KHR AU
Caja Celeste
Una simple y para nada extraña caja con bordados refinados y tallados cuidadosos, pero aún así algo oxidada, quizás por la humedad que hubiera podido alcanzarla con el tiempo pero de la cual aún en una pequeña parte de uno de sus delicados bordes no parecía haber podido borrarla del todo, dejando al descubierto que se denotarse un celeste algo nostálgico, brillante quizás, el cual sería el verdadero color que portaba en un principio. Nada fuera de un sentimiento de nostalgia lo poseía al tenerla en sus manos, o en las manos de quien la tuviera quizás, al alcance de quien pudiera. Lo único que extrañaba de esa caja, la cual era tranquilamente más pequeña y de un diseño muy diferente, además de peculiar, de cualquier otra caja arma de la que pudieran haber escuchado o pudieran haber usado. Ya habían intentado abrir la caja, curiosos por ella y por saber que podía albergar en su interior, queriendo saber que era aquello que les transmitía el sentimiento tan desgarrador en el alma. ¿Cómo es que podía suceder aquello siquiera? ¿Qué albergaria en su interior por tanto tiempo? ¿Y porqué? ¿Algo muy peligroso, quizás? Tormenta, la cual la encontró en un inicio, en una caja vieja de madera descuidada, húmeda, podrida y a medio enterrar bajo la sombra de un árbol algo viejo y con pasto queriendo cubrirla, esconderla a los ojos curiosos y a quien sea si fuera posible, demostrando que hacía mucho tiempo había sido abandonada allí. Esperando. Quizás en medio de un apuro o tratando de alejarse de allí lo más rápido posible fue la impresión y a la conclusión a la que llegó más tarde, de quien la hubiera dejado. No pudiendo usar el resto de sus atributos, ya que había dejado sus demás anillos en su casa no queriendo simplemente llevarlos ese día. ¿Mal presentimiento, quizás? Lluvia, quien acompañaba al primero, ya que solían salir a hacer las compras para merendar, y estaba no muy lejos del otro, esperando, ya que le había dicho que había visto algo extraño, más no esperaba que le mostrará aquella pequeña pieza extraña y le alentara a intentar abrirla. Trueno, quién, cuando llegaron a su casa algo decepcionados, pero aún curiosos, por saber sobre lo que aquel pequeño cubo resguardaba, corrió a ellos para preguntar el porqué se habían demorado tanto, para pasarle unos dulces, terminando por curiosear el descubrimiento allí en la entrada. Sol, quien llegó cruzando la entrada cuando ellos tres ya estaban al final del pasillo, ya que había terminado con su calentamiento y observación del perímetro para volver y poder comer con ellos. Niebla, quién no pudo evitar asomarse al pasillo por todo el sonido creado, inevitablemente, por esas personas cuando se juntaban, dejando su lectura para más tarde ya que pronto sería el almuerzo, el otro poseedor del atributo del engaño no se encontraba en la casa en esos momentos, pero llegaría para comer con todos ellos en algún momento. Nube, quién llegó cuando todos estaban entrando al comedor diez minutos después, arrebatandole a la Tormenta de las manos la curiosa y extraña caja que tampoco abrió con su atributo. Provocando en todos, sin elección, incluso en el último de ellos, que conformaba la repetición de un elemento, quién no pudo evitar la curiosidad de sostenerla, más no de probar sus llamas ya que su compañera compartía su misma fuerza y aún así no había querido abrir, algo de ansiedad. Más sólo quedaba preguntar a su Cielo, puesto que el elemento de su amable jefe era el único con la capacidad de abrir todas las cajas de todos los tipos, ya que como era tan especial existían muy pocos portadores de ella. Y habían tenido una gran bendición al lograr tener a su Cielo después de todo. ¿Quizás y era sólo una caja de las que sólo los Cielos podían abrir?
Mi vida si fuera madre
Jin-Ah: so how's parenting going so far?
Jin-Woo, staring at his 6th cup of coffee: they're the light of my life
Jin-Woo: A light that never shuts off...
Jin-Ah: it's fine, you're just tired
Tusk: [screams]
Jin-Woo: [screams back]
El día de los Héroes se volvió un dolor de cabeza.
Pareciera que lo volvieron un Día de los Villanos.
Hawk Moth salió de su cueva, nos retó y aliento a atacar mostrando su presencia.
Con un gran ejército y un maligno plan detrás.
Tendría que pensar algo que equivaldría a detenerlo.
Cuando Chat me preguntó cuál era la idea de atacar, casi me quedé en blanco.
Tuve que palmear mis mejillas.
Casi salen a la superficie la pérdida de sueño, el estrés, la ansiedad, la molestia de que todos dependan de mí, la molestia de que a un hombre no le importa a cuánta gente lastima para conseguir sus deseos egoístas.
Mis pensamientos son de lo peor.
Pensar en algo que pueda detener un plan que lleva tiempo siendo cocinado, es algo nuevo para nosotros.
No podemos sólo saltar á la acción y ya.
...
Y quizás ya tenga una idea.
Enfrentarse al jefe generalmente suele traer la victoria, no cualquiera tiene un ejército porque quiere y no porque lo necesita.
Trabajar con un equipo que sabe cómo apoyarte suele tener sus grandes ventajas.
Ayudar con su fuerza, tapar las debilidades del otro, realmente fueron bien elegidos.
Pero a pesar de que la idea de ataque y apoyo funcionó.. Pronto dejó de hacerlo.
Cupido Negro, un enjambre de mariposas rojas y.. Y un plan bien planeado.
Réna Rouge fue la primera.
Carapace siguió.
Queen Bee fue la siguiente.
Y mi cabeza comenzó a dar vueltas.
Mis emociones revoltosas debajo de mi calma se mantienen envueltas como si fueran abrazada por una manta.
Nuestros compañeros de equipo fueron akumatizados y no pude evitar que sucediera.
Chat Noir me grita si mi Lucky Charm no tiene fecha de casualidad, y ambos estamos en un gran aprieto.
Hawk Moth se burla en la seguridad de sus guardias y me observa con burla, porque sé lo que significa esa mirada.
Tenemos que mantener la esperanza, porque sé que Chat Noir está apuntó de decaer, está asustado.
Y yo también lo estoy.
Y que me toque ser el héroe significa que no puedo demostrarlo, porque si el resto cae.. Todo pesa mucho más sobre mí, siempre sobre mí.
Retirarnos para reagruparnos resulta ser la mejor decisión.
Los túneles de la alcantarilla nunca habían sido el mejor refugio.
- Hawk Moth obtuvo más poder, nunca había akumatizado a más de una persona a la vez. - Chat se escuchaba asustado.
- ¿Podría haber obtenido el conocimiento para volver más fuerte a su Kwami? - Realmente esperaba que no, pero era una probabilidad, una posibilidad realmente aterradora.
- ¿Tu lo dijiste no?
Quise voltear y observar a mi compañero sorprendida, pero sólo me encontré con la pared.
- ¿Eh?
- Debemos mantener la esperanza. - Este gato tonto.
Sus palabras lograron sacarme una sonrisa, ¿Cómo es que lo hace ver tan fácil?
- Ya no tenemos un equipo, Chat Noir. - Mis palabras raspan mi garganta y saben ácidas como veneno, no quiero que sean verdad.
- Entonces sólo volvemos a ser nosotros dos contra el mundo, My Lady. - Casi pude escuchar su risa detrás de la pared. - Somos un equipo, y jamás te dejaré caer, My Lady.
Eres el mejor, lo sabes ¿No?
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Dar esperanza a las personas eh.
¿Y nosotros?
Correr por nuestras vidas mientras literalmente somos perseguidos a muerte por mis conocidos y posiblemente los de mi compañero también.
Aunque..
Creo que ya vi nuestra esperanza.
Los civiles quieren combatir con valor a los Akumas, para apoyar a los que ellos ven como sus héroes.
Y lo que logran es darnos valor cuando ellos sólo luchan con las manos desnudas.
Realmente esperan demasiado de nosotros.
Y si ellos pelean aún si son humanos normales que pueden terminar heridos..
