Sam Haskins 

El problema de la sociedad colombiana.

Uno de los propósitos del sistema económico en el que vivimos, es convertir a las personas en consumidores, en zombies. Es por eso que el pensamiento crítico no es tan popular hoy en día, y es que importa más el «outfit» que los libros. Por obvias razones al sistema no le conviene que la gente piense o se pregunte. Ya que si pensamos de manera crítica nuestro consumo, nos daremos cuenta que detrás hay vacíos emocionales que llenar, un ego que alimentar, una apariencia y estatus que mantener, ¿pero qué fin tiene esto? ¿Cómo el ego hace que una sociedad progrese? Realmente debemos ser más concientes acerca del hecho de que somos muy fáciles de ser manipulados, de que nos inoculen inseguridades, falsos ideales de éxito, promesas de felicidad; solo siendo críticos respecto a nuestras acciones como individuos, produciremos un cambio significativo en nuestra sociedad.

“Collective fear stimulates herd instinct, and tends to produce ferocity toward those who are not regarded as members of the herd.” ― Bertrand Russell

Te pierdes demasiado

Hahaha, no es mi intención hacerlo, perdón. :(

El miedo de lo demasiado tarde

Confort.

Nos acostumbramos a nuestra cotidianidad y perdemos el asombro por la vida: la extraña situación de estar vivos, siempre parece tener un costo. La identidad es algo frágil. Muchas personas no cambian de vida porque no tienen la capacidad de ser alguien más. Pero tú eres diferente, porque sin un padre que te enseñara a existir, sólo te tenías a ti. Mamá andaba muy ocupada con sus botellas y esas pastillas blancas... ¿amarillas? La sangre de aquella noche, no tenías a un padre para enseñarte a desintoxicar a mamá, o a quererla. Estabas solo, o bueno, siempre hubieron monstruos. El más grande: aquella noche donde mamá dejó de existir. No tenía un padre para que me enseñara a comprenderlo. Tuve una cruda revelación de la vida, ¿o la muerte? En realidad son lo mismo. Existir es eso que hay entre nacer y morir ahogado en whiskey. Yo hago lo propio. Existo hasta morir ahogado entre este mar de fantasmas que reclaman mi alma por no ser un niño bueno. Pero es difícil ser uno cuando tu papá se quita la vida y te deja desnudo ante tu condición humana.

Las calles pintadas de luna

He bacame the machine :v

Herbie Hancock trying to figure out how to fix a mixer, c. early 80s.

" 'Cause I illuminate the room just enough to watch you" PVRIS - White Noise

"Rabbit of Seville" (1950)

La cara débil de la amabilidad.

Somos amables por conveniencia. Incluso la persona más envidiosa, narcisista o egocéntrica necesitan de los demás para validar su identidad: nuestra vida cobra sentido por los otros. Solo podemos vernos reflejados a través de una idea de «individuo» cuando las otras personas nos dan confirmación al respecto; alguien que viva aislado de la humanidad no es ni persona ni individuo, sino un animal pero sin un nombre propio. Si entendiéramos a profundidad lo conectados que estamos con los demás, llegaríamos a la conclusión de que muchos formamos uno, y así como nos preocupamos con excesiva vanidad sobre nosotros, deberíamos de importanos por los demás. El clasismo ha sido una ideología que usa el neoliberalismo (sistema económico que instrumentaliza la democracia en pro de la economía) para encacillarnos en una etiqueta, en una tribu. Como si las personas que son diferentes a nosotros fueran nuestros enemigos. Nos marcan con una de idea de vida en la que yo y unos pocos somos dignos de vivir, todos aquellos que no cumplan con los requisitos son inferiores, son enfermos y locos. Como aquellas personas que van a misa los domingos pero maldicen a los protestantes por sus creencias, que en términos generales no difieren mucho. Así nos comportamos en las diferentes situaciones de nuestra vida. Nos hacen creer parte de una tribu exclusiva, económica, ideológica, artística, etc, y en realidad somos borregos manipulados por los verdaderos favorecidos de estas discusiones tan estúpidas.