KHR AU

KHR AU

Voy a culpar a Shamal de esto.

Va a negarlo todo con firmeza e indiferencia, luego en privado va a investigar y experimentar como un hombre aburrido al que le carcome que algo desconocido se formará por cosas en sus manos para cambiar de los resultados de un examen a otro a un investigador comprometido con algo completamente extraño y posiblemente mortal que podría ocasionar que toda la fuerza de Vongola cayera sobre su cabeza por si algo le pasará al Décimo Vongola.

Ahora está completamente asustado y abatido observando la escena que fue provocada por resultados completamente no mortales pero poco positivamente normales del comportamiento.

- ¿Qué le hiciste al heredero de Vongola?

La muerte trepó por su columna y apretó sus hombros, cantando en su oído los caminos por los que lo acompañaría luego de ser torturado por el hitman que tenía delante.

Hombre que no estaba para nada contento de que su alumno escurridizo y sumiso ahora se resistiera a él, le hiciera frente y explotara con un carácter completamente desconocido.

Su mirada dirigida hacia Shamal bien podría rivalizar con las películas de género de terror.

Tsuna completamente enamorado de Hibari, despierta con ojos bañados en atardeceres desconocidos, persiguiendo a una Nube que no quiere saber nada con un herbívoro a medias, y que se encuentra furioso por el tacto, la cercanía, el ruido constante y el desastre que trae la simple presencia de Sawada Tsunayoshi, más el comportamiento extraño.

Aunque ahora se le abalanza para encontrarse en peleas como Hibari así lo ruge ante la frustración, aunque en un lapso de tiempo comienza a desconcertarlo por completo. Alejando a su manada, respondiendo al bebé, verdaderamente apartarse de las palabras y cayendo directamente en el combate.

Este Sawada Tsunayoshi… es extraño.

Si bien su desordenada y caótica vida es desesperante, su persona en momentos de crisis es alguien a quién respeta sin importar nada más. Ese comportamiento irritante de niño miedoso que mantiene incluso ante matones a pesar de ser una fuerza a tener en cuenta, es irritante, pero cuando la piel de oveja cae… es una escena fascinante de ver.

Esa mirada fría y certera, esos movimientos fluidos y duros. Esa determinación de interponerse incluso entre un enfrentamiento mortal entre otros herbívoros, era excitante.

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3 years ago

¿Qué tal meter a Sung Jin Woo en el mundo de Marvel?

¿Qué tal y resulta que no seria el único monarca allí?

¿Qué se supone que significa que existan los héroes de comics? Vamos, él no entiende mucho de eso.. quizás.


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1 year ago

La influencia exterior devorando el destino de un sólo ser. Borrando todo y reescribiendo a su antojo.

El Héroe del Hacha.

No creo en los finales felices.

El cuervo lo devorara una y otra vez.

Something about the slow ride towards the becoming a monster

Something About The Slow Ride Towards The Becoming A Monster
Something About The Slow Ride Towards The Becoming A Monster
Something About The Slow Ride Towards The Becoming A Monster
Something About The Slow Ride Towards The Becoming A Monster

You are the taxidermied fox you saw in your father's living room.

You are the long black night among the pines and gloom.

You are the embodiment of humanity and death and life.

A bundle, a quilt, a mosiac of everyone you ever loved; whoever gave you strife.

Please reblog took a long time with this ^_^


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3 years ago
Sus Ojos

Sus ojos

La reunión convocaba a todos los aliados de Vongola, entre los cuales obviamente incluía a los guardianes de la décima generación y a su adorado jefe.

Allí también se encontraba Varía, Shimon y el grupo de ex Arcobalenos.

El castaño con apariencia de adolescente, pero con más de veinte años, se encontraba algo adormilado gracias a sus guardianes.

Quizás más que de costumbre en esa ocasión.

Pero allí estaba, presentable y sonriendo feliz a sus guardianes e invitados.

Porque debía comportarse como un jefe de la Mafia y no mortificar a su familia o amigos.

- ¡Bienvenidos! - Recibía con sonrisas algo cansadas y abrazos cargados de felicidad, porque el poco descanso en su sistema no podía lograr quitarle el que estará contento por ver de nuevo a quienes eran parte de su gran y extraña familia.

#$&¤&$#

Más luego del desayuno, el cual todos tuvieron que comer ya que los que vivían en la mansión aún no habían tenido el debido tiempo.

Pudieron llevar a cabo la reunión por la que todos se encontraban ese día en el mismo sitio.

Algo que sólo significaba desgracia y mucho papeleo para los jefes o jefe, y generalmente dueño de la mansión.

Tsuna encabezaba la mesa mientras observaba a los guardianes de su primo, Varía y a los suyos, pelear e insultarse verbalmente entre ellos y apunto de lanzarse las sillas a la cabeza.

La sala estaba llena de gritos y maldiciones y una que otra mala palabrota pero ¿Qué más podía esperar de todos ellos juntos?

¿En el mismo día?

¿En la misma sala?

La vena en su frente estaba a punto de explotar y sus dientes chirriaban de lo mucho que los apretaba.

Observaba a Xanxus con su ceño fruncido el cual le devolvió la mirada sin demoras.

Dentro de todo Enma no debía de preocuparse por sus guardianes, siquiera Dino debía de preocuparse por sus subordinados.

Sólo parecían ser Varía y Vongola.

Xanxus y él debían de tener alguna mala suerte encima para que eso sucediera en cada reunión.

- ¡YA CIERREN SUS ESTÚPIDAS BOCAS, BASURAS! - Finalmente explotó su primo, adelantándose como siempre.

- ¡VOOOOOOY!, ¡CIERRA TU LA BOCA, ESTÚPIDO JEFE! - Lo peor de todo era que si se sacan de lugar ellos, les responden de vuelta de alguna forma.

Squalo se había puesto de pie y apuntaba con su espada a Xanxus quien sacó una de sus pistolas de su chaqueta y le apuntó a la cabeza.

- Te verías mejor con un agujero en la frente, bastardo. - Arrastró entre dientes sonriendo macabro.

Todos parecían haber usado aquel acto para comenzar las demás peleas, ya fueran entre sus guardianes o con los otros.

Dentro de todo Shimon y Cavallone se mantenían al margen de todo.

Y Tsuna, bueno, él tenía sueño y nada de eso le causaba gracia.

Su humor se disparaba últimamente y no podía controlarse debidamente, por lo que terminaba explotando muy feo.

Hasta él mismo lo admitía.

Aunque en ese momento estaba en total silencio con las manos cruzadas entre sí apoyando los codos sobre la mesa y la cabeza sobre sus manos.

¿Debería de congelarlos a todos?

¿O perdonarles por esta vez?

...

Al diablo con la paciencia.

- ¡Quiero que-

Más sus palabras fueron cortadas en un segundo, mientras algo de aire se escuchaba siendo liberado y todos los presentes voltearon a ver al Cielo.

Sorprendidos y otros asustados observaron la nube de humo de color lila en el lugar donde debía de estar su Cielo.

- ¿Tsunayoshi?

Más la respuesta no llegó.

Fue en ese momento en que a algunos se le volvió la mala experiencia de la bazuca descompuesta, en la que Tsuna desaparecía y ninguna versión suya del futuro aparecía.

¿Esta no era una de ellas.. O Si?

#$&%&$#

Tsuna suspiro y espero a que sucediera lo que debía de suceder.

Una nube de humo violeta que apareció de la nada a su alrededor tenía explicación.

Había una santa explicación.

