Algunas situaciones saltan de la nada. No esperaba enterarse algo tarde que estaba esperando un alienígena pequeño. Y tampoco espero que casi al mismo tiempo los Vengadores se metieran en sus vidas siendo Venom. Pero protegerían su descendencia de todos _____________ No podía dejar los tomates fuera de su lista. Incluso había tenido que cruzar media ciudad para encontrar una buena verduleria en la que le gustarán los tomates. Al menos con eso estaba desde hacía un mes y unas semanas, pero, ¿Qué más daba? No le presto mucha atención. Carne, Eddie. Hay suficiente en casa, amor. Colocó el séptimo tomate en la bolsa que mantenía en una de sus manos y la cerró, dando por terminada la pequeña excursión por sus preciados tomates. Se le hacía agua a la boca de tan sólo pensar en llegar a casa y morderlos. Su propio estómago gruñó a su pensamiento, tenía hambre de nuevo, aunque no era nada fuera de la rutina. Camino tranquilamente hasta la caja para pagar por su pequeña compra y luego tomó rumbo hacia afuera del pequeño local y hacia su motocicleta. Hambre, Eddie. La voz de su otro le llamaba en su mente por el rugido de sus entrañas, sólo pudo frotarse ligeramente el estómago intentando apaciguar momentáneamente. Si, si, aguanta un poco más.
Ser un demonio no había sido obra de la mejor de mis suertes. Podría ser llamado Guardián, pero estaba convencido de que no lo era realmente. Incluso si me hubieran dejado elegir me hubiera gustado no serlo. O no 'Renacer'. ..Porqué.. Aún puedo recordarlo.. ..A él.. ___________ Mezclaba la historia de Gravity falls y algunos de sus AU's como: Fight Falls, Reverse Falls y Zero Gravity. ___________ Lo principal resalta que Mabel y Dipper son guardianes. Bill y, y su álter ego, Will son hermanos gemelos que por razones muy pocos saludables terminan en el pueblo de Oregón: Gravity Falls. De todo esto resulta que en la vida pasada de Dipper, él y el demonio de los sueños Bill había terminado en una relación romántica, o lo mejor que podían llevarla, incluso antes del raromagedon. El desastre sólo provocó que el demonio muriera y Dipper quedará solo. En algún punto de la eternidad Dipper relación como un demonio y todos sus seres queridos habian terminado en algo relacionado, menos Bill. El demonio no aparecía y no parecía querer aparecer. Dipper se hizo cargo de su trabajo aún si no había nadie que lo obligará, se sentía bajo la estricta regla de hacerlo. Aún si es el único que recuerda la vida pasada, no puede olvidarla. Y en alguna parte de todo eso, aparecen los gemelos, a quienes no hubiera conocido si Bill no hubiera encontrado el diario número 3 que definitivamente ellos no podían tener. AllÍ comienza la exhaustiva ruleta llena de desastres y encuentros poco gratos. (Incluso si Bill crece y se hace un adulto puede que recupere los recuerdos de quién es realmente el Demonio Dipper con el que pelea dead que tiene doce años.) ___________ Mabel se revoloteaba en algún lugar, gritando que debía de ver algo por sí misma. Sólo alcanzando a despedirse a gritos sin mirarme ni un instante. Pero no se podía hacer nada así era ella y me alegraba que no hubiera cambiado nada. Lo único que aún me mantenía algo agobiado, y de lo cual aún no he decidido compartir con nadie más, es que duele ser el único que lo sabe. Es como si estuviera maldito a recordar. Sólo yo y nadie más. Como si quisiera reírse de mi dolor y mi desgracia por el resto de la eternidad. Porque no teníamos edades que pudiéramos contar o soltar fácilmente sin que nos llamarán mentirosos. A menos que bueno se supiera que éramos demonios o guardianes, ya lo que fuera estaba bien. Eran algunas cosas estúpidas que debería olvidar. Ya había pasado mucho tiempo desde que había 'aparecido' pero no se me había permitido olvidar nada. Pase muchos años intentándolo, pero no funcionó. Termine resignandome a ignorarlo y ocultarlo muy al fondo para no darle demasiada atención. Porque después de todo, si ese demonio fue destruido no debía de volverlo a ver, y si ese fuera el caso habrían muy pocas oportunidades de que fuera a estar cerca de donde yo me pudiera encontrar.