¿Por qué rendirnos nosotros que somos superhéroes con magia?
Entrale Hawk Moth, ya encontré mi valor.
Realmente las personas se esmeran en ayudar con cualquier método posible.
Desde ponerle moños a un par de autos hasta perseguir en un edificio con helicópteros a un gorila gigante.
Y llegar en un momento a Hawk Moth no resultó demasiado.
Esperar que un hombre, al que no le importa sacrificar el bienestar de otras personas por su propio beneficio, recapacite, eso sí resultaría en tomarnos mucho tiempo.
- Aún no es tarde ¿Sabes? - Sus ojos se mostraron sorprendidos al ver cambiar mi semblante, porque a pesar de todo, no quiero que nadie sufra.. Incluso él. - Aún no es tarde para hacer lo correcto.
Tendí mi mano hacia él, pero..
Pero la situación continuó girando cuando el Hawk Moth que yo creí real sólo era una ilusión.
Al igual que sus emociones.
Realmente.. Yo esperaba que él lo entendiera.
Pero tengo que apartar mi mirada porque no puedo ver en lo que terminó este hombre convirtiéndose.
- ¡Déjenme enseñarles lo que un hombre que no tiene nada que perder puede hacer!
Porque nadie puede vivir sin tener nada que perder.
Y eso me llevó a saber que realmente nosotros somos muy jóvenes para entender lo que es estar bajo el dolor por tanto tiempo.
Como lo estuvo el hombre bajo la máscara de Hawk Moth.
Mantiene más experiencia, más habilidad y más control que nosotros sobre su transformación.
Burlándose de nosotros por ser niños que quieren proteger al mundo aún si sus pequeñas y jóvenes vidas corren el peligro de extinguirse a diario.
Y en ese momento cayeron los héroes del cielo.
Sí, eso es lo que yo estaba pensando cuando nuestros compañeros literalmente saltaron del cielo para ayudarnos.
Pero..
Cuando Hawk Moth fue acorralado finalmente..
Pude notar que él.. Realmente estaba asustado.
Pero…
No de nosotros.
Una especie de polilla gigante se generó de la nada detrás de él y nos alejó con fuertes sacudidas de sus alas gigantescas.
E incluso golpearlo sólo logró esfumarse en el aire.
Desde el bastón roto que antes portaba Hawk Moth salió una pluma blanca.
¿Qué se supone..?
- ¿El segundo Miraculous que perdió el maestro Fu..?
Sentí el familiar hormigueo de la incertidumbre trepar por mi espalda.
- ¡El Pavo Real!
Así que Hawk Moth no está solo del todo, sino que tiene un aliado y éste posee el poder del Pavo Real.
No está solo en su oscuro pensamiento.
Con los Miraculous del Zorro, la Tortuga y la Abeja devueltos bajo la mano del guardián pude volver a casa.
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Cuando el día estaba apunto de terminar, Alya me llamó diciendo que harían un picnic para cerrar todos juntos el Día de los Héroes.
A pesar de estar cansada y pensar en descansar un par de horas antes de la gala, a la cual me estaba preguntando si realmente iría después de todo lo que sucedió hoy, accedí porque no podría negarle nada a nadie.
A nadie menos a Hawk Moth.
Todos trajeron algo de casa, e incluso Chloé trajo algo, aunque no lo compartió.
Pero me terminaron sorprendiendo, y no fue el intento de Alya y mis amigas intentando que me acercará a Adrien, en realidad fue el que él me dijera algo que parecían estar todos diciendo en ese instante.
- Quería decirte.. Que lo que Rose dijo antes es cierto. - Él se puso de pie, tenía que irse a un asunto importante con su padre en un momento. - ¡Siempre ayudas a las personas! - Él me sonrió y no pude evitar salirme de órbita. - Como cuando ayudaste a Juleka con su maldición de las fotos o cuando presentaste a Mark y a Nathaniel para que crearán un Comic juntos. - Pude sentir mi rostro caliente, por Dios. - Y cuando me ayudaste a ir a ver la película de mi madre en el cine, por eso todos quisimos organizar este picnic para agradecerte por ser quién eres.
Pude sentir las esquina de mis ojos arder.
- Eres nuestra Ladybug de todos los días, aunque algunos no lo digan. - Pude sentir mi rostro comenzar a mojarse cuando él volteó y comenzó a caminar hacia su auto. - ¡Ten una buena noche, Super - Marinette!
Mi rostro comenzó a sentirse mojado cuando vi la silueta borrosa de Adrien alejarse.
Y aunque sentí que mi corazón se apretaba y algo se llevaba Adrien de el, forse un par de palabras por el nudo en mi garganta.
- Muchas gracias..
- ¿Estás bien... Marinette!?
Sólo pude voltear para sonreír aliviada a Alya.
Ya todo está bien.
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Al final no pude descansar ni un solo minuto.
Sólo me paseaba de un lado a otro en mi habitación tratando de reunir el poco maquillaje que tenía para pensar cómo lo usaría, porque necesitaría cubrir el poco descanso reflejado en mi rostro, y pensando en qué peinado podría hacerme.
Mi vestido descansaba en una percha embolsado en mi armario desde ayer a la noche y el traje de Chat descansaba sobre mi cama junto con su antifaz y sus orejas de gato negro.
- Marinette, puedes bajarle un poco a tu ansiedad ¿Sabes? - Tikki me hablaba desde mi escritorio mientras comía una galleta junto a un bolso con una temática similar al yo-yo del traje de Ladybug.
Tuve que voltear hacia ella con un pintalabios en una mano y un rimel en la otra, casi permitiendo que mis ansias me comieran y le reprochara algo a ella.
Ella no tiene ninguna culpa.
- Ya lo sé Tikki.. Son sólo los nervios. - Me acerqué a ella y dejé los elementos de mis manos en el mueble. - Jamás he ido a un baile de gala ¿Sabes? No son cosas normales para una chica como yo.
Mientras observaba a Tikki no perdí el tiempo en que ella rápidamente se escondió en el bolso a un lado y dejó de intentar responderme cuando una voz ajena se escuchó por detrás de mí.
- ¿Qué cosa es esa, Princess?
Ohhhhh, ¡Gato metiche!
Me volví para responderle y reprocharle por siempre espiar mis conversaciones solitarias, pero no pude por la preocupación que me invadió en el instante en que lo vi.
- ¿Qué te sucedió? - Cruce toda la habitación para llegar a él y tomar su rostro bañado con algunos cortes. - ¿¡Acaso hubo algún akuma esta noche!? - Ya estaba apunto de entrar en pánico al imaginar que había surgido otro akuma, el cual no quedaba fuera de mis pensamientos porque es más que seguro que Hawk Moth está al tanto de la gala e intentará aprovecharlo, y yo no estaba al tanto de la situación.
Pero Chat sólo río y alzó una de sus manos para darme unas caricias en mi cabello.
- Sólo fue un ladrón fuera de sus cabales, nada que temer Princess. - Y sólo rehuyó mi contacto cuando roce uno de sus cortes, pero a pesar de todo le sonreí y no deje pasar nada.
- Ven aquí, tienes un baile al que ir gatito. - Lo guíe a la silla de mi escritorio para sentarse y buscar en uno de los cajones de mi escritorio un pequeño botiquín que nadie tendría porqué saber que existe allí. Lo abrí y saqué unos pedazos de algodón y una pequeña botellita de alcohol frente a Chat. - Ahora quédate quieto.
Él hizo caso y se enderezo antes de quedarse quieto para que pudiera desinfectar los cortes no muy profundos y los pequeños raspones.
Si se los cuidaba bien en dos días ya no estarían.
Él siseo un par de veces a causa del alcohol y cerró los ojos al primer pinchazo de dolor.
- Ya terminó, que buen niño fuiste. - Revolví un poco su cabello antes de darle una de las galletas de Tikki que tomó con tanta alegría que esfumó mis ansias de toda la noche, mientras buscaba unas curitas para ponerle. - Yyy, ahí tienes. - Chat se tocó por sobre las curita sorprendido sin realmente sentirlas a través de las fibras de su traje.