Y realmente estaba agradecido con quien le hubiera disparado la bazuca en el pasado porque sino sus guardianes lo hubieran pasado muy mal.

Cerró sus ojos con dolor al pensar que sólo serían cinco minutos, Dios como le gustaría que fueran más.

Necesitaba dormir, no se podía tolerar ni él mismo desde hacía ya unas cuantas semanas.

Estaba tan cansado.

- ¿Tsuna?

Escucho su nombre y abrió sus ojos con cansancio, sin realmente prestar atención a quién le llamaba.

¿Qué?

Por más que lo hubieran llamado por error o por alguna pregunta él estaba en todo su derecho de seguir cansado.

- ¿Qué está sucediendo..? - Terminó su pregunta apenas, porque sus ojos perdieron todo cansancio cuando no entendió lo que estaba observando.

Sus ojos se encuentra con rostros que comparten muchas similitudes con quienes forman su gran familia.

Rostros sorprendidos y desorientados le devolvía la vista.

- ¿Tsuna..? - Hasta que una voz salió de uno de ellos, quien le había llamado le robó la atención y casi podría sonarle a..

- ¿Yamamoto..? - Parecía él realmente, pero tenía la voz ligeramente diferente.

Su rostro parecía el mismo, aunque se veía diferente.

Y parece que acerté, porque su expresión cambió un poco más.

- ¿Décima?

Definitivamente le iba a dar un paro.

#$%&^&%$#

Bien, estaba bien.

Tenía sueño y estaba muy intolerable.

Seguramente se había dormido en medio de la cena.. Aunque eso seguramente fue muy descortés de su parte.

Apretó un poco su cabeza entre sus manos intentando despertarse de todo ese loquero.

Pero no lograba nada más que sentir todo el picante e incómodo silencio que mantenía con quienes, él mismo asumió, eran las versiones del sexo contrario de su familia.

¿Qué clase de cosa comió para tener un sueño así?

- Eh.. ¿Décimo..? - Levantó su mirada de entre sus manos y observó alrededor prestando toda su atención, su intuición le daba el pésame. No era un sueño.

- Tsuna, creo que te volviste hombre. - Yamamoto habló tras el.. La que yo asumí era Gokudera.

Sonreí un poco ya resignado, necesito silencio y abrazar a Kyoya.

- Eh, sí… No soy de aquí, podrán entender, soy de otro universo, no sé qué pasó con.. - Pensé en que me llamaron "Tsuna" pero eso no implicaba que necesariamente mi contraparte de este universo fuera mujer, ese apodo no me ayuda. - Su 'Tsuna'. - Hasta le sabía extraño hablar en tercera persona.

- A sí, eso explicaría bastante. - Gokudera llevo una de sus manos a su rostro y me observó fijamente un momento, casi podría decir que era muy diferente de mi Tormenta. - Pero sigue siendo adorable, no importa que versión.

No, retiro lo dicho, ¡Es igual!

Me termine avergonzado y escondiendo mi rostro entre mis manos de nuevo.

Escuche la risa despreocupada de Yamamoto mujer y muy seguido los gritos de Gokudera mujer.

Hay diablos, quiero de vuelta mi caos normal.

Una mano se posó en mi espalda y dio un par de caricias consoladores.

- Jef..e..

Levanté la vista de nuevo al escuchar una voz más profunda que las de Gokudera y Yamamoto.

- ¿Chrome..?

- Eh, sí Jefe..

Suspire sin poder evitarlo, la versión hombre de Chrome era muy apuesta.

- Te ves muy bien. - Le sonreí antes de dejar que mi cabeza caiga de lado sobre la mesa.

- Usted también se ve muy bien décimo. - Gokudera saltó de inmediato tras escucharme a lo que sólo pude sonreír, son muy similares a mis elementos pero son más tranquilos.

Una puerta se azotó no muy lejos de la mesa, hay.. Era demasiado bueno para ser verdad.

- ¡Tsunaaaaaaaa! - Levanté la vista ante la familiar energía, y me encontré con una mujer que llevaba una camisa amarillenta apretada y algo.. bastante abierta en la parte superior. Me miro extraña por un momento antes de acercarse. - Te queda bien el corte Tsuna.. Perooo.. No es tan extremo como antes.

Ah, sí, Ryohei.

- ¿¡Qué acaso no ves que no es la Décima, torpe!? - Hay no, no otra vez.

- ¿A sí? - Se me acercó demasiado para mi propio bienestar de las últimas semanas y me observó frunciendo la mirada. - Pero sigue siendo tan bonita.

Qué vergüenza, maldita sea.

- Yyyy ¿Cómo te llamas, Tsuna no Tsuna? - Ryohei sin pena continuó observandome de cerca y me pregunto sin miramientos.

- Tsunayoshi. - Respondí y observé su rostro más relajado.

- Ah, no es muy diferente de Tsunami. - A Tsuna casi le pareció cómico, casi.

- ¿Tiene hambre Décimo? - Gokudera se acercó y me sonrió encantadora, ¿Sus nombres también serán parecidos a sus versiones de mi dimensión?

- Eh, no, acabe de desayunar, gracias. - Ya no sé si quiero irme o no, ¿Prefiero que toquen mi últimamente caótico carácter o que me averguiencen con cualquier pequeño comentario?

- ¿De casualidad la bazuca está funcionando mal? - Chrome llamó mi atención nuevamente por lo que volví a observarlo.

- Si soy sincero, - Suspire ante los cuatro pares de ojos que ahora me observaban un poco más interesados, ¿Querían que me fuera? - No creo que haya sido la bazuca.

La puerta de antes pareció cerrarse porque ahora volvía con el gran ruido a abrirse.

Por Dios ¿Qué sucede con las entradas dramáticas?

- ¡Tsuna - Neeeeee!

Esa persona era definitivamente un Lambo mujer, vestida con una poco indiscreta camisa de estampado de vaca.

Corrió toda la habitación sin parar por nada y se lanzó sobre mí en un abrazo que casi nos tira al suelo con silla y todo, le devolví el abrazo a la pequeña Lambo de, creó, quince años.

Pero bueno, no está tan mal.

- Ehh.. ¿Hayame? - Levanté mi mirada ante el comentario extraño de la Yamamoto, quien miraba a Gokudera y acababa de decirle Hayame. ¿Ese era su nombre? - Tsunami.. ¿No debería preocuparnos? - Vi a Gokudera palidecer.

¿Acaso mi versión 'Mujer' según la forma de Lambo de llamarme, estaría muy asustada por ver la versión hombre de sus elementos?

¿Lloraría demasiado?

Ahora recuerdo que no sólo estaban mis guardianes sino que también estaban los Arcobalenos adultos, lo cual a lo mejor aquí aún no pasó, la familia Cavallone, la familia de Enma, los Varia y prácticamente su Nube que era una bomba de tiempo.

Si, no la culparia si se desmayara por ahí.

Volví a la realidad y pedí un pésame por Tsunami.

Justo cuando vi a Gokudera mujer voltear lentamente a verme.

Parecía un poco demasiado alterada aunque aún no esté gritando.

- ¿Tus guardianes tienen seguro de vida, Décimo..?

Apenas apreté mis ojos de la sorpresa.

¿Qué..?


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3 years ago

Fight fell [KHR]

(Escenas escritas para una parte 2 de una historia de wattpad que había escrito y se llama: Nuestro adorado cielo)

Cuidar de este chico no va a traer buenos resultados.

Ése había sido el pensamiento del Hitman, ex arcobaleno del sol.