Tsuna se convierte en Arcobaleno contra su voluntad, obvio. No vive una buena vida, la vida es una mierda. Un hombre extraño le ofrece ayudar al mundo a cambio minimizar su vida, y Tsuna se pregunta que hizo el mundo por él como para hacer algo así por el. Pero no llega a aceptar cuando el hombre extraño, que invade su vida y su habitación, hace trampa y no le deja responder antes de poner una cadena alrededor de su cuello con un chupete anaranjado brillante. - Eso es hacer trampa. El hombre sólo sonrió por la queja que no parecía queja por el niño que no se veía enojado, quizás no expresaba nada en su rostro ni en su voz, parecía tan vacío. - Es una forma de decirlo. Y Tsuna se queda sólo en su cuarto unos días antes de que el tramposo vuelva a su casa y prácticamente lo echará de ella para que viajará a Italia. Obvio ese tipo le pago el viaje, lo mínimo por hacer trampa. Y cuando queda sólo de nuevo, en esa enorme casa nueva, no pude evitar pensar que nada cambio; Sigue sólo en una enorme casa vacía y silenciosa. Luego comienzan a llegar de formas extrañas esas personas ruidosas a las que él no logra comprender, pero parecen no querer perderlo de vista luego de estar en su casa por dos días o menos. Parece que no quieren que haga más sus propias comidas, sólo porque sus manos se caen en el agua hirviendo o quizás su codo se sumerge en aceite caliente o su cabeza se inclina muy cerca de la hornalla prendida. Incluso lo acompañan hasta el baño, algunas veces se turnan para bañarse con él. No le importa incluso ahora, esas personas no parecen querer cortarle los dedos, porque incluso una mirada a sus manos garantizan que allí siguen. (Quizás los Arcobalenos logren en algún punto ayudar a Tsuna a abrir su caja de arcoiris cerrada con candados y escondida en una caja fuerte) En algún punto, en un baño con ése sujeto Fon, Tsuna observa el chupete rojo sobre el pecho musculoso y claro y se observa el propio antes de pensar; ¿Qué pasa si lo rompo? Ahora los Arcobalenos no pueden dejarlo sólo porque parece que aprovecha cualquier oportunidad para intentar romper su chupete. Sin chupete no hay más Arcobalenos. Sin chupete = No más portador Tsuna moriría.
Idea para historia. Gravity Falls; Transcendence Falls. Jamás le había dicho a Mabel el verdadero motivo por el que había terminado de aquélla forma. Y no pensaba decírselo jamás. Tampoco creía que fuera tan malo. Se había callado muchas cosas a lo largo de su vida, ¿Acaso importaba una más? -*-*-*-*-*- Era como soñar que despiertas dentro de tu propia tumba y luego despertar de verdad y encontrarte verdaderamente dentro de un ataúd. Era como estar en una cárcel con llaves pero aún así no poder salir.
KHR AU (Omegaverse)
En el mundo controlado por las jerarquías, no todos son inocentes.
Alfas codiciosos, Betas indiferentes, y Omegas..
¿Omegas qué?
Fraudes.
________
La vida en sociedad era cruel.
Uno tenía que nacer como pudiera y ya tener suerte.
Porque la mayoría de Alfas asesinaban a un gran grupo de sus propios hijos, no natos, por ser Omegas o Betas.
Más una pequeña cantidad lograba tener la dicha de llegar al mundo, pero no de vivir bien en él.
Pero era muy injusto aquello.
#$&$#
En una época como esta, moderna, la sociedad sigue siendo inevitablemente egoísta.
Quién no estuviera de acuerdo con las reglas deberá cerrar la boca y acatarlas de igual forma.
Así es como tratan a los Omegas.
Quizás los Betas no sean tan crueles, pero no pueden hacer nada contra lo que les ordena un Alfa.
O bueno, al menos no quien no teme morir o quién no tenga algo que proteger.
Pero algunas cosas terminan por sorprendernos tarde o temprano.