Lo vi caminar hasta el espejo en mi pared para ver las curitas, tenían mariquitas pero pasaban de la vista, surte y los cortes estaban algo fuera del rostro.
- Gracias, Princess. - Volteó y me sonrió radiante y "Encantador". Antes de caminar hacia mí e intentar ponerse coqueto como siempre, yo sólo toque una de las curitas sobre los cortes para que se alejara con los ojos llorosos. - Oye, ¡Eso duele!
Sonreí superior por unos momentos antes de ignorarlo e ir a ver el traje sobre mi cama.
- Vamos, deja de llorar que tienes que vestirte e ir a un baile, gato coqueto. - No voltee a verlo hasta que tome el pantalón, la camisa, el chaleco, la máscara y las orejas de gato, que tenían unos clips para que no se cayeran del rostro, el saco quedó aún en mi cama.
Cuando me giré él ya estaba sobre mi curioseando lo que tenía en mis brazos.
- Oye, se ven geniales. - Él tomó el pantalón y las orejas de mis manos antes de observarme de nuevo. - ¿No te importa si me cambio aquí?
Mis ojos se agrandaron ante eso.
¿¡Qué acaso está demente!?
¿¡Cómo diablos va a querer cambiarse cerca de una civil, sin pensar en que puede revelar su identidad!?
Pero la furia en mi interior no pudo ser sacada al exterior.
- ¿Eres tonto o algo así?
El gato me miró sorprendido por un momento antes de reírse un poco.
¿¡QUÉ!?
- Eres una chica preocupada y muy leal, yo confío en tí. - Sentí que mi rostro comenzó a calentarse ante éso, mientras quedaba estática intentando tragar esas palabras él tomó las prendas restantes de mis brazos. - Te importa si me cambio detrás del.. - Apuntó a la pequeña pared que se movía en mi cuarto y sólo pude asentir en piloto automático. - Genial, dame unos minutos.
Él sólo camino hacia la pared rosa antes de ir al otro lado y que no se pudiera ver más.
Es allí cuando escuché el sonido del timbre en mi teléfono a mis espaldas, en mi cama.
Camine roboticamente hasta sentarme sobre mi suave colchón antes de desbloquear el aparato y ver qué había hecho que sonara.
Luka en línea.
Un mensaje.
Abrí la conversación antes de poder realmente entender que pasaba por mi cabeza los últimos minutos.
¿Qué hace que una bella dama se mantenga despierta a esta hora? - 21:13
Oh..
Parpadeo confundida unas cuantas veces.
Esa pregunta me sacó de lugar.
21:15
Parpadeo de nuevo y salte mirando la hora en que me llegó el mensaje y la hora actual, sólo tienen unos minutos de diferencia, pero..
¿¡No comenzaba la velada de los héroes a las 21:00!?
Comencé a mirar hacia la pared en la que estaba Chat cambiándose y luego al celular de forma repetitiva.
¿¡Cómo es que no me di cuenta de la hora!?
¡Ni siquiera comencé a arreglarme o algo! !Y ya empezó!
Además de eso..
Mire hacia la pared.
Chat aún está aquí.
No puede saber que estoy apurada por salir.
¿¡Y ahora qué hago!?
Mi teléfono sonó en mis manos de nuevo.
¿Estás ocupada con un proyecto? - 21:22
Suspire ante el mensaje y sonreí al pensar en lo que significaba que seguía escribiendo.
Te dejo tranquila entonces, hablamos mañana. - 21:23
Reí un poco por lo bajo mientras me imaginaba a Luka sentado con su guitarra fuera de su casa intentando bajar el insomnio.
Una de las cosas que tenían en común, se lamentaba.
No, no estoy ocupada. - 21:25
Pensé un poco antes de intentar continuar con la explicación de que un superhéroe estaba en mi casa cambiandose para el baile que se organizaba esta noche, y justamente me había pedido a mi que le hiciera un traje.
Bueno, quizás un poco.
Observe hacía la pared rosa escuchando el sonido de las telas moverse sobre otra, años de experiencia le habían facilitado reconocerlo.
Comenzó a escribir cuando escuchó que Chat ya salía de detrás de la pared.
Dame unos minutos y te explico todo. - 21:27
No espere la respuesta y simplemente deje el teléfono sobre la cama antes de pararme y volver mi vista al.. Gato Negro.
- Oye, me está gustando como queda. - Chat se acercaba hacia mi mientras acomodada el calecho negro bañado en muchos diseños verdes incandescentes.
Mis ojos comenzaron a verificar todas las imperfecciones que podría encontrar antes de comenzar a terminar con la pequeña distancia que quedaba entre nosotros.
Lo primero que tomé fueron sus costados debajo de sus brazos, el chaleco le quedaba sólo unos dos centímetros de grande a comparación de la camisa negra que se ajustaba perfectamente, no se notaba mucho y no era apretada, el pantalón se ajustaba por detrás lo suficiente como para lucir cómodo pero la tela era flexible y tenía unos centímetros ocultos que le permitirían la movilidad natural en alguien que tuviera que moverse mucho.
Mirando más hacia abajo note zapatos de vestir negros, tuve que darle la vuelta a Chat para apreciar eso, no lo había tenido en cuenta pero él fue muy atento a eso, no tengo los medios para hacer zapatos, aún.
Subí mi mirada hacia su rostro antes de sonreír ante su expresión perpleja.
- Cubriste justo el área en la que no estoy especializada. - Cruce mis brazos inclinando ligeramente mi cadera mientras le sonreía. - Bien hecho gatito.
Él sonrió detrás de la máscara de porcelana negra que parecía ajustarse bien con los clips invisibles a sus orejas, creo que él lo entendió perfectamente.
- Princess, no tienes ni idea lo bien que se sienten las orejas, ¡Parecen las reales! - Y sí, en su cabello mantenía las orejas negras que parecían no tener problemas al engancharse a sus cabellos rebeldes.
Eso me hizo pensar en algo al chasquear mis dedos repentinamente.
Camine hacia mi pequeño lavabo y tome de uno de los cajones un pequeño botecito antes de ponerle algo de agua y tomar una toalla de mano de otro cajón.
- Ven aquí chaton. - Lo conduje de nuevo a la silla de mi escritorio para que se sentará, deje las cosas sobre el escritorio antes de quitarle las orejas ante su sorpresiva expresión.
Las deje sobre el escritorio sin una palabra antes de mojarme las manos por completo y llevarlas a su cabello.
Comencé a mojarlo bastante, mojando mis manos un par de veces más, antes de buscar en un cajón de mi escritorio mi cepillo y comenzar a peinar el cabello rebelde de Chat hacia atrás. No tomó mucho, ya que la humedad facilitó todo, y pronto pude poner de nuevo las orejas enganchando al cabello los clips invisibles.
- Listo, ahora si galán. - Le guiñe un ojo antes de dispararle con una mano una bala invisible. - Ve a conquistar chicas gatito.
Me aleje para que él pudiera pararse e ir a verse a mi espejo de nuevo, mientras yo volvía a mi cama para tomar el saco negro que aún no se había puesto.
Algo emocionada de repente comencé a revisar todas las costuras de la parte de adentro y los bolsillos para no estar insegura de que lo había hecho.
Todo parecía estar en orden cuando escuche los pasos de Chat de nuevo a mí.
- Realmente sacaste mi gatastico encanto, Princess. - Él bromeó mientras giñaba un ojo hacia mi.
Tuve que suprimir el intento de girar mis ojos ante eso.
- Sí, sí gato coqueto, lo que sea, ponte esto. - Di vuelta el saco para que la parte interna verde quedará frente a él para que se diera vuelta y comenzará a colocarlo con mi ayuda. - Tiene un par de bolsillos internos por si las dudas, además de los externos. - Explique como si simplemente me hubiera emocionado al hacerlo, pero sólo era una mentira porque sabía que esos bolsillos servirían para que llevara a su Kwami con él.
Él sonrió.
- Siempre la mejor, Princess. - Acomodo la corbata negra y el saco recién puesto antes de observar bajo su manga izquierda un reloj plateado. - Pero ya debo retirarme, My Lady debe estar esperando a su caballero.