Antes de que todo esto comenzará.

Antes de que todo este problema comenzará.

^#&*&#^

Le extrañaba verlo con esa apariencia o bueno no tanto si pensabas que estuvo encerrado en un frasco por unos años.

Aún así, según él, era irresponsable dejarle para cuidar a ellos a ese monstruo.

Pasara el tiempo que pasará.

Tuvo que apretar su puño para alargar esa poca tolerancia que tenía, para asombro de muchos.

Tenía que dar el "magnífico aviso" de su nuevo huésped, y aquellos incompetentes niños de jardín no podían quedarse quietos y en silencio por unos miseros minutos cuando estaban en una misma habitación.

Respiro profundo y observó por un segundo a su estudiante que estaba observando a sus propios guardianes con algo de pánico.

Si bien ese chico era el único candidato que pudo aparecer no se había comparado con el gran Cielo que habían...

Entrecerró sus ojos al pensar aquello.

Eso no importaba.

Carraspeo su garganta, sabiendo de antemano que aquello no llamaría la atención de aquellos incompetentes.

De un movimiento veloz de los que se conocía al Hitman número uno del mundo, tomó su arma y apuntó al techo disparando una sola bala lo cual provocó que el sonido retumbaba en toda la habitación.

Logró que todos voltean a observar en segundos con esa desfigurada expresión de temor palpada en sus rostros junto con la palidez apoderarse de sus cuerpos.

E incluso Mukuro y Hibari..

La expresión misma del terror.

Una de la que lastimamente no podría ser causante.

Y eso daba terror.

En ese instante se volteó sobre sí mismo apuntando a lo que antes le había estado dando la espalda como ignorante, palideciendo al instante como si hubiera visto un fantasma.

- Ya despertaste, ¿Te sientes bien? - Yurikiri habló entre medio de todo el silencio con el recién llegado, ignorando olímpicamente el hecho de que sus guardianes palidecieron de un segundo a otro y no pudieron reaccionar adecuadamente.

Ante aquella persona aún desconocida para él.

Un convicto de Vindice.

Aquello era lo único que sabía de él.

Una pálida mano era lo único que servía como apoyo a un flojo, delgado y a simple vista frágil cuerpo de lo que parecería ser un muerto en vida.

Vestido solo con una camisa a la cual le faltaban los primeros dos botones con manchas rojas transparentes que se mezclaban con el tono gris de la propia prenda, y unos pantalones negros que se notaba a leguas que estaban muy desgastados por el uso que le dieron.

Descalzo y con una mirada perdida en algún sitio lejano.

- ¿T-Tsuna?..

- Tsunayoshi...

Unos ojos perdidos que no parecían querer volver.

-*~*-

Los guardianes sólo reaccionaron a sacar sus armas en cuanto esa presencia aterradora había salido de la habitación en compañía del jefe de Vongola.

No pudiendo entender lo que sucedía.

- ¿E-ese... era... Juudaime?

Incluso las palabras parecían borrarse del sistema.

- Se encontraba... en Vindice...

- Esto es temporal.

Todas las miradas cayeron sobre el Hitman al escuchar su voz tan seria.

Aún así ninguno tuvo el tiempo de realizar alguna pregunta a ello.

- El lugar en que lo mantenían encerrado ya no está en condiciones, - Observó a cada uno endureciendo su rostro al recordar la poca información que le habían brindado. - por lo tanto se quedará con nosotros, a más tardar un mes, hasta que resuelvan el problema.

No se oía ninguna protesta por el hecho de que aún la noticia estaba siendo digerida.

¿En verdad... él era Tsuna?

#*$/^\$*#

Había tomado del brazo derecho pálido, frío, casi inerte de aquella persona quién aún no conocía.

No sabía quién lo había guiado desde la enfermería de la mansión hasta donde ellos estaban.

Porque el lugar era verdaderamente grande.

Incluso él se perdía aunque fuera su casa, a palabras de su tutor.

Ahora lo llevaba hacia el comedor del lugar porque esa palidez y delgadez decían todo.

Más el contrario la pregunta que le había hecho antes al verlo despierto no había sido respondida, incluso ni le dirigía la mirada.

Era como si lo ignorara.

Pero no se negaba a que lo ayudará a caminar o que lo guiará a algún sitio que desconocía.

Simplemente se dejaba jalar caminando con pasos torpes que no se le enredaban entre sí o eran arrastrados.

Era triste verlo de aquella forma.

No quería ni pensar en qué clase de lugar había estado viviendo.

Lo único que sabía de él era que "Es un convicto de Vindice" fuera lo que fuera eso y que se llamaba "Tsunayoshi", según había escuchado decir a Mukuro.

O tal vez no era su nombre y sólo lo llamaban así.

Fuera como fuera debería preguntárselo a él para saber, parecía haber una historia detrás.

Pero por el momento lo llevaría a probar alimento.

Llegaron finalmente a las escaleras.

Por lo que rodeó la espalda ajena con su brazo izquierdo y llevó a sus propios hombros el brazo derecho del otro, ayudándole poco a poco a bajar las escaleras.

No podía cargarlo en su espalda porque por más que fuera delgado él mismo podía apenas con su cuerpo.

A la mitad de las escaleras unos sirvientes de la casa lo vieron y subieron las escaleras para ayudarle hasta que le vieron el rostro al chico pálido.

Quedaron petrificados e incluso algunos se apartaron temerosos.

Era muy extraño por lo que cuando iba a preguntar salieron disparados hacia algún lugar.

Dejando que terminara la tarea que comencé sólo.

Llegando al final de las escaleras y caminando hacia el comedor.

¥₩%¤%₩¥

Todas las actitudes eran extrañas.

Las de sus guardianes, la de su tutor, la de los trabajadores de la mansión, todo era extraño.

De algo no estaba enterado.

Había ayudado al castaño pálido a sentarse al lado de él en una de las sillas de los costados de la enorme mesa.

Y las cocineras habían preparado el almuerzo y lo habían servido a lo largo de la mesa.

Sus guardianes y su tutor comían, pero con un comportamiento extraño ante sus ojos.

Él intentaba comer, pero apenas girando su rostro notaba que el muchacho pálido no comía y sólo observaba el suelo evitando las luces y la iluminación que entraba de afuera a través de las ventanas.

No comía y eso me preocupaba.

- Oye, ¿Cómo te llamas? - Intenté preguntarle sintiendo los saltos de sorpresa de algunos de mis guardianes en la mesa por romper el silencio incómodo que intentaban mantener.

Pero sólo recibí silencio de su parte.

- Yo me llamo Omoga Yurikiri. - Intenté presentarme al no tener ninguna reacción del contrario y continuar hablando con voz tranquila.

Pero sólo recibí la misma respuesta.

El silencio.

Mordi la piel dentro de mi mejilla sintiendo remordimiento por ello mientras observaba mi propia comida.

Ya ni siquiera tenía ganas de comer.

Mordí más fuerte la piel y apreté mis puños debajo de la mesa, no sabía porque pero me sentía inútil.

En un segundo me asuste al sentir una fría mano posada en la mejilla que mordía con fuerza.

Me precipité a voltear hacia mi izquierda, hacia el chico que era dueño de la fría mano el cual me observaba sin expresión, y con sus ojos perdidos.

La otra mano de él se movió lenta y de forma extraña hasta una de mis manos que apretaba con furia y la acarició de forma torpe y lenta.

Parecía perdido, ausente pero aún así ¿Sentía el dolor ajeno?