Tsuna "trabaja" de vientre de alquiler para hacer felices a muchas personas. Tsuna también tiene a su amigo que es amante del béisbol, (al cual no ha querido contarle al respecto o sí, dependiendo porque necesitará a alguien que lo cubra) Yamamoto es un jugador muy devoto al deporte y un verdadero amante del deporte, como Ryohei, quien lo ha intentado de convencer para que entre en su club de boxeo luego de que lo 0bservara defender a alguien de una pequeña pandilla en la calle. Dan miedo ambos amigos de Tsuna, ambos son muy amables y tontos, pero no saben lo que verdaderamente hay detrás de esa despreocupación, y todo por Tsuna.
_____________
Puede ser como no Omegaverse.
Pensaba en 1827.
Y aunque debería ir transformada, porque se que Hawk Moth está al tanto del baile, realmente pensé que no podría forzar a Tikki hasta su límite esperando que apareciera un Akuma toda una noche.
Por lo que a la par ya tenía la idea de fabricar una máscara de Ladybug para usar en conjunto con el vestido.
Todo debía de quedar en completo secreto por lo que pospuse las juntas de chicas en mi casa para después del baile, allí ya podría esconder todo en una caja forrada detrás de unas tablas en mi armario.
Hasta entonces sólo tengo los bocetos que van tomando forma con las horas de inspiración en casa y en clase sin que nadie lo supiera.
Hasta que tuve que hacer una pausa porque Adrien me pidió ayuda con la chica que le gusta.
Allí fue cuando me quise morir porque en un principio pensé que hablaba de mi, que ingenua soy.
Resulta que lo terminaré acompañando a su cita para que tenga confianza con ella.
Creo que escuche el cristal romperse en ese instante.
De alguna forma le terminé contando a mi grupo de amigas y terminamos en casa de Juleka ya que dije que en mi casa no podíamos por el momento por.. Asuntos familiares.
Realmente tuve mucha suerte de conseguir un grupo de amigas tan buenas como ellas, pero realmente me sentía mal al pensar en que él la pasaría como yo la estoy pasando, si no lo ayudo.
Y a pesar de todo, no es justo.
Decidí ir de todas formas y contra todo pronóstico para ayudarle.
Y Luka decidió darme una mano a pesar de que no sabía nada en concreto.
_&_%_&_%_&_
¿Es realmente extraño que sepa qué decirle a Adrien pero yo misma no pueda seguir mis consejos?
Incluso Luka ayudo, creo que al final él sí supo el motivo por el que lo invite.
Debe ser alguna dolorosa prueba del destino o algo así que dice que nosotros no debemos estar juntos.
- ¿Estás bien, Marinette?
Me forse a voltear y prestar atención a mi compañero de patinaje, porque mirar de lejos a la linda pareja que hacen Adrien y Kagami no va a ayudar a recoger los cristales rotos, y es injusto que le haga esto a Luka, cuando él es tan amable y gentil conmigo.
- ¿Eh? Si.. Todo bien..
¿Incluso cómo es que Luka patina tan bien?
Incluso lograba hacerme patinar muy bien, a pesar de que yo misma no terminaba de entender qué estaba haciendo.
Realmente es muy bueno y no sólo como patinador, es realmente muy buena persona.
Pero casi me caigo cuando apareció el señor que le había ofrecido clases de patinaje sobre hielo a Luka minutos atrás, ya tengo suficientes cosas como para intentar agregar una más por mi cuenta.
Aunque mi descuido de querer observar otra vez a Adrien me costó un poco, un golpe.
Quizás no es nada comparado con el dolor de ser Ladybug, pero tengo permitido sentir como una persona normal.. ¿Verdad?
Y creo que Kagami me odia.
Realmente no estoy hecha para hacer nada bien.
Aunque ¿No debería dejar a Adrien solo? ¿Por la paz?
Realmente no tengo ningún pensamiento que valga en esto, incluso preguntándole a Tikki no obtengo respuesta.
Soy la única que sabe la respuesta.
Y aunque me halaga que Adrien haya venido detrás de mí y vea por mi seguridad sólo logra confundir más mis pensamientos.
Él sólo me ve como una muy buena amiga, es todo Marinette.
Confesarme sólo echaría a perder nuestra amistad, no sirve intentarlo si a él le gusta Kagami.
Y parece que lo único que logró con mis acciones es enojar a las personas, porque incluso Chat se muestra distante porque rechazó su afecto.
Aunque está en todo su derecho de estar enojado.
Diría que sería más cruel aceptarlo mientras no le puedo corresponder.