Tomó mi mano izquierda para dejar un beso superficial mientras hacía una reverencia antes de ir corriendo detrás de la pared rosa de nuevo y decir unas palabras en voz baja antes de volver a salir, pero ahora en su traje normal de Chat Noir y con un bollo grande blanco entre sus manos, su ropa de civil pensé.
- No vemos y siempre es un placer. - Subió a mi ventana de un salto y desapareció en un instante sin dejar rastros.
Allí entendí de nuevo que yo también tengo que irme.
Tikki apareció frente a mi rostro con un pinta labios entre sus pequeños bracitos.
Sonreí sin poder evitarlo.
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Bueno, bueno, bueno, ¡Es tarde, es tarde, es tarde!
Saliste por un par de techos antes de lanzar mi yo-yo hacia el edificio alto que se atravesó en mi camino antes de continuar mi camino.
El maquillaje llevo mucho tiempo, el peinado quizás un poco menos al tener la idea mientras avanzaba.
Y colocarme el vestido fue realmente rápido, el problema cayó cuando tenía que buscar la máscara que había hecho...
No la encontraba por ninguna parte, por más que deje revueltas mis sábanas de buscar en mi cama, algunas cosas tire de mi armario y también mi escritorio, Tikki fue poseída por mi ansiedad y también buscaba por todos lados, hasta que abrí el tercer cajón de mi escritorio y sentí mi alma volver a mi cuerpo al verla inocentemente allí.. Hasta que la tome y noté finalmente lo que había debajo.
Quizás la sensación de rotura hubiera sido real si Tikki no hubiera alcanzado la máscara antes de que impactará en el suelo en muchos pedazos.
- Marinette..
Ella apenas susurró cerca de mi, como lamentó silencioso intentado consolarme, puesto que no podía ver nada más que la mirada despejada en las fotos y recortes de entrevistas de.. Adrien Agreste en mi cajón.
Aún estaban allí.
Aún no las había quitado de mi vida.
Y quizás muy cobardemente fingía que ya lo había hecho.
Cuando sentí que un hormigueo nacía desde algún lugar de mi cuerpo y quería bañarlo por completo fue que reaccione, y quizás no por mi propio bien.
- Debemos irnos, Marinette..
Tikki se interpuso a mi mirada antes de cerrar lentamente el cajón y colocar lentamente mi máscara en su lugar.
- Tikki...Transformación…
Fight fell [KHR]
(Escenas escritas para una parte 2 de una historia de wattpad que había escrito y se llama: Nuestro adorado cielo)
Cuidar de este chico no va a traer buenos resultados.
Ése había sido el pensamiento del Hitman, ex arcobaleno del sol.
Antes de que todo esto comenzará.
Antes de que todo este problema comenzará.
^#&*&#^
Le extrañaba verlo con esa apariencia o bueno no tanto si pensabas que estuvo encerrado en un frasco por unos años.
Aún así, según él, era irresponsable dejarle para cuidar a ellos a ese monstruo.
Pasara el tiempo que pasará.
Tuvo que apretar su puño para alargar esa poca tolerancia que tenía, para asombro de muchos.
Tenía que dar el "magnífico aviso" de su nuevo huésped, y aquellos incompetentes niños de jardín no podían quedarse quietos y en silencio por unos miseros minutos cuando estaban en una misma habitación.
Respiro profundo y observó por un segundo a su estudiante que estaba observando a sus propios guardianes con algo de pánico.
Si bien ese chico era el único candidato que pudo aparecer no se había comparado con el gran Cielo que habían...
Entrecerró sus ojos al pensar aquello.
Eso no importaba.
Carraspeo su garganta, sabiendo de antemano que aquello no llamaría la atención de aquellos incompetentes.
De un movimiento veloz de los que se conocía al Hitman número uno del mundo, tomó su arma y apuntó al techo disparando una sola bala lo cual provocó que el sonido retumbaba en toda la habitación.
Logró que todos voltean a observar en segundos con esa desfigurada expresión de temor palpada en sus rostros junto con la palidez apoderarse de sus cuerpos.
E incluso Mukuro y Hibari..
La expresión misma del terror.
Una de la que lastimamente no podría ser causante.
Y eso daba terror.
En ese instante se volteó sobre sí mismo apuntando a lo que antes le había estado dando la espalda como ignorante, palideciendo al instante como si hubiera visto un fantasma.
- Ya despertaste, ¿Te sientes bien? - Yurikiri habló entre medio de todo el silencio con el recién llegado, ignorando olímpicamente el hecho de que sus guardianes palidecieron de un segundo a otro y no pudieron reaccionar adecuadamente.
Ante aquella persona aún desconocida para él.
Un convicto de Vindice.
Aquello era lo único que sabía de él.
Una pálida mano era lo único que servía como apoyo a un flojo, delgado y a simple vista frágil cuerpo de lo que parecería ser un muerto en vida.
Vestido solo con una camisa a la cual le faltaban los primeros dos botones con manchas rojas transparentes que se mezclaban con el tono gris de la propia prenda, y unos pantalones negros que se notaba a leguas que estaban muy desgastados por el uso que le dieron.
Descalzo y con una mirada perdida en algún sitio lejano.
- ¿T-Tsuna?..
- Tsunayoshi...
Unos ojos perdidos que no parecían querer volver.
-*~*-
Los guardianes sólo reaccionaron a sacar sus armas en cuanto esa presencia aterradora había salido de la habitación en compañía del jefe de Vongola.
No pudiendo entender lo que sucedía.
- ¿E-ese... era... Juudaime?
Incluso las palabras parecían borrarse del sistema.
- Se encontraba... en Vindice...
- Esto es temporal.
Todas las miradas cayeron sobre el Hitman al escuchar su voz tan seria.
Aún así ninguno tuvo el tiempo de realizar alguna pregunta a ello.
- El lugar en que lo mantenían encerrado ya no está en condiciones, - Observó a cada uno endureciendo su rostro al recordar la poca información que le habían brindado. - por lo tanto se quedará con nosotros, a más tardar un mes, hasta que resuelvan el problema.
No se oía ninguna protesta por el hecho de que aún la noticia estaba siendo digerida.
¿En verdad... él era Tsuna?
#*$/^\$*#
Había tomado del brazo derecho pálido, frío, casi inerte de aquella persona quién aún no conocía.
No sabía quién lo había guiado desde la enfermería de la mansión hasta donde ellos estaban.
Porque el lugar era verdaderamente grande.
Incluso él se perdía aunque fuera su casa, a palabras de su tutor.
Ahora lo llevaba hacia el comedor del lugar porque esa palidez y delgadez decían todo.
Más el contrario la pregunta que le había hecho antes al verlo despierto no había sido respondida, incluso ni le dirigía la mirada.
Era como si lo ignorara.
Pero no se negaba a que lo ayudará a caminar o que lo guiará a algún sitio que desconocía.
Simplemente se dejaba jalar caminando con pasos torpes que no se le enredaban entre sí o eran arrastrados.
Era triste verlo de aquella forma.
No quería ni pensar en qué clase de lugar había estado viviendo.
Lo único que sabía de él era que "Es un convicto de Vindice" fuera lo que fuera eso y que se llamaba "Tsunayoshi", según había escuchado decir a Mukuro.
O tal vez no era su nombre y sólo lo llamaban así.
Fuera como fuera debería preguntárselo a él para saber, parecía haber una historia detrás.
Pero por el momento lo llevaría a probar alimento.
Llegaron finalmente a las escaleras.
Por lo que rodeó la espalda ajena con su brazo izquierdo y llevó a sus propios hombros el brazo derecho del otro, ayudándole poco a poco a bajar las escaleras.
No podía cargarlo en su espalda porque por más que fuera delgado él mismo podía apenas con su cuerpo.
A la mitad de las escaleras unos sirvientes de la casa lo vieron y subieron las escaleras para ayudarle hasta que le vieron el rostro al chico pálido.
Quedaron petrificados e incluso algunos se apartaron temerosos.
Era muy extraño por lo que cuando iba a preguntar salieron disparados hacia algún lugar.
Dejando que terminara la tarea que comencé sólo.