Voltee a ver a quienes son mis familia ahora encontrándome con que todos habían alzado sus armas hacia el chico a mi lado.

Observando alarmados sus movimientos.

En cambio volviendo a ver al castaño, esté simplemente los ignoraba dando caricias en donde yo ejercía dolor físico.

Era un muchacho extraño.

Afloje mi agarre cediendo a aquellas cálidas caricias.

¤~%¥%~¤

Era extraño pero terminé dando de comer al muchacho, que creo es más chico que yo.

En su comportamiento entendí que ya no sabía manejar sus manos y recordando las escaleras, tampoco sus pies.

Por lo que opté por tomar una cuchara y darle el puré de papas como si fuera un niño.

Y sorprendiéndome a pesar de mostrarse fuera de la realidad, del contorno, perdido, se dejaba hacer, se dejaba alimentar incluso más cooperativo que cualquier niño.

No decía una sola palabra, no se quejaba y no pedía más, simplemente esperaba en silencio a que le llevará alguna otra cosa para ingerir.

Incluso llegó a pensar con terror que si le diera una cucharada de clavos el contrario se la tragaría.

Fue horrible pensar aquéllo.

Pero estaba creyendo que el otro, por la forma de obedecer sin rechistar y en silencio, era capaz de dejarse mutilar.

#$&*&$#

Me.. ahogó..

Me.. ahogó..

El aire.. es muy liviano.. no puedo... respirar bien...

¿Qué.. sucede?

¿Dónde.. ésta el agua?

¿Qué es.. esto?

£¥₩¤₩¥£

- Tienes que permanecer acostado y comer suficiente para recuperarte. - Habló el peli negro terminando de tapar al castaño con las mantas en aquélla cama.

El contrario simplemente observaba el vacío llegando a sorprender al jefe al de repente extender un poco su mano de la cama casi queriendo alzarla hacia el techo.

- Gao. - Un ruidito provocó que el de pelo negro perdiera su concentración del techo, creyendo que allí es hacia donde el contrario quería llegar, para que observara nuevamente la cama pegando un sobresalto al distinguir un animal de fuego justo al lado del castaño.

- ¡Wua! - Y cayendo al suelo de trasero sorprendido.

- Gao. - El pequeño y sorprendente animal de fuego se pegaba a las mejillas del castaño dando mimos y ronroneos a aquél rostro inexpresivo sin llegar a dar incentivos de estarse quemando. - Gao.

Un portazo repentino provocó otro sobresalto y un pequeño paro cardíaco en el peli negro.

- ¡Yurikiri!

- ¡Jefe!

- ¡Yuri!

Provocado por sus guardianes y tutor quienes entraban a la habitación armados y listos para atacar cualquier objetivo y amenaza contra su jefe.

Sólo observando un pequeño león de fuego parado frente a la cama en la que estaba el castaño observando el techo mostrando los dientes al sentir tanta amenaza hacia su dueño.

Advirtiendo que no se acerquen o los atacara.

- ¿Qué sucedió aquí? - Preguntó furioso el se sombrero apuntando con su arma hacia el animal hostil.

Atento a cualquier movimiento en falso de aquella criatura enlazada con una bestia incontrolable cuya cantidad de poder es desconocida.

¥₩%¤%₩¥

Se habían ido de la habitación luego de cerrarla con llave, de parte del patilludo, hacia la oficina del peli negro.

Quien estaba enfadado y extrañado de todo aquéllo.

Incapaz de saber porque no querían contarle todo lo que sucedía.

Al menos alrededor del chico pálido.

Si bien sólo era un niño quien había vivido una vida normal y de la nada era una persona importante del bajo mundo.

Porque un anillo brilló en sus manos.

No lograba entender nada.

Y a pesar del miedo no quería ser una persona ignorante sobre todo lo que sucedía, por lo que se hartó de estar en silencio.

- Reborn. - Preguntó ya cansado y decidido en preguntar, llamando la atención del Hitman el cual estaba perdido con la mente en algún lado al igual que los otros guardianes presentes. - Soy el único que no entiende del todo lo que sucede.

El mayor simplemente lo observó serio, al muchacho no debería importarle que le suceda a aquella cosa.

No lo conocía y tampoco tenía nada que ver con él.

No afectaría en nada el que conviva por quizás menos de un mes con el castaño.

Claramente si esté no lo ataca.

Ya que una vez vuelva a Vindice no lo volvería a ver o a tratar con él.

Era muy simple.

Y era verdad si quería hacerlo un buen mafioso, un buen jefe de la mafia debía informar de todas las cosas oscuras que atraía la mafia y de las cuales no podría huir.

Y él siempre pensaba que había que estar preparado.

El niño debía de estar preparado.

- Bien, te contaré todo.

Y con eso la historia debía seguir continuando.

__________________

- ¿Quién es exactamente?, - Alzó una ceja el patilludo, casi con rabia, al preguntar al aire, o quizá a sí mismo, aquélla pregunta. - El Décimo Vongola. - Contestó casi queriendo apurarse e irse, fundido en recuerdos, quizá.

El más pequeño de la sala, el que no tenía idea, de nada más que el lugar desconocido del que venía el castaño, sintió en ese instante, que el pecho se le cerraba, del impacto de la no tan delicada respuesta dada.

- ¿Qué..? - Fue la sorpresa soltada que pudo formar con el aire que se le escapaba.

¥₩¤$&*&$¤₩¥

Me.. ahogó.

Me pica.. mi cuerpo.

¿Qué.. es esto..?

Muevo mi mano.. y logro sentir algo suave bajo ella, no puedo tomarlo, pero está frío.

- Gao.

Escucho ese sonido y se me hace tan conocido.

No logro ver bien, mis ojos no quieren enfocar, sólo me dejan ver todo borroso, sólo esta todo blanco.

Hasta que algo se planta sobre mi cuerpo.

Y se acerca hasta mi rostro, dejándome sentir una suavidad y calor reconfortante, lo suficiente hasta que puedo enfocar y ver unos ojitos y un cuerpecito pequeño.

Ah.. es el perrito..

- ¡Gao, Gao!

Puedo sentir su áspera y pequeña lengua pasar por mi nariz y mis mejillas.

Parece que sí nos volvimos a ver.

- ¡Gao, Gao! - Parecías contestarme, casi sonriente.

Que lindo eres.

- ¡Gao!

Sólo digo la verdad.

Friega su pequeña cabecita contra mi mejilla.

Es tan cálido.

Dime pequeño, ¿qué es.. estó?

- ¡Gaao! - Saltó desde mi pecho hacia mi izquierda, no dejándome ver hacia dónde fue a parar desde donde estoy.

No puedo verte.

- Gao

¿Qué es lo que quieres?

- Gao.

Moví mis brazos y los apoyé sobre la cosa suave y fría bajo mi cuerpo.

Y comencé a ejercer fuerza para sentarme.

¿Qué era.. está superficie suave?

Y estas telas, ¿Están envolviendome...para qué?

Observé sentado hacia todos lados viendo borroso.

¿Ahora qué?

- Gao.

Lo escuché pero no pude verle, por la mala visión en todo esté blanco.

Pero pronto lo sentí sobre mi cuerpo de nuevo, al perro, justo sobre mis piernas.

¿A dónde vamos a ir?

- Gao

Pero no creo que funcionen.

El perrito brillante sólo observó hacia abajo, inspeccionando mis piernas.

- Gao. - Mencionó volviendo a verme.

Hace tiempo que no las uso pero si tanto quieres que lo haga...