Pero después de todo podemos resolver que mientras el mundo esté en peligro no hay real amenaza, y después de todo somos un gran equipo y sólo nos tenemos entre nosotros.
Y aunque nada de esto fue realmente una experiencia positiva, si hay cosas que lograron ser buenas; una es que a Tikki parecen gustarle las galletas de transformación, otra que Chat parece que conoció al maestro Fu y recibió las pociones de transformación, y la más importante es que no tendré que guardarle más ese gran secreto a mi gran compañero.
Adrien sabe que estoy bien, y volví a casa en metro con Luka, necesito pensar.
La noche siguiente a la salida de amigos en la pista de hielo la retome con la continuación del vestido de Ladybug para el Baile de los Héroes, como lo comenzaron a llamar las personas los últimos días.
La base descansa sobre mi maniquí, las telas roja y negra están desplegadas por todo el suelo, los papeles guía están enganchados a la pared frente a mi cama, los muebles corridos contra las paredes y los diseños del vestido están enganchados en mi pizarrón, ocupando el lugar donde no mucho antes estaban las fotos de Adrien que fueron guardadas en uno de mis cajones más seguros hasta que reúna el valor de tirarlos.
Es lo mejor para él.
Estaba juntando las telas superiores en el suelo para llevarlas a la máquina de coser, tengo tiempo para hacer el vestido pero la presión de la escuela me hace pensar que dentro de nada me tiraran trabajos que hacer de informes pronto y ahí si no creo que tenga tiempo para terminar esto.
Así que no podía prestar atención a nada más por más que faltaran siete días para el 'Día de los Héroes'.
Nada debía desconcentrarme.
O esa era la idea.
- Hey, Princess. - Salté, grité y me tropecé con las telas encimadas en el suelo y sobre mis piernas.
¿Por qué aparece en silencio a mis espaldas?
- ¿Estás bien? - Chat terminó cruzando desde la ventana de mi cama hasta donde estaba tirada en el suelo sobre las telas.
¡Las telas!
Me puse de pie escuchando sus pasos y me di la vuelta intentando cubrir inútilmente con mi cuerpo lo que se que ya vio.
- Todo bien.. - No quería que descubriera justo ahora que soy Ladybug, ¿¡Pero justo ahora tenía que venir aquí!?
¿¡Hoy de todos los días!?
- Ese es un vestido con tematica de Ladybug.. - Y hoy tenía que decidir no actuar como un payaso y razonar todo muy bien, ahora sólo dirá "Ah, tu eres Ladybug, que desperdició, y pensar que estuve enamorado de una niña que no sabe hacer nada bien". - ¿¡Estás haciendo el vestido para Ladybug!?
Y si, si pudiera desmayarme ya lo habría podido hacer, que salvada que fuera tan despistado.
Pero.. ¿Ahora qué?
- ¿Si..? - Moví mis dedos de un lado a otros intentando formar una idea que estoy segura que no formará coherentemente. - Pues ella me pidió que le hiciera su vestido porque… Porque no tenía tiempo, sí, ella está tan ocupada que necesitaba que alguien pudiera hacer su vestido para la gala, así que de alguna forma apareció en mi casa hace unos días y me pidió por favor que le hiciera el favor de hacerme, digo hacerle un vestido ya que no es fácil para ella conseguir uno sin que alguien después termine reconociendo donde lo compro.
A todo esto Chat sólo me observaba expectante, quizás uniendo todos mis balbuceos y tratar de entender cuál era la idea de buscar a una civil cualquiera por un vestido que podría comprar por ahí.
Pero quizás mi excusa no era realmente una excusa cuando ya la había pensado antes de querer hacer un vestido.
- Realmente My lady tiene un punto viable. - Mi cara casi cayó al suelo cuando él caminó y se sentó en el banco junto a la pared con las piernas cruzadas debajo suyo. - No había pensado que alguien podría conectar de donde sacó un traje que me haga ver como yo fuera de mi traje, sólo pensaba poner un traje cualquiera sobre mi traje de transformación, pero de nuevo, My lady tiene un punto.
Quizá él no lo diga porque soy un simple civil cualquiera, pero debe haber llegado al punto en que sería muy cruel hacerle mantener la transformación a su Kwami hasta el cansancio en una noche para mantener apariencias.
Chat no es alguien cruel.
- Princess.. - ¿Ah? - ¿Podría pedirte un favor?