Llegando al final de las escaleras y caminando hacia el comedor.
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Todas las actitudes eran extrañas.
Las de sus guardianes, la de su tutor, la de los trabajadores de la mansión, todo era extraño.
De algo no estaba enterado.
Había ayudado al castaño pálido a sentarse al lado de él en una de las sillas de los costados de la enorme mesa.
Y las cocineras habían preparado el almuerzo y lo habían servido a lo largo de la mesa.
Sus guardianes y su tutor comían, pero con un comportamiento extraño ante sus ojos.
Él intentaba comer, pero apenas girando su rostro notaba que el muchacho pálido no comía y sólo observaba el suelo evitando las luces y la iluminación que entraba de afuera a través de las ventanas.
No comía y eso me preocupaba.
- Oye, ¿Cómo te llamas? - Intenté preguntarle sintiendo los saltos de sorpresa de algunos de mis guardianes en la mesa por romper el silencio incómodo que intentaban mantener.
Pero sólo recibí silencio de su parte.
- Yo me llamo Omoga Yurikiri. - Intenté presentarme al no tener ninguna reacción del contrario y continuar hablando con voz tranquila.
Pero sólo recibí la misma respuesta.
El silencio.
Mordi la piel dentro de mi mejilla sintiendo remordimiento por ello mientras observaba mi propia comida.
Ya ni siquiera tenía ganas de comer.
Mordí más fuerte la piel y apreté mis puños debajo de la mesa, no sabía porque pero me sentía inútil.
En un segundo me asuste al sentir una fría mano posada en la mejilla que mordía con fuerza.
Me precipité a voltear hacia mi izquierda, hacia el chico que era dueño de la fría mano el cual me observaba sin expresión, y con sus ojos perdidos.
La otra mano de él se movió lenta y de forma extraña hasta una de mis manos que apretaba con furia y la acarició de forma torpe y lenta.
Parecía perdido, ausente pero aún así ¿Sentía el dolor ajeno?
Voltee a ver a quienes son mis familia ahora encontrándome con que todos habían alzado sus armas hacia el chico a mi lado.
Observando alarmados sus movimientos.
En cambio volviendo a ver al castaño, esté simplemente los ignoraba dando caricias en donde yo ejercía dolor físico.
Era un muchacho extraño.
Afloje mi agarre cediendo a aquellas cálidas caricias.
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Era extraño pero terminé dando de comer al muchacho, que creo es más chico que yo.
En su comportamiento entendí que ya no sabía manejar sus manos y recordando las escaleras, tampoco sus pies.
Por lo que opté por tomar una cuchara y darle el puré de papas como si fuera un niño.
Y sorprendiéndome a pesar de mostrarse fuera de la realidad, del contorno, perdido, se dejaba hacer, se dejaba alimentar incluso más cooperativo que cualquier niño.
No decía una sola palabra, no se quejaba y no pedía más, simplemente esperaba en silencio a que le llevará alguna otra cosa para ingerir.
Incluso llegó a pensar con terror que si le diera una cucharada de clavos el contrario se la tragaría.
Fue horrible pensar aquéllo.
Pero estaba creyendo que el otro, por la forma de obedecer sin rechistar y en silencio, era capaz de dejarse mutilar.
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Me.. ahogó..
Me.. ahogó..
El aire.. es muy liviano.. no puedo... respirar bien...
¿Qué.. sucede?
¿Dónde.. ésta el agua?
¿Qué es.. esto?
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- Tienes que permanecer acostado y comer suficiente para recuperarte. - Habló el peli negro terminando de tapar al castaño con las mantas en aquélla cama.
El contrario simplemente observaba el vacío llegando a sorprender al jefe al de repente extender un poco su mano de la cama casi queriendo alzarla hacia el techo.
- Gao. - Un ruidito provocó que el de pelo negro perdiera su concentración del techo, creyendo que allí es hacia donde el contrario quería llegar, para que observara nuevamente la cama pegando un sobresalto al distinguir un animal de fuego justo al lado del castaño.
- ¡Wua! - Y cayendo al suelo de trasero sorprendido.
- Gao. - El pequeño y sorprendente animal de fuego se pegaba a las mejillas del castaño dando mimos y ronroneos a aquél rostro inexpresivo sin llegar a dar incentivos de estarse quemando. - Gao.
Un portazo repentino provocó otro sobresalto y un pequeño paro cardíaco en el peli negro.
- ¡Yurikiri!
- ¡Jefe!
- ¡Yuri!
Provocado por sus guardianes y tutor quienes entraban a la habitación armados y listos para atacar cualquier objetivo y amenaza contra su jefe.
Sólo observando un pequeño león de fuego parado frente a la cama en la que estaba el castaño observando el techo mostrando los dientes al sentir tanta amenaza hacia su dueño.
Advirtiendo que no se acerquen o los atacara.
- ¿Qué sucedió aquí? - Preguntó furioso el se sombrero apuntando con su arma hacia el animal hostil.
Atento a cualquier movimiento en falso de aquella criatura enlazada con una bestia incontrolable cuya cantidad de poder es desconocida.
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Se habían ido de la habitación luego de cerrarla con llave, de parte del patilludo, hacia la oficina del peli negro.
Quien estaba enfadado y extrañado de todo aquéllo.
Incapaz de saber porque no querían contarle todo lo que sucedía.
Al menos alrededor del chico pálido.
Si bien sólo era un niño quien había vivido una vida normal y de la nada era una persona importante del bajo mundo.
Porque un anillo brilló en sus manos.
No lograba entender nada.
Y a pesar del miedo no quería ser una persona ignorante sobre todo lo que sucedía, por lo que se hartó de estar en silencio.
- Reborn. - Preguntó ya cansado y decidido en preguntar, llamando la atención del Hitman el cual estaba perdido con la mente en algún lado al igual que los otros guardianes presentes. - Soy el único que no entiende del todo lo que sucede.
El mayor simplemente lo observó serio, al muchacho no debería importarle que le suceda a aquella cosa.
No lo conocía y tampoco tenía nada que ver con él.
No afectaría en nada el que conviva por quizás menos de un mes con el castaño.
Claramente si esté no lo ataca.
Ya que una vez vuelva a Vindice no lo volvería a ver o a tratar con él.
Era muy simple.
Y era verdad si quería hacerlo un buen mafioso, un buen jefe de la mafia debía informar de todas las cosas oscuras que atraía la mafia y de las cuales no podría huir.
Y él siempre pensaba que había que estar preparado.
El niño debía de estar preparado.
- Bien, te contaré todo.
Y con eso la historia debía seguir continuando.
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- ¿Quién es exactamente?, - Alzó una ceja el patilludo, casi con rabia, al preguntar al aire, o quizá a sí mismo, aquélla pregunta. - El Décimo Vongola. - Contestó casi queriendo apurarse e irse, fundido en recuerdos, quizá.
El más pequeño de la sala, el que no tenía idea, de nada más que el lugar desconocido del que venía el castaño, sintió en ese instante, que el pecho se le cerraba, del impacto de la no tan delicada respuesta dada.
- ¿Qué..? - Fue la sorpresa soltada que pudo formar con el aire que se le escapaba.
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Me.. ahogó.
Me pica.. mi cuerpo.
¿Qué.. es esto..?
Muevo mi mano.. y logro sentir algo suave bajo ella, no puedo tomarlo, pero está frío.
- Gao.
Escucho ese sonido y se me hace tan conocido.
No logro ver bien, mis ojos no quieren enfocar, sólo me dejan ver todo borroso, sólo esta todo blanco.
Hasta que algo se planta sobre mi cuerpo.
Y se acerca hasta mi rostro, dejándome sentir una suavidad y calor reconfortante, lo suficiente hasta que puedo enfocar y ver unos ojitos y un cuerpecito pequeño.
Ah.. es el perrito..
- ¡Gao, Gao!
Puedo sentir su áspera y pequeña lengua pasar por mi nariz y mis mejillas.
Parece que sí nos volvimos a ver.
- ¡Gao, Gao! - Parecías contestarme, casi sonriente.
Que lindo eres.
- ¡Gao!
Sólo digo la verdad.
