectual property or use, or that you believe to violate any law, and want me to remove it: please let me know.

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