Lo vi saltar de nuevo hacia mi izquierda saliendo de mi perímetro de visión.

Teniendo el momento para arrastrar mis piernas fuera de todas las telas frías y de la superficie suave.

Poniendo ambos pies en el suelo y dando un impulso para colocarme de pie.

Bien.. ¿Ahora.. qué?

- ¡Gaaaooo!

Bien, te seguiré.

- ¡Gao!

¥₩¤~¤%¤~¤₩¥

Yamamoto.

Gokudera.

Sasagawa.

Bovino.

Ni siquiera Rokudo.

Ninguno quiso mirarme.

Pero, ¿quien los culparía?

Yo no, ya que me acababa de enterar de que el chico pálido con el cual todos los de la mansión mantienen todas las distancias que pueden, era literalmente su Jefe.

No le hablaban y salían corriendo.

Excepto mis guardianes.

Ellos sólo lo observaban atónitos al principio y ahora lo mantienen vigilado.

Si ese chico es el Décimo Vongola.. ¿Por qué yo también lo soy?

¿Si ya lo tenían para qué me buscaron?

- Es un asesino muy peligroso. - Había dicho mi tutor, casi como si estuviera respondiendo mis pensamientos. - Y estará con nosotros temporalmente en lo que Vindice logra reparar el estanque en el que lo mantuvieron.

Era el único que mencionaba palabras, los cinco guardianes presentes sólo se mantenían al margen observando hacia cualquier lado menos a él, o incluso perdidos en sus pensamientos.

¿Estanque?

Es la Mafia más peligrosa del mundo, claro que... aunque me da miedo pensarlo, el jefe debe ser un asesino a sangre fría.

¿Para ellos, porque eso estaba mal?

Si todos ellos.. asesinaban también, es así... lamentablemente.

- ¿Por qué es diferente con él?

No pude evitar obviar mi duda, escuchando las exhalaciones precipitadas de aire, sorprendidas.

Reborn sólo me observó sin ninguna emoción y se quedó en silencio.

- Tú no lo conocías antes.

Fueron las únicas palabras que le soltó el Hitman.

- Sawada Tsunayoshi. - Mencionó el mayor, sonando frío y quizás sólo un poco asqueado, provocando el temblor de varios en la sala. - Luego de estar inconsciente un tiempo por una herida casi mortal en una misión, - Se encaminó hacia los sillones de la oficina mientras los otros estaban simplemente de pie observando el suelo, a excepción de la Niebla que estaba apoyado en una pared y el Trueno que estaba recargado en el escritorio, los otros tres estaban de pie. - Despertó un día cualquiera y atacó a su familia. - Dijo claramente, algo demasiado simple de decir pero bastante complejo, el pelinegro hablaba como si fuera el acto a manos de una escoria, hablando con voz gruesa y apretando los dientes con furia, que no se daba el gusto de ocultar. - Los heridos no se despertaron hasta casi una semana después desde el ataque, si no fuera porque aún se sentían latidos en ellos ya los hubiéramos dado de baja. - Aclaró, observando hacia otro lado.

Y pensar que sus guardianes eran muy fuertes, que los hubiera vencido un muchacho pálido y en estado de muerto era imposible de imaginar.

No quiso preguntar pero a pesar de que el mayor tenía un aura que daba miedo él expuso sus dudas inocentes.

- Y.. ¿No pudieron ayudarlos los que lo mantuvieron encerrado hasta ahora?, ¿Los Vindice?

El contrario guardó silencio por un momento y por ello puedo hasta escuchar los latidos de las personas que estaban en ese lugar en un silencio doloroso.

- Vindice estuvo allí. - Reveló el Hitman, rompiendo el silencio del lugar y provocando la sorpresa en el menor, que no tomaba muy grave lo del castaño aún. - Como lo estuvieron los Arcobalenos, el grupo independiente de Varía, La familia Millefiore, La familia Shimon, La familia Cavallone, todos y cada uno de los aliados de Vongola fueron atacados por el que fue el Décimo Vongola.

Algo que realmente no se esperaba escuchar.

No podía escucharse más herido aquél hombre.

Y eso era.. muy extraño.

¥£¤~%~¤£¥

¿A dónde es...que me estás llevando?

- Gao Gao.

¿Una oficina? Pero sigo sin saber bien en donde nos encontramos.

- Gao. - Dijo, sin voltear a verme y sin detenerse en su camino por el pasillo que no parece tener final.

¿Una Mansión?, ¿A quien veremos, es al dueño?

- Gaaoo.

¿Alguien importante?

-Gao.

¿No?, Bueno..

Pero.. ¿Para qué venimos entonces?

No me contestó pero se detuvo frente a una puerta casi de inmediato y me volteó a ver.

Golpeó su cabecita en la puerta frente a la que se había detenido.

Me hacía señas con su cabecita de que me acercará.

- Gao.. - Pronunció bajito, llevando sus ojos de mi hacia la puerta.

Di unos pasos y me acerque a la madera de la entrada hasta poder tocarla con las llemas de mis dedos, estaba fría, muy fría, y la puerta no se sentía como la madera.

¿Cuánto avanzó todo en lo que estuve dormido?

¿Una puerta de hierro?

¿Qué más ha avanzado?

La empuje con algo de dificultad y antes de que hubiera un espacio en el que pudiera caber, el perrito paso por el pequeño espacio que puede abrir.

Observando el suelo aún seguí empujando un poco más la pesada puerta hasta lograr un espacio en el que pudiera caber.

Pero antes de que pudiera entrar algo fue lanzado hacia mi dirección, por lo que agarré mi cabeza con ambas manos y me agache.

¿A alguien se le descontrolo algo?

Eso podría haber dañado a alguien.

Observé hacia atrás buscando con mi mirada cansada y borrosa qué había sido lanzado, diferenciando un jarrón quizá estrellado en el suelo.

Alguien podría haber salido muy mal de ese golpe.

- Hey, - Una voz habló, suave quizás, abriéndose paso en el silencio. - Deberías estar en cama. - Pronunció sin levantarse de su asiento.

Giré mi cabeza hacia mi espalda y observé sobre mi hombro el interior de la puerta que había movido.

Que extraño.

¿No se parecen... a algunas personas que he visto..?

¥£₩¤₩£¥

Las miradas de asombro y desconcierto, además de miedo mal disimulado, eran las que observaban al intruso recién llegado.

Era extraño observar allí.. de pie..

Con una piel ya no tan pálida como cuando llegó, pero aún así sin tener el color que debería.

Unos ojos aún llorosos y aún sin ese brillo con el cual los habían conocido y el cual no iban a tener jamás.

Y con aquél cachorro de león que los observaba expectante y amenazante, frente al recién llegado, ahora que ese Hitman había lanzado el florero.

Se habían quedado mudos.

¿Pues que iban a decir?

Pero..

Un paso fue dado.

Alertando a todos los presentes, obligándoles a colocarse de pie en segundos, quienes sacaron y aparecieron sus armas a la par, apuntando hacia ese hombre de ojos muertos que los enfrentaba.

Sin notar que el movimiento no fue de él, sino de..

- ¡No lo ataquen!

Ese grito los alertó, provocando que un par de armas fueron disparadas, una ilusión fuera creada y un rayo fuera lanzado.

Alertando a un animal furioso que se encontraba repensando sus actos.

No había sido buena idea llevarlo allí.

No lo querían allí.

Lo habían dejado sólo.

La furia lo dominó en segundos, provocando que el animal creciera, triplicando su tamaño, para recibir los impactos.