- Claro. - Mientras no se queje por como lo diseñe.
¿Y ahora qué?
¿Qué le pasó por la mente a este gato loco?
- ¿Qué piensas?
- Bueno.. Yo.. Ahora pienso que ir transformado debajo de un traje sería.. Un inconveniente, quisiera preguntarte si.. - Observó hacia todos lados mientras picaba sus dedos entre sí antes de mirarme de nuevo pero con ojitos de gatito desamparado. - ¿Podrías hacerme un traje para la gala? - Oh, menos mal que pensé en adelantar la creación del vestido.
KHR AU
Cuerpos por todos lados. O lo que podrían ser cuerpos, o partes, demasiadas partes.. Una habitación oscura, apenas iluminada par una luz blanca a lo lejos que apenas cambio a un rojizo enfermizo por alguna razón. Mientras un individuo se mantiene de pie en medio de todo el desastre que no puede definirse bien cuanto espacio ocupa, o si se encuentra entre cuatro paredes o en medio de un campo al aire libre. Pero ésta persona desconocida sonríe, sonríe como ningún humano podría hacerlo.. Estando cuerdo. La imagen de ese atroz hecho apareció dos veces en los últimos tres días, y Tsuna aún no puede descifrar si fue una tormentosa imagen de su pasado, de la cual no recuerda haber presenciado nada, o es algún mal sueño que quiere atormentarlo por haberse unido finalmente al bajo mundo gracias a su tutor. Y está aterrado por cualquiera que fuese la causante.
First time Constantine meets the Ghost King, he's expecting problems. In his line of work, when all the shadows in the room seem to be pulled toward a point in the room. Creating a dark portal that suddenly glowed a startling green, it's more than concerning.
However, Constantine was thrown off by the young man that stepped out of the portal. Young man could be putting it generously. The kid looked barely legal to drink.
However the kid was holding a scroll that looked thicker than his own head. A crown, ring, and cape that just screamed royalty.
Constantine did not expect the kid to greet with joy and friendliness.
It was the Ghost King. The being that held full control over that aspect of the mythical realms. His name was Danny, and Constantine found the kid's lack of professionalism a nice break.
That scroll? Every contract Constantine ever signed that used his soul as a bargianing chip.
Now, Constantine expected annoyance. If his soul was technically meant to end up in the grasp of thw King, wouldn't the kid be pissed?
After all, Constantine was certain one of those contracts was with the prior Ghost King.
Except, Danny loved it. He was all grins and laughter as he spoke about it. The kid complained about the amount of paperwork, sure. Who wouldn't?
Aside from that, Danny adored Constantine's work. His nonchalantness when it came to signing away his soul.
Danny relished in the chaos he has happening among various other entities. Praised Constantine, and thanked him for the entertainment.
Constantine realized that this Ghost King was a brat. He enjoyed the chaos and the drama as long as it hurt absolutely anyone. This kid was a little shithead.
And Constantine got a confirmation. No matter what, no matter what contracts he signed. His soul was going to end up in Danny's hands.
Constantine didn't mind that. He liked the spirit the kid had. Found a fondness for the King.
A fondness that only grew with every impromptu meeting. Every time the room grew colder, and the shadows moved and warped in the room.
Constantine grew accustomed to it. He looked forward to it.
Then it happened.
Constantine was at the Justice League Watchtower. A simple consultation, nothing too crazy. It was all going to be fine.
Until Constantine felt the shift in the room.
The temperature dropped. The shadows shifted and contorted, and a portal began to form.
Constantine waved off the other heroes concern and defense. Turning towards the forming portal, and prepared to see the kid. The kid who was easily his favorite being in the world at this point.
Except that changed once he saw the familiar being step through the portal.
Maybe step was the wrong word. Danny basically stumbled out of the green portal. Landing harshly on his knees in front of the league.
Constantine wasted no time rushing forward. Pulling the kid close to him, and taking in the sight. Looking for any sign of what was wrong.
Blood and a green substance coated the kid's closed. And Constantine noted the cape was completely missing. The kid was in tears, shaking horrible and in a state of complete hysteria.
All Constantine knew, was that he was going to make them pay.
Whoever brought this normally confident and carefree king to his knees, wasn't going to last much longer.
Those bastards will pay.