Friega su pequeña cabecita contra mi mejilla.
Es tan cálido.
Dime pequeño, ¿qué es.. estó?
- ¡Gaao! - Saltó desde mi pecho hacia mi izquierda, no dejándome ver hacia dónde fue a parar desde donde estoy.
No puedo verte.
- Gao
¿Qué es lo que quieres?
- Gao.
Moví mis brazos y los apoyé sobre la cosa suave y fría bajo mi cuerpo.
Y comencé a ejercer fuerza para sentarme.
¿Qué era.. está superficie suave?
Y estas telas, ¿Están envolviendome...para qué?
Observé sentado hacia todos lados viendo borroso.
¿Ahora qué?
- Gao.
Lo escuché pero no pude verle, por la mala visión en todo esté blanco.
Pero pronto lo sentí sobre mi cuerpo de nuevo, al perro, justo sobre mis piernas.
¿A dónde vamos a ir?
- Gao
Pero no creo que funcionen.
El perrito brillante sólo observó hacia abajo, inspeccionando mis piernas.
- Gao. - Mencionó volviendo a verme.
Hace tiempo que no las uso pero si tanto quieres que lo haga...
Lo vi saltar de nuevo hacia mi izquierda saliendo de mi perímetro de visión.
Teniendo el momento para arrastrar mis piernas fuera de todas las telas frías y de la superficie suave.
Poniendo ambos pies en el suelo y dando un impulso para colocarme de pie.
Bien.. ¿Ahora.. qué?
- ¡Gaaaooo!
Bien, te seguiré.
- ¡Gao!
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Yamamoto.
Gokudera.
Sasagawa.
Bovino.
Ni siquiera Rokudo.
Ninguno quiso mirarme.
Pero, ¿quien los culparía?
Yo no, ya que me acababa de enterar de que el chico pálido con el cual todos los de la mansión mantienen todas las distancias que pueden, era literalmente su Jefe.
No le hablaban y salían corriendo.
Excepto mis guardianes.
Ellos sólo lo observaban atónitos al principio y ahora lo mantienen vigilado.
Si ese chico es el Décimo Vongola.. ¿Por qué yo también lo soy?
¿Si ya lo tenían para qué me buscaron?
- Es un asesino muy peligroso. - Había dicho mi tutor, casi como si estuviera respondiendo mis pensamientos. - Y estará con nosotros temporalmente en lo que Vindice logra reparar el estanque en el que lo mantuvieron.
Era el único que mencionaba palabras, los cinco guardianes presentes sólo se mantenían al margen observando hacia cualquier lado menos a él, o incluso perdidos en sus pensamientos.
¿Estanque?
Es la Mafia más peligrosa del mundo, claro que... aunque me da miedo pensarlo, el jefe debe ser un asesino a sangre fría.
¿Para ellos, porque eso estaba mal?
Si todos ellos.. asesinaban también, es así... lamentablemente.
- ¿Por qué es diferente con él?
No pude evitar obviar mi duda, escuchando las exhalaciones precipitadas de aire, sorprendidas.
Reborn sólo me observó sin ninguna emoción y se quedó en silencio.
- Tú no lo conocías antes.
Fueron las únicas palabras que le soltó el Hitman.
- Sawada Tsunayoshi. - Mencionó el mayor, sonando frío y quizás sólo un poco asqueado, provocando el temblor de varios en la sala. - Luego de estar inconsciente un tiempo por una herida casi mortal en una misión, - Se encaminó hacia los sillones de la oficina mientras los otros estaban simplemente de pie observando el suelo, a excepción de la Niebla que estaba apoyado en una pared y el Trueno que estaba recargado en el escritorio, los otros tres estaban de pie. - Despertó un día cualquiera y atacó a su familia. - Dijo claramente, algo demasiado simple de decir pero bastante complejo, el pelinegro hablaba como si fuera el acto a manos de una escoria, hablando con voz gruesa y apretando los dientes con furia, que no se daba el gusto de ocultar. - Los heridos no se despertaron hasta casi una semana después desde el ataque, si no fuera porque aún se sentían latidos en ellos ya los hubiéramos dado de baja. - Aclaró, observando hacia otro lado.
Y pensar que sus guardianes eran muy fuertes, que los hubiera vencido un muchacho pálido y en estado de muerto era imposible de imaginar.
No quiso preguntar pero a pesar de que el mayor tenía un aura que daba miedo él expuso sus dudas inocentes.
- Y.. ¿No pudieron ayudarlos los que lo mantuvieron encerrado hasta ahora?, ¿Los Vindice?
El contrario guardó silencio por un momento y por ello puedo hasta escuchar los latidos de las personas que estaban en ese lugar en un silencio doloroso.
- Vindice estuvo allí. - Reveló el Hitman, rompiendo el silencio del lugar y provocando la sorpresa en el menor, que no tomaba muy grave lo del castaño aún. - Como lo estuvieron los Arcobalenos, el grupo independiente de Varía, La familia Millefiore, La familia Shimon, La familia Cavallone, todos y cada uno de los aliados de Vongola fueron atacados por el que fue el Décimo Vongola.
Algo que realmente no se esperaba escuchar.
No podía escucharse más herido aquél hombre.
Y eso era.. muy extraño.
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¿A dónde es...que me estás llevando?
- Gao Gao.
¿Una oficina? Pero sigo sin saber bien en donde nos encontramos.
- Gao. - Dijo, sin voltear a verme y sin detenerse en su camino por el pasillo que no parece tener final.
¿Una Mansión?, ¿A quien veremos, es al dueño?
- Gaaoo.
¿Alguien importante?
-Gao.
¿No?, Bueno..
Pero.. ¿Para qué venimos entonces?
No me contestó pero se detuvo frente a una puerta casi de inmediato y me volteó a ver.
Golpeó su cabecita en la puerta frente a la que se había detenido.
Me hacía señas con su cabecita de que me acercará.
- Gao.. - Pronunció bajito, llevando sus ojos de mi hacia la puerta.
Di unos pasos y me acerque a la madera de la entrada hasta poder tocarla con las llemas de mis dedos, estaba fría, muy fría, y la puerta no se sentía como la madera.
¿Cuánto avanzó todo en lo que estuve dormido?
¿Una puerta de hierro?
¿Qué más ha avanzado?
La empuje con algo de dificultad y antes de que hubiera un espacio en el que pudiera caber, el perrito paso por el pequeño espacio que puede abrir.
Observando el suelo aún seguí empujando un poco más la pesada puerta hasta lograr un espacio en el que pudiera caber.
Pero antes de que pudiera entrar algo fue lanzado hacia mi dirección, por lo que agarré mi cabeza con ambas manos y me agache.
¿A alguien se le descontrolo algo?
Eso podría haber dañado a alguien.
Observé hacia atrás buscando con mi mirada cansada y borrosa qué había sido lanzado, diferenciando un jarrón quizá estrellado en el suelo.
Alguien podría haber salido muy mal de ese golpe.
- Hey, - Una voz habló, suave quizás, abriéndose paso en el silencio. - Deberías estar en cama. - Pronunció sin levantarse de su asiento.
Giré mi cabeza hacia mi espalda y observé sobre mi hombro el interior de la puerta que había movido.
Que extraño.
¿No se parecen... a algunas personas que he visto..?
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Las miradas de asombro y desconcierto, además de miedo mal disimulado, eran las que observaban al intruso recién llegado.
Era extraño observar allí.. de pie..
Con una piel ya no tan pálida como cuando llegó, pero aún así sin tener el color que debería.
Unos ojos aún llorosos y aún sin ese brillo con el cual los habían conocido y el cual no iban a tener jamás.
Y con aquél cachorro de león que los observaba expectante y amenazante, frente al recién llegado, ahora que ese Hitman había lanzado el florero.
Se habían quedado mudos.
¿Pues que iban a decir?
Pero..
Un paso fue dado.
Alertando a todos los presentes, obligándoles a colocarse de pie en segundos, quienes sacaron y aparecieron sus armas a la par, apuntando hacia ese hombre de ojos muertos que los enfrentaba.
Sin notar que el movimiento no fue de él, sino de..
- ¡No lo ataquen!
Ese grito los alertó, provocando que un par de armas fueron disparadas, una ilusión fuera creada y un rayo fuera lanzado.
Alertando a un animal furioso que se encontraba repensando sus actos.
No había sido buena idea llevarlo allí.
No lo querían allí.
Lo habían dejado sólo.
La furia lo dominó en segundos, provocando que el animal creciera, triplicando su tamaño, para recibir los impactos.
Él podía sentir que el ser detrás suyo estaba perdido, confundido y desolado, pero.. no sabía porqué.
Pero ahora podía hacerse a la idea de que su Cielo estaba en peligro.
Por ello mostrando los dientes y su potente figura, no pensaba moverse de en frente de Su Cielo.
No iba a dejar que le tocarán y lo hirieran, no de nuevo.
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Los ataques golpearon un objetivo y lo mantuvieron apresado.
He allí que cada uno estuviera alerta a cualquier movimiento siguiente.
No podían darse el lujo de asumir que ya había terminado.
El entrenamiento de los años los habían fortalecido para poder recibir a otro Cielo.
Intentando mantenerse erguidos en la espera.
Hasta qué hace medio año lo habían encontrado.
Y como no habían podido lograrlo ahora debían protegerlo.
De todas las potentes amenazas.
Incluso ésa.
Las miradas afiladas no se apartaban del objetivo que se encontraba detrás del humo.
Tampoco aquélla que observaba preocupada, aterrada y confundida al mismo tiempo en esa dirección.
Hasta que inevitablemente se disipó el estorbo, dejándo observar.
Esa mirada... aún apagada..
Con una llama en su frente.
Eso no era bueno.
Y un león repleto de fuego que ya había perdido su forma y mostraba los dientes relucientes aún.
Daba miedo.
El aire se hacía difícil de respirar, tanto para asustados como para sorprendidos.
El miedo latente corría por las venas de todos los presentes.
¿Qué estaba sucediendo?
¿Eso era medianamente normal?
- Oye, tranquilo, todo está bien. - Una voz rompió el silencio suavemente alzando ambas manos en son de paz. - Tranquilo, tranquilo.
El león repleto de llamas observó a quien se acercaba, mostrándole los dientes y retrocediendo unos pasos para rodear a la persona detrás de él.
Demostrando sus intenciones.
Proteger.
- Bajen sus armas - Pidió amablemente el muchacho, ahora hacia sus guardianes y tutor, los cuales le observaba sorprendido.
¿Qué acaso estaba loco?
¡Ese sujeto era un asesino!
- Yurikiri, ya te dije lo que hizo, mantente atrás. - Habló firme el de sombrero, volviendo su vista al frente. - Sabemos de lo que es capaz.
El más pequeño, de edad, observó de nuevo al muchacho detrás del león furioso.
Debe ser doloroso que tu familia te odie, ¿No es así?
Notaba que aquel no hacía nada, simplemente se mantenía parado detrás del animal, observando perdidamente hacia un lado.
El silencio del lugar dejaba saber que no podría hacer nada para ser escuchado.
Más en ese momento observó que aquel castaño hizo un movimiento que lo sorprendió.
Movió su rostro hasta su posición, como si lo estuviera observando y lo hubiera sentido.
Y en ese instante, se desplomó contra el suelo rápidamente y comenzó a llorar en silencio.
Podía notar las lágrimas caer de sus ojos mientras estos ahora observaban a la nada.
Él estaba sufriendo.
Y sólo él lo sabía, ya que el león no lo observaba.
Y sus guardianes sólo apuntaban, listos para atacar.
¿Por qué estaba sucediendo todo eso?
¿Por qué el mundo la tenía contra esa persona?
Uno en silencio siempre sufre solo.
No podría ser peor.
Estaban todos sentados en una mesa, incluido ese cachorro de león sobre las piernas del castaño con los ojos muertos.
No podía tornarse más incómodo u aterrador.
¿O si?
Nadie quería mediar palabra, porque sabían que tarde o temprano terminarían hablando del peculiar caso.
Y era como intentar evitar el tema que estaba de moda.
Algo prácticamente imposible.
El león parecía un simple gato con el castaño.
No se animaba a intentar acariciarlo por temor a que lo viera como una amenaza y lo atacara.
Mientras el castaño de piel blanquecina no hacía ningún movimiento.
Le parecía un poco preocupante pero no le molestaba alimentarlo si era necesario, llegaba a verlo como si tuviera un pequeño hermano, lo cual le agradaba teniendo en cuenta que es hijo único.
Pero como un chorro de agua fría le vuelve a la mente la charla que habían tenido hacía una hora atrás sobre que ese muchacho, ese que tenía a su derecha era mayor que él.
Pero no aparentaba más de quince años ¿Cuántos tendría sino?
#*&$&*#
Había niebla en su mente, una que no quería disolverse por ninguna razón.
Eso solo lo dejaba con un actuar irregular en todo ese show.
No tenía un papel que seguir, ni un personaje que interpretar.
Estaba perdido y nadie sabía darle indicaciones.
Le dolía todo y no podía recordar qué era lo que lo tenía con un vacío en el pecho.
Sentía odio hacia sí mismo, no entendía muy bien si era completamente de su propia parte.
O si venía de afuera.
Quería volver.
Volver a estar sólo, a no pensar en nada.
Volver.. A ignorar todo..
La sensación de asfixia había aumentado y un dolor infundido sin explicación había comenzado a crecer desde que estaba en ese lugar.
Esas personas que sentía que conocía, podía ver, sentía, que le repudiaban.
Era algo malo para ellos y no podía recordar el qué o el porqué.
A pesar de las muchas personas que creía conocer de algún lugar, también había un niño.
Un niño inocente, amable, sin intenciones hostiles, siquiera hacia él.
Era muy extraño y algo reconfortante.
Sentía al perrito brillante sobre mis piernas, calmado, cálido y muy pequeño.
Volví mi vista de donde fuera que la tuviera fija, hacia el frente, recibiendo el rostro sorprendido y luego fruncido de un hombre con cabello plateado.
Él me miraba de forma hostil y sentía en él un remolino de otras sensaciones.
Como si me chocara una tormenta de agua.
Confusión, tristeza, miedo, odio, incomodidad.
Podía pensar que eran dirigidas hacia mi, pero no lo tenía muy claro en mi mente.
Apenas moví mi rostro unos centímetros más a mi izquierda, observando ahora a un hombre de cabellos negros muy corto.
Esté también me observaba frunciendo su ceño hacia mí
Lo había detectado porque el primero y ese se habían tomado repentinamente de las manos debajo de la mesa.
Confort, apoyo, amor, tranquilidad, comprensión.
Parecían tranquilizarse porque de un momento a otro las sensaciones que recibía de ellos eran completamente distintas.
De punzantes y amenazantes a cálidas y reconfortantes.
¿Cómo podrías reaccionar ante una vista como esa? El rostro del niño estaba arruinado por las marcas de ruptura que crecían desde su barbilla, como una pared agrietada luego de un poderoso golpe, pero de una forma más enfermiza porque ese es el rostro de una persona. Un niño.
Quizás fue obvio:
Encontré imágenes de Pink Diamond y de repente pensé en como ella podría haber descubierto sus poderes sanadores o creadores de vida: Son lágrimas.
Entonces inmediatamente después pense: Pink vivía llorando, ya que las otras diamantes la usaban de entretenimiento y cuando se cansaban o no estaban de acuerdo con ella la apartaban o encerraban, disque para que "reflexionara".
Tanto llanto y bronca encerrados tenían que explotar, no?
(Por cierto, soy de quienes no la defienden ir lo que hizo a Steven, sólo quería escribir esto porque fue como una revelación para mi)
Observo cansado el indefenso escritorio completamente libre de alguna pizca de polvo o algún recuerdo de papeles, lo observo sin realmente saber que sentir al respecto. Rodo sus hombros y movió su cuello reaccionando al estar tanto tiempo allí quieto, encorbado y observando. Suspiro y parpadeo lentamente antes de extender su brazo y arrojar el bidon en su mano izquierda, sin ninguna vacilación, antes de comenzar a alejarse hacia la única puerta y sin mirar atrás. El líquido se salpico por todas partes por el insensible lanzamiento hacia el escritorio de madera pulida. Se detuvo en el marco de la puerta un segundo antes de sacar un simple papel de su bolsillo y encenderlo con una chispa que cobró vida entre sus cicatrizados dedos, lo lanzó sobre sus hombros y avanzó sin voltear ningún momento. A pesar de haber sido entrenado duramente como un asesino, sus pasos traicionaron todo si entrenamiento al hacer ruido y romper el silencio sepulcral de los pasillos, continuó sin darle el más mínimo miramiento, no le importaba a estas alturas realmente. Cruzó pasillos oscuros que se sabía de memoria, sin mirar hacia las habitaciones alrededor, ni hacia las paredes destruidas a su alrededor, ni a la sangre camuflada por la oscuridad a su alrededor. A estas alturas, ¿Qué más daba? El fuego comenzó a expandirse rápidamente, pero no aceleró su paso, tranquilo, lento, muerto... tap..tap..tap..tap Llego a la entrada y no se detuvo a abrir la puerta, puesto que ya no la había, ni restos para variar, todo estaba en cenizas, el aire se aseguraba de que llegarán a todos lados. Avanzó hacia afuera, un par de metros y ya, volteó a ver la enorme mansión, que había dejado atrás y a la cual no pensaba volver, y la observo silenciosamente mientras comenzaba a arder. Valla infierno. Parpadeo. Parpadeo nuevamente y sus ojos se movieron hacia sus lados de forma confundida, algo pasaba, algo venia. La mansión género un pequeña explosión, la cocina probablemente, y el se sobresalto ligeramente, sus músculos se tenzaron y sintió su estómago arder. Todo en llamas, todo en llamas. Se comenzaron a escuchar motores demasiado cerca y volteó rápidamente, policías. Movió su pierna izquierda hacia su derecha y corrío. Los autos se escucharon más cerca, pisandole los talones, pero él no era nada lento ni promedio, había sido entrenado por un Hitman después de todo. Corrió, corrió y corrió, hasta perderse entre la maleza y los árboles. %-%-%-%-%-%-%-%-%
Abrió sus ojos y todo era diferente, personas lo rodeaban y vestían de azul, esposas y armas, pero no eran las esposas, no eran las armas, entonces volvió a correr, y corrió y corrió fuera de las malesas, fuera de los árboles y volvió al concreto, volvio a huir de poder esconderse, está seguro de que escucho un elicoptero o dos no muy lejos por sobre su cabeza. Y sus zapatos sólo clap, clap, clap. La mansión de nuevo brillo frente a sus ojos mientras su aliento soplaba una pequeña nube blanca por el esfuerzo. Los autos aparecieron en algún momento y lo perseguían aún más cerca, elicopteros confirmados tan cerca del suelo que le rozaban las hojas a los árboles solitarios más cercanos. Su corazón latía fuerte y presionaba su pecho dolorosamente. ¿Qué estaba haciendo de nuevo? La mansión se acercaba, se acercaba y está tan cerca, y porque no morir de una vez. Sin padre, sin madre, sin amigos, sin familia, que más daba. - Quiero ir con ellos - Fue el último pensamiento mientras extendía su brazo hacia las llamas de la mansión, su mansión, en la cual había perdido todo y ya no tenía nada Que más da. El fuego estaba en la punta de sus dedos, tan amenazante, tan destructivo, tan frío, y salió de su interior. Un momento estuvo muy cerca de la llama que lloraba entre sus dedos y en tan solo un latido hubo una bala cruzando su pierna, sangre salpicando por todos lados y los rostros de su familia observandolo desde más allá de sus llamas, sólo obaervandolo. Un latido y estaba contra el suelo siendo esposado. Otro latido y estaba siendo jalado dentro de una camioneta de policía. El último latido y sólo podía observar llamas de colores desde la ventana de la camioneta que lo custodiaba, luego se fueron las luces.
Siempre es un buen momento para cobrar manutención de nuevos hijos clones adoptados
Au idea for dp x dc. Gremlin-Mentor au!
Danny has saved his world and created a balance between the ghosts and humans.
Over throwing Pariah Dark left him in line for the throne and he is being taught the politics and skills needed for him to rule. He won’t be ready for that position for at least a hundred years but that was expected since there is a lot to learn.
His parents know about Phantom and ghost hunting with the intent to harm the ghost is now illegal across the world.
Danny managed to pull his grades up and get into a good astrophysics program that he graduated from with honours. He’s lined up to get a job with NASA next year.
For the last 11 years everything has been working out perfectly for him. He has family, friends, and ghosts working with him to keep things from falling apart. He is going to start working at his dream job and no longer has to worry about fights popping up when he doesn’t want them too.
Danny is 27 and bored as Hel.
Things are great, but stagnant. He is powerful enough that fights with any ghost below an Ancient are over before he even gets warmed up. Murder has become non-existent since ghosts being a thing have forced everyone to realize that the dead have a high chance of coming back. Human crime is something Danny just leaves for the police so he isn’t needed as a hero as much anymore.
All Danny does is study at this point.
Until Dani comes asking for help.
Apparently in one of the dimensions that his little clone sister visited, she found an Earth saturated with heroes and villains. Dani had enjoyed looking around and learning about the cultures and mindsets of the people their but since Dani was more ghost then human she was more ruled by her obsession to travel and knew she wouldn’t be staying long.
This is usually not a problem for Dani since she can come back and visit places she’s been too every once and a while before she feels the pull to travel again. Except, while she was there, she had been spying on the heroes and apparently there was a clone of a hero who wanted to take after his original. Unfortunately, unlike Danny, the original hero didn’t take well to being cloned by his nemesis with the intent of being replaced. The clone has no mentor and no family that he can fall back on and Dani is terrified that this kid will get killed or get manipulated into joining the villains.
It got to the point where Dani broke down crying about how this kid just wanted to be like his “dad” and yet the guy who holds that title decided that this kid was going to be evil regardless and that he wasn’t even worth basic human respect.
So what was Danny to do other then promise to mentor the kid and mess with said original on Dani’s behalf.
Cue Danny popping in and out of the DC universe whenever he has time to shout life advice at Superboy much to the confusion of absolutely everyone. (Think the trope for Peter B Parker and Miles except Superboy doesn’t actually know this man who keeps wondering out of glowing portals. He is also mildly concerned that he can’t hear the dudes heartbeat but Conner does feel oddly supported and appreciated, not to mention that all the advice he’s been given actually helps even if it’s embarrassing)
Danny (the Random black hair blue raccoon-eyed man wearing ripped jeans and a disintegrating NASA hoodie, drinking a coffee so black it looks solid all the while balancing on a street lamp): “AIM FOR THE EYES, CHIN, CROTCH AND BEHIND THE KNEES IF THE OPPONENT IS STRONGER THEN YOU!!!”
“THERE IS NO SHAME IN FIGHTING DIRTY SO FIGHT DIRTY AND IF YOU NEED TO RUN THAT IS OKAY TOO SINCE RUNNING MEANS YOU LIVED AND THAT IS ALWAYS A WIN! YOU CAN ALWAYS COME BACK TO A FIGHT BUT YOU CAN’T ALWAYS COME BACK TO LIFE!!!!”
Superboy (who is very confused and frustrated and losing the fight to one of Superman’s regular villains and decides to fuck it and follow the weird man’s advice) : *surprised that the punch to the chin knocks the villain back far enough for Conner to catch his breath* that’s actually good advice??
Superboy actively thinking about the rest of the advice and realizing it makes a lot of sense and isn’t demeaning his skills as a hero in anyway. This man keeps showing up so Conner guesses he has a mentor now??
Justice League is confused and ‘totally unrelated to this’ Superman has been having the worst year of his life from various mishaps that have befallen him at home, work, and in his hero career.
Amo está idea
Ok, but a ghost learns that there are only three halfas in existence and tries to make a nature documentary on them to raise awareness. Vlad and Danny keep having to exasperatedly chase this guy out of their homes because he risks blowing their secret identities.
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