Él podía sentir que el ser detrás suyo estaba perdido, confundido y desolado, pero.. no sabía porqué.

Pero ahora podía hacerse a la idea de que su Cielo estaba en peligro.

Por ello mostrando los dientes y su potente figura, no pensaba moverse de en frente de Su Cielo.

No iba a dejar que le tocarán y lo hirieran, no de nuevo.

#*$&^&$*#

Los ataques golpearon un objetivo y lo mantuvieron apresado.

He allí que cada uno estuviera alerta a cualquier movimiento siguiente.

No podían darse el lujo de asumir que ya había terminado.

El entrenamiento de los años los habían fortalecido para poder recibir a otro Cielo.

Intentando mantenerse erguidos en la espera.

Hasta qué hace medio año lo habían encontrado.

Y como no habían podido lograrlo ahora debían protegerlo.

De todas las potentes amenazas.

Incluso ésa.

Las miradas afiladas no se apartaban del objetivo que se encontraba detrás del humo.

Tampoco aquélla que observaba preocupada, aterrada y confundida al mismo tiempo en esa dirección.

Hasta que inevitablemente se disipó el estorbo, dejándo observar.

Esa mirada... aún apagada..

Con una llama en su frente.

Eso no era bueno.

Y un león repleto de fuego que ya había perdido su forma y mostraba los dientes relucientes aún.

Daba miedo.

El aire se hacía difícil de respirar, tanto para asustados como para sorprendidos.

El miedo latente corría por las venas de todos los presentes.

¿Qué estaba sucediendo?

¿Eso era medianamente normal?

- Oye, tranquilo, todo está bien. - Una voz rompió el silencio suavemente alzando ambas manos en son de paz. - Tranquilo, tranquilo.

El león repleto de llamas observó a quien se acercaba, mostrándole los dientes y retrocediendo unos pasos para rodear a la persona detrás de él.

Demostrando sus intenciones.

Proteger.

- Bajen sus armas - Pidió amablemente el muchacho, ahora hacia sus guardianes y tutor, los cuales le observaba sorprendido.

¿Qué acaso estaba loco?

¡Ese sujeto era un asesino!

- Yurikiri, ya te dije lo que hizo, mantente atrás. - Habló firme el de sombrero, volviendo su vista al frente. - Sabemos de lo que es capaz.

El más pequeño, de edad, observó de nuevo al muchacho detrás del león furioso.

Debe ser doloroso que tu familia te odie, ¿No es así?

Notaba que aquel no hacía nada, simplemente se mantenía parado detrás del animal, observando perdidamente hacia un lado.

El silencio del lugar dejaba saber que no podría hacer nada para ser escuchado.

Más en ese momento observó que aquel castaño hizo un movimiento que lo sorprendió.

Movió su rostro hasta su posición, como si lo estuviera observando y lo hubiera sentido.

Y en ese instante, se desplomó contra el suelo rápidamente y comenzó a llorar en silencio.

Podía notar las lágrimas caer de sus ojos mientras estos ahora observaban a la nada.

Él estaba sufriendo.

Y sólo él lo sabía, ya que el león no lo observaba.

Y sus guardianes sólo apuntaban, listos para atacar.

¿Por qué estaba sucediendo todo eso?

¿Por qué el mundo la tenía contra esa persona?

Uno en silencio siempre sufre solo.

No podría ser peor.

Estaban todos sentados en una mesa, incluido ese cachorro de león sobre las piernas del castaño con los ojos muertos.

No podía tornarse más incómodo u aterrador.

¿O si?

Nadie quería mediar palabra, porque sabían que tarde o temprano terminarían hablando del peculiar caso.

Y era como intentar evitar el tema que estaba de moda.

Algo prácticamente imposible.

El león parecía un simple gato con el castaño.

No se animaba a intentar acariciarlo por temor a que lo viera como una amenaza y lo atacara.

Mientras el castaño de piel blanquecina no hacía ningún movimiento.

Le parecía un poco preocupante pero no le molestaba alimentarlo si era necesario, llegaba a verlo como si tuviera un pequeño hermano, lo cual le agradaba teniendo en cuenta que es hijo único.

Pero como un chorro de agua fría le vuelve a la mente la charla que habían tenido hacía una hora atrás sobre que ese muchacho, ese que tenía a su derecha era mayor que él.

Pero no aparentaba más de quince años ¿Cuántos tendría sino?

#*&$&*#

Había niebla en su mente, una que no quería disolverse por ninguna razón.

Eso solo lo dejaba con un actuar irregular en todo ese show.

No tenía un papel que seguir, ni un personaje que interpretar.

Estaba perdido y nadie sabía darle indicaciones.

Le dolía todo y no podía recordar qué era lo que lo tenía con un vacío en el pecho.

Sentía odio hacia sí mismo, no entendía muy bien si era completamente de su propia parte.

O si venía de afuera.

Quería volver.

Volver a estar sólo, a no pensar en nada.

Volver.. A ignorar todo..

La sensación de asfixia había aumentado y un dolor infundido sin explicación había comenzado a crecer desde que estaba en ese lugar.

Esas personas que sentía que conocía, podía ver, sentía, que le repudiaban.

Era algo malo para ellos y no podía recordar el qué o el porqué.

A pesar de las muchas personas que creía conocer de algún lugar, también había un niño.

Un niño inocente, amable, sin intenciones hostiles, siquiera hacia él.

Era muy extraño y algo reconfortante.

Sentía al perrito brillante sobre mis piernas, calmado, cálido y muy pequeño.

Volví mi vista de donde fuera que la tuviera fija, hacia el frente, recibiendo el rostro sorprendido y luego fruncido de un hombre con cabello plateado.

Él me miraba de forma hostil y sentía en él un remolino de otras sensaciones.

Como si me chocara una tormenta de agua.

Confusión, tristeza, miedo, odio, incomodidad.

Podía pensar que eran dirigidas hacia mi, pero no lo tenía muy claro en mi mente.

Apenas moví mi rostro unos centímetros más a mi izquierda, observando ahora a un hombre de cabellos negros muy corto.

Esté también me observaba frunciendo su ceño hacia mí

Lo había detectado porque el primero y ese se habían tomado repentinamente de las manos debajo de la mesa.

Confort, apoyo, amor, tranquilidad, comprensión.

Parecían tranquilizarse porque de un momento a otro las sensaciones que recibía de ellos eran completamente distintas.

De punzantes y amenazantes a cálidas y reconfortantes.


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8 months ago

Ahora necesito un fic de esto >:V

I'll call my dad

The justice league was in disaray. They had failed to stop the summoning, and already the demon was stepping out of the portal. The last standing heros didn't have the manpower to stop a whole thrall army and the magic users certainly hadn't the power to deal with the demon himself. They needed a plan, or a miracle, or the earth was doomed.

Suddenly, Constantine braced himself, and strode right to the beast.

"Don't step further, or I'll have to call my dad."

The heros were baffled. The demon too.

"Your... dad ?"

"That's right," he was sweating bullets but he continued "I'm John Constantine and Phantom is my dad. He cares a lot about Earth. He will not take kindly your little invading stunt."

"Who is Phantom ?" wispered Flash to Zatana.

"I don't know."

The league didn't know if he was bluffing or not. Zatana had recently heard rumors about Constantine's father, but it was all vague, shrouded in secrecy.

The surprised past, the demon laught.

"Alright," he mocked, "Let see what your 'dad' think of that."