Cap 1: Eddie Brock sólo rodó sobre su costado, estando medio dormido y enfocado en no despertar. Eddie El sueño lentamente le arrastraba a la realidad, para que dejara de dormir. Para que aceptará que esa noche sólo había podido dormir tres horas. No llores, Eddie La susurrante y rasposa voz de su otro seguía llamando su nombre, sin llegar aún a demostrar el enfado en su tono. Él mismo no se había dado cuenta de cuando había hundido su cabeza entre las dos almohadas para que su compañero no viera sus lágrimas. No funcionó. No quería ignorarlo, pero realmente estaba cansado de muchas cosas, aunque Venom jamás estaría siendo parte de alguna. Arriba, Eddie. Sintió la suavidad de los zarcillos familiares alrededor de su torso y sobre su espalda una masa más grande. Una pequeña sonrisa tiró de las esquinas de sus labios y terminó por doblar su brazo derecho hacia su espalda para dar una caricia algo especial que se había vuelto esencial en su vida. Tampoco podría existir una vida sin Eddie. Desplazó las líneas de agua de su rostro entre la comodidad de sus almohadas antes de girar la mitad de su torso para encarar a su contrario. - Lo se cariño. - Más allá de que Venom podría conseguir a otro huésped en poco tiempo algo lo ataba al perdedor y nada fuera de lo normal Eddie Brock. - ¿Hambre? Siempre. Terminó de patear las telas que apenas le cubrían, aún con una sonrisa tirando de sus labios, y sin más movió las piernas a un lado de la cama para irse a la cocina, mientras Venom se escondía de nuevo bajo su piel, pero muy cerca de la superficie listo para volver a salir en cualquier momento. Colocó la cafetera antes de abrir un paquete de pan para tostarlo, hacía desde unos cuantos días que disfrutaba de untarlos en simple manteca y azúcar. Comenzando a cortar el pan sintió los suaves y tibios zarcillos rodear su torso lentamente, generando algunas cosquillas, y seguir desplazando por sus musculosos brazos hasta enrollarse en sus dedos como un derretido fantasma. Sonrió suave prestando atención a lo que estaba haciendo, para no cortarse un dedo, y dejándose relajar por la tranquila muestra de cariño para no pensar en lo que le estaba comiendo la cabeza antes de despertar. Sabía que su symbionte reconocía que sucedía, incluso sabía explícitamente de qué se trataba, por ello estaba tan metido en las mañanas por despertarlo, y en esos momentos agradece que aún después de repetir eso por un par de semanas no preguntará para indagar en el asunto. Quizás necesitaba un poco más de tiempo, habían pasado tan solo un año y un par de meses desde que el symbionte era parte de su rutina, pero lo que le atormentaba en sus sueños llevaba años acompañandolo. Sí, quizás un poco más de silencio sería bueno entre ellos. Eddie. Un sonido en su propia garganta le dio a entender al otro que escuchaba, mientras repasaba la manteca con un cuchillo para untarlo en un pan y ponerlo en la tostadora. Una bola viscosa y negra se asomó desde el pecho lentamente, girando sobre sí mismo hasta manifestar un rostro frente al contrario, repleto de dientes puntiagudos, que no asomaba una sonrisa siniestra esta vez, justo con unos ojos blancos que parecían estrecharse queriendo confirmar alguna cosa. Vamos algo tarde, Eddie. No es como que quisiera asustarlo, pero buscaba una forma de alejar los pensamientos indeseados de la mente frágil de su huésped, y que mejor que recordando algo tarde que en el nuevo trabajo, que sería momentáneo o no dependiendo de lo que les pagaran, el primer día estaban atrasados. Eddie tuvo tiempo de apagar la cafetera y la estufa en su corrida, luego de cambiarse y tomar sus llaves, junto con su billetera, antes de salir del apartamento azotando la puerta sin lograr desayunar o guardar algo de la cocina. La bolsa que se había preparado la noche anterior a un lado de la puerta no fue olvidada, ya que un largo tubo negro la tomó antes de que el cansado castaño azotara la puerta al salir corriendo al olvidarla. Debía dar gracias que tenía a Venom para despertarle o no hubieran llegado justo a tiempo. Venom podía relajarse dentro de su Eddie ya que había logrado alejar todo pensamiento negativo de su mente, al menos por un rato. #$&¤%¤&$# Aparcó su motocicleta, junto a uno de los costados del cordón de la calle, sobre la vereda, apago el motor y quitar la llave antes de bajar de un salto con su bolso ahora en la mano y caminar apresurado hacia la.. Enorme puerta. Eddie observaba sorprendido y desconcertado la enorme puerta de entrada que dejaba ver el interior detrás del largo y enorme muro que solo Venom podría saltar. ¿Por qué diablos era tan grande? Eddie, vamos tarde. El symbionte recordó en su mente y no vio más que apurarse olvidando el temblor en sus piernas por los nervios, todo era demasiado nuevo para él. Claro amor, claro, claro. Sentía sus dedos temblar mientras observaba hacia arriba la enorme puerta, notando las placas metálicas que se escondían allí y en ambos lados del muro. Puerta de seguridad, pensó. Sus labios se volvieron en una línea blanca al pensar que trabajaría en ese sitio por un tiempo.. O quizás permanente. Sí, quizás. Deberían tener cuidado, aunque cuando le llamaron le dijeron que era una escuela. Tranquilo Eddie, no dejaremos que nada nos pase. Una pequeña sonrisa cariñosa subió por su labios al escuchar la susurrante voz de su symbionte y el calor familiar en su pecho que simbolizaba que Venom se estaba envolviendo alrededor de su corazón para tranquilizarlo. Gracias amor. Sintió un ronroneo en su pecho y un calor tranquilizante como respuesta. Su cuerpo dejó de temblar cuando entró en el enorme edificio. #$&%&%$# - Señor Brock, siéntese por favor. Eddie, ¿Podemos comerlo?, se ve sabroso. Eddie no respondió, pero Venom entendió que era un rotundo 'No'. Eddie observó entre sorprendido y desconcertado a sus lados, sintiendo de repente que el viaje de una semana a Japón, había sido sólo para una broma. - Se que está sorprendido, muchos suelen reaccionar de esa forma al principio. - La rata blanca, algo grande para ser una realmente, movió sus patas en el aire restándole importancia y volviendo su vista negra a Eddie, sonriendo de forma tranquila. - Pero ésta no es ninguna clase de broma, así que tome asiento, por favor. Eddie sintió los zarcillos de Venom envolviendo su pecho, dejándolo desconcertado, pero no apartando su mirada de la más pequeña. Peligroso. Eddie sintió extraño el súbito cambio de Venom hacia el pequeño animalito. Casi lo sintió asomando los dientes y su negruzca forma para envolverlo, pero llevo una mano distraídamente a su pecho dando unas tranquilizadoras palmadas, que pasaban inadvertidas como una forma de calmarse a sí mismo para Nezu, logró devolverlo a su sitio en un instante. Tranquilo amor, por ahora veremos que no nos fallen con el trabajo, realmente lo necesitamos. Sintió a Venom gruñir en su pecho antes de que los zarcillos en su torso se hundieran de nuevo en su piel. Suspiro a ello y cruzó precavido la distancia que le quedaba para sentarse lentamente en una de las sillas frente al escritorio del extraño animal blanco que les hablaba, y dejando su bolso a su lado en el suelo. - Se que vino por el empleo y eso es realmente enserio, no buscaría una forma de bromear con algo que requerimos, señor Brock. - Por alguna razón le sabía muy extraño su apellido en la voz de ese extraño animal, porque por Dios, ¡Era un animal! - Y puesto que cumple con los requisitos y tiene algo de habilidad estoy dispuesto a contratarlo. - Eddie estuvo a punto de preguntar algo pero mantuvo su pregunta un poco más, por alguna razón no quería sonar grosero. - No por nada lo hubiera hecho viajar desde San Francisco. Bien, al menos Eddie ahora estaba más tranquilo sabiendo que no gastó mucho de sus pocos ahorros en llegar allí por nada. - Se que tiene preguntas y estoy dispuesto a contestarlas una por una, pero por el momento, ¿No le gustaría dar una vuelta por el edificio?, antes de aceptar el trabajo por supuesto. - El tono del extraño roedor sonaba juguetón pero nada que lo alarmara aún como en otras situaciones en su antigua ciudad. - Si, claro.. - Su voz sonaba uno que otro tono un poco más bajo por la sorpresa, aún sin levantarse de su asiento, y sintiendo que aún no había visto nada. - Sígame entonces. - El ratón blanco empujó la silla en la que está sentado y luego se hundió detrás de su escritorio, justo antes de aparecer caminando con sus brazos detrás de un formal traje de oficina y una estatura que a Eddie le hacía pensar en un pequeño conejo. - Por aquí. - Una de las patas blancas se asomó desde atrás y señaló la puerta por donde había entrado momentos antes, antes de que el mismo roedor fuera hacia allí y frenará súbitamente a mitad de camino. - Disculpe mis modales, yo soy el director Nezu, y soy un extraño animal que podría ser confundido con un tejón, un roedor u alguna otra pequeña criatura, pero que aún es desconocido, no se sienta mal al no poder darle nombre. - Eddie no pudo evitar el abrir sus ojos aún más, sorprendido y confundido, quedando a mitad de su camino saliendo de la silla. - Continuemos. Peligroso, Eddie. Y Eddie aún no podía entenderlo. #$&%€%&$# - Lo de afuera no deja mucho a la imaginación. - Un pensamiento no pudo evitar escapársele en voz alta al observar su alrededor. Eddie se encogió de hombros. - Eso es normal señor Brock. - Eddie volvió su vista hacia su izquierda y la bajó hacia el suelo, el ratón le devolvió la mirada. - ¿Qué quiere preguntar? Eddie lo observo un momento más estupefacto, sintiéndose algo solo por no escuchar a Venom hablarle en su mente. No solo, estamos aquí Eddie. Eddie suspiro aliviado al escucharle y sentir que no estaba en un sitio algo desconocido solo. Era un progreso. - Entonces.. - Sus propias manos dieron vueltas sin sentido en el aire, intentando explicar lo que quería decir. - ¿Es una escuela privada? La primer pregunta estúpida que podía formar y fue acompañada por la risita del roedor. - Lo es en parte, señor Brock. - El roedor apartó su vista del frente y observo hacia arriba, devolviendo la mirada a Eddie. - Es una institución especial. Eddie quiso elevar una ceja, quizás debió investigar sobre esa Academia UA. Antes de vender las cosas de su apartamento, cancelar el alquiler, empacar sus cosas, avisarle a Anne y a Dan, en un apresurado y simple mensaje que se iba por un trabajo por un buen tiempo, mensaje del cual aún no tenía respuesta. Pero lo único bueno era que se perdieron de la vista de la Fundación Live, que aún maquinaba aunque Cartón Drake estuviera muerto y le estaban buscando el rastro. Sep, debería haber investigado un poco esa Academia, aunque aún podría hacerlo con unas simples preguntas, aún era el mejor reportero de New York después de todo. - ¿Especial? - Pronunció despacio mientras el animal observaba al frente de nuevo, pensando en todas las definiciones que podría tener esa palabra en una institución. - ¿Quiere decir para niños con discapacidades? - En verdad que él no era alguien de tomar delicadeza con las palabras a la hora de sus entrevistas y aunque esa no era una no podía perder ese hábito. El ratón guardó silencio un momento y Eddie no pudo diferenciar si había cambiado su expresión porque el animal era muy extraño. Y aunque fuera un animal parlanchín, Eddie no podía simplemente desmayarse a esas alturas, él vivía con un goo espacial, desde hacía un año y algo, que habitaba dentro de su cuerpo después de todo. Si, no podrás desmayarte con esto Eddie. - En realidad para niños con habilidades especiales. - Los labios de Eddie formaron una línea recta sin dejar de observar al más pequeño y el ratón volteó la vista del frente una vez más hacia Eddie. - Ayudamos a niños a controlar sus poderes para que puedan volverse superhéroes, señor Brock. Bien, esa no la esperábamos. Eddie quedó con su boca medio abierta y estático a mitad del enorme pasillo por el que cruzaban. Ese era el mal presentimiento que tenía y quería ignorar. Estaba lo suficientemente sorprendido como para preguntarle si no le estaba jugando una broma. Pero de por sí no veía hilos alrededor del animal y Venom no le había dicho de nadie más alrededor, además de la constante advertencia de que el roedor era peligroso. - Esta es una Academia de héroes, señor Brock. - El roedor volvió un par de pasos para plantarse nuevamente frente a Eddie. - Entonces sólo atenderé la cafetería, ¿Verdad? Por algo era alguien de mente abierta. ____