Constantine took a deep breath and reluctantly put out a piece of paper form his inner pocket. As he put it in fire with a spell, the cave they were in was breifly plunged in freezing cold and supernatural darkness. A thunderous ice crack resoned, that they could feel in their chest as much as they heard. The shadows sleethed into the form of a titanesque being, and suddenly big, bright, lazarus green eyes opened. And they didn't look happy.

"John."

He gulped.

"Hi dad."

"It's a school night."

"I know," the magician cringed, "I swear I have a good reason."

Now the being looked downright pissed.

"Damn, I would hope so ! Do you have any idea what time it is ?"

"He wants to destroy the Earth !" defended Constantine almost petulantly, waving at the confused demon.

The green eyes looked at the demonic being, then the leaguers in various states of injuries, then the demon again. The demon didn't seem like he wanted to be here anymore. He was proved right when he received a monstruous fist in the face.

The entity grabbed him by an ankle, threw him back to hell, then slammed the portal shut as if it was a door. Constantine visibly relaxed.

"Thanks a lot."

"Don't mention it," grumbled the being. "Anything else you need ?"

"No. And I'm really sorry, I know it's late."

"Just don't make it an habit. See you on sunday."

And just like that, he was gone. Wally had to sit down.

"What the fuck."

---

Hi everyone ! I was reminded of that post a while ago where Danny inherited of Connie's soul and decided it counts as adoption (can't find it now) and this is what came to my brain.

3 years ago
The Ass Clencher Ghost Nightmare I Had A Few Nights Ago
The Ass Clencher Ghost Nightmare I Had A Few Nights Ago
The Ass Clencher Ghost Nightmare I Had A Few Nights Ago
The Ass Clencher Ghost Nightmare I Had A Few Nights Ago

the ass clencher ghost nightmare i had a few nights ago

5 years ago

The real me [SNK]

Se relata una leyenda de un antiguo monstruo que aterraba a todo ser vivo que se cruzará, y que tenía el poder suficiente como para borrar a toda la humanidad de la faz de la tierra, que se creé que robó del infierno al mismísimo Demonio. Teman pues se trata de una criatura lo suficientemente fuerte como para derribar un árbol gigante de un simple golpe. Capaz de correr distancias incalculables a una velocidad superior a cualquier caballo. De un tamaño monstruosamente imposible para cualquier tipo de ser vivo, excepto él. Teman pues, el monstruo aún no ha sido eliminado. _________________ Estaba pensando en un Riren, pero ya se fue mi inspiración, así que lo dejo como una idea. Tenía pensado en que Levi y Mikasa se cruzarían con este titán que se quedaba siempre en la parte alejada de los otros titanes, ni se esforzaba en intentar llegar a las murallas y no atacaba para comer humanos. Es más como que los corría para que lo dejaran solo más que nada. Se veía aterrador como el resto, pero no los atacaba a matar. Quizás podrían utilizarlo. No había pensado como aún. Pero pensaba en que en alguna parte del camino el podría transformarse por su propia cuenta o quizás alguien le traería un portador para que se lo comiera, no se.


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4 years ago

Reglas (HTF)

Flaky sólo tiene doce, pero ella tiene muy buena memoria. Su hermano le recuerda casi a diario lo muy buena e inteligente que es al recordarle llevar la lista de las compras y una bolsa grande por la compra de los próximos dos meses, ella sabe que es para que él no salga mucho de casa porque tiene miedo, pero él no sabe que ella sí sabe. Ella tiene muy buena memoria, lo cual le ayuda mucho en la escuela y a recordar la comida favorita de sus amigas, además del número de su hermano en caso de emergencias. Ya que la ciudad no era especialmente conocida por ser la más segura, sino que era conocida por una extraña condición que cae sobre sus habitantes, pero algo era extraño con los extranjeros aunque nadie supo decirme. Mi hermano me dijo que era porque la rareza fue atraída por las personas extrañas que comenzaron a vivir en la ciudad, parecía bastante convincente para mi por lo que acepte no volver a preguntar. La parte de personas extrañas terminaron de expricarmela mis amigas. ¡Habían superhéroes en la ciudad! ¡Eso era la evidencia suficiente! Pero nunca pude ver realmente a ninguno, excepto por algunas fotos y comentarios de algunas personas, algunos apoyando y otros en contra, resaltando que eran ambos héroes muy torpes y competidores entre sí. Mi hermano dijo que no buscará los lugares donde podrían estar, por simple precaución. Él siempre fue paranoico. Pero es muy listo, más listo que yo, sabe muchas cosas y aveces me enseña. Pero es triste que me dijera que está enfermo, eso quiere decir que puede ser fatal, pero no me lo confirma ni lo niega, y tampoco me dice de qué está enfermo. Debe ser feo tomar tantos medicamentos al día, incluso mis amigas lo dicen, casi nadie en la ciudad toma medicamentos por la buena salud mediante las rarezas, eso me preocupa a diario. Me preocupa mi hermano desde que lo conocí, desde que me ofreció un techo y calidez, desde que me ofreció cariño cuando el resto de mundo me dio la espalda por ser una rareza. Mi hermano dice que el resto del mundo es malo, pero eso no quiere decir que no hubiera personas buenas en el, ella dijo que su hermano era una, pero el sólo sonrió pequeño y no dijo nada más. Ella sabe que le oculta algo. Y ese algo sospecha que es por lo que su hermano creo unas cuantas reglas que ella debe seguir en una situación específica. No le dijo porque hasta que ella confirmó y se aprendió de memoria las reglas. 1- Si la casa está en completo silencio cuando ella regresa algún día, no preguntar en voz alta si él está en casa o no. (Lo cual era extraño, ella siempre sabía que él estaba en casa o estaba haciendo compras porque le dejaba una nota en la puerta si tuvo que salir antes de que ella llegará, o se escuchaba la música de la radio desde la cocina cuando él hacia galletas) 2- Abrir la puerta de la parte trasera lentamente y en completo silencio antes de verificar si él está cerca. (Por lo que pensó porqué no podría llamarlo si la casa estaba en silencio, pero pensó que a lo mejor se debía a la posibilidad de ladrones. Habían un par en la ciudad que su hermano se había encargado de que ella conociera de rostro, por si acaso) Y la más importante, dijo él. 3- Si ves frascos de pastillas tirados, que los únicos que habían en toda la casa incluidos los rincones era los que él tenía que tomar a diario, algún cajón tirado junto con el contenido o a él sentado en el suelo contra alguna pared, debe salir corriendo inmediatamente hacia alguna casa muy lejana a la suya y gritar lo más fuerte que pudiera a por ayuda. (Ella sabía por sus amigas que esa era una forma rápida de llamar la atención de uno de los héroes de la ciudad, y pensaba confundida que porqué su hermano le diría que hiciera eso cuando lo viera específicamente a él, si no le gustaban nada los héroes, ni de lejos.) Ella le pregunto porque eran esas reglas tan extrañas pero él no contestó esa pregunta, sino que respondio una no formulada. "Es por si acaso tengo un... problema, y sólo los adultos saben manejar" Eso supo agrio para ella, pero asintió y se

convenció a si misma que ella en unos años sería una adulta y podría ayudarlo en lugar de desconocidos. Porque sabía que su hermano quería cuidarla, pero ella también quiere cuidarlo a él. Pero de todas formas hizó caso cuando la situación se presentó dos semanas después. Cuando llegó a casa y no escucho musica desde la sala o la cocina, y no encontró un papel en la puerta, fue lentamente hasta la puerta de atrás que quedaba cerca del baño de atrás. Ella sabía que estaba destrabada de día, así que la giro lentamente usando su brazo para levantarla y que no hiciera un sonido de arrastre, haciendo completo silencio. Empujó la puerta lo suficiente para que entrará su cabeza y su hombro antes de mirar alrededor, estaba todo a oscuras. Respiro por la boca cuando se le refirieron las tripas del miedo a las penumbras de la casa. Miro el suelo con la luz que entraba por la puerta y no vio ningún cajón esparcido o frascos de pastillas, así que empujó más la puerta hacia dentro para entrar, la luz alumbró todo el piso. La oscuridad fue reemplazada por la luz y pudo distinguir contra la pared una caja de cigarrillos, eran de los que su hermano tenía de vez en cuando, pero nada más había en el piso. Avanzó lentamente hacia adentro sin cerrar la puerta, mirando las esquinas y las puertas que estaban abiertas al pasillo de la cocina y hacia el baño de atrás. Cruzando el pasillo mientras agarrababsu mochila contra su pecho penso en sus amigas, ya que ellas le contaron que su hermano tenía una reputación en el pueblo, le contaron que era intimidante siendo un militar, siendo callado y distante, a excepción de ellas nadie sabe que él tiene familia, pero a ella nunca le pareció aterrador, no con esos ojos amables, no con esas pequeñas sonrisas cuando jugaban o preparaban tartas de manzanas juntos, no con el arropandola en la cama a la noche. Ella no puede imaginar a su hermano dando miedo, si siendo estricto como cuando ella no quiere cepillarse los dientes o hacer su cama, pero no siendo malo. Dobla el pasillo saliendo de la cocina hacia las escaleras de los dormitorios, el baño, y la sala al otro lado, cuando escucha un crujido en la madera del suelo de la cocina. Se gira sobre su hombro y ve la sombra de su hermano parado allí, era él, ella lo sabía muy bien. Pero algo estaba mal. Mal. Mal.

Los ojos de su hermano brillaban con una pequeña luz que salía de la ventana de la cocina, brillaban en dorado. Ella comenzó a trabajar automáticamente, dejando su mochila en el suelo lentamente sin apartar la mirada de la silueta detrás de ella, la cual no se movió luego de que hicieron contacto visual. Se sentía como un depredador acechando. Ella sabía que está era la situación, ella sabia. Porque no se sintió bien, no se sintió segura, no se sintio en casa. Y sí su hermano, que nunca mentía y sólo evadia las preguntas, realmente jamas pudo alcanzarla en el parque, entonces estó que no era su hermano tampoco la alcanzaría. Un latido y hecho a correr. Corrió hacia el pasillo del comedor y empujó las sillas mientras lo escuchaba seguirla, lo escucho detenerse en una respiración y saltar sobre la mesa en la siguiente. No tenía que perderlo o podría atraparla dando la vuelta. Ella sabía que su hermano no podría salvarla, aunque él nunca le hubiera explicado esto, por lo menos lo hubiera intentado en lugar de evadirlo, pero ella entendía que había cosas de las que él no quería hablar porque dolían, la guerra era una de ellas. Hizo sig sag con la escalera cuando volvió y paso por la cocina tirando la maceta con el árbol en el camino. Pensando que si ella era rápida, su hermano era mucho mejor que ella en el resto de los aspectos, era atlético y musculoso, no como ella. Pero era pequeña y rápida, un objetivo difícil dijo su hermano. Entonces se propuso hacer lo que nunca pensó hacer y tiro las dos sartenes favoritas de su hermano, que siempre estaban sobre la mesada dispuestos a hacer homelet, y se los lanzó hacia atrás sin voltear a ver si le daba antes de ver la puerta abierta de atrás en la que podia ver el patio y el escape. Salto el umbral y giro hacia la izquierda hacia la calle sin detenerse, aunque eso no impidió que comenzará a temblar y a sudar cuando escuchó la risas tenebrosa que pudo escuchar en su vida, incluso que la de los villanos de la televisión, y sabía que provenía de su hermano. Su lengua se trabó del miedo y supo que no podría gritar aunque quisiera. Continuó corriendo sin voltear atrás y sin dejar de escuchar los pasos y la risa. Y sí quería convencerse ahora de que ese no era su hermano, no se pudo. - Sigue corriendo, pequeño puerquito. Y las lágrimas comenzaron a salir mientras se sentía a punto de caer, no ahora, no ahora, no ahora. Y gritó, aunque se escuchó más bajo de lo que hubiera querido, justo antes de caer al suelo raspando sus manos y sus rodillas, su cabeza golpeó el suelo de la calle vacía. Su garganta se hizo un nudo y se volteó. Las lágrimas aumentaron y su respiración se cortó, ese no era su hermano. La sangre manchaba mitad de su rostro, la manga derecha de su chaqueta, su camisa negra y sus pantalones, llevaba su gorro torcido y un cuchillo de cazar en la mano mientras le sonreía con todos los dientes afilados. Ojos dorados. Ese no era Flippy. Un latido de observarse y algo impactó sobre el suelo entre ellos, levantó humo y concreto, tape mi cara y tosi. - Sal de aqui, héroe. - Escuche la voz de Flippy carraspeando, y soltando el veneno que pareciera haber juntado con su edad. Abrí mis ojos y comencé a parpadear para poder ver ante la tierra. - Es un placer que me conozcas, aunque nunca te había visto. - Respondió la voz de otro hombre, suave, juguetona y se escuchaba burlona. - Quitate. - Hablo mi no hermano de nuevo, y la tierra bajo para que pudiera ver. - Me parece que no conocer el concepto del héroe, amigo. - Volvió a hablar el otro hombre justo cuando pude ver los colores brillar ente el sol, el azul. Y me volteo a ver antes de sonreír, cálido. - Hay que salvar a las damas en peligro. Sentí mi corazón acelerar y observé a mi no hermano moverse para apuñalar la garganta del héroe, pero este detuvo el cuchillo por el filo con una mano y sin voltear. - Ve a buscar un lugar seguro, pequeña. - La voz no habia cambiado del tono suave y no parecía preocupado por el asunto aunque sumó su otra mano para detener el golpe

que le lanzó mi no hermano. Me paré lentamente sin apartar los ojos de mi no hermano, antes de caminar en reversa hacia el camino fuera de la calle. El héroe volteó hacia su contrincante. - No estaban exagerando completamente. - Habló mi hermano con una mueca enojada. - Esperemos que no sea sobre mi. - Creo que bromeó el héroe, mientras caía sentada en el suelo de nuevo. Mi hermano volteó a verme, pareció perderse un momento, pero luego fruncio el suelo y sonrió antes de patear el costado del héroe para que lo soltara.


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4 years ago
Entonces:

Entonces:

Recuerdo cuando Shigeo 'peleo' con esa mujer esper que tenía poderes de mejora de fuerza (Por decirlo simple) y lloro potque no quería pelear con mujeres porque su Shisho le enseñó que "los hombres que golpean mujeres son los peores del mundo."

Entonces pienso que quizás Reigen podría haber presenciado algo de eso en su infancia con sus padres, bajo un padre abusador de su madre o quizás él mismo vio en alguna parte de su vida a algún hombre abusando de una mujer y lo ignoro para después enterarse de la muerte de esa mujer, por no intervenir en el acto.

O también, que es a la que me aferro con un poco de pena, Reigen fue quien golpeo a una mujer, no necesariamente sexualmente, al punto en que terminó asesinandola. Creo que está se adhiere más a la imagen adjunta.


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En las ruinas de mi alma estará mi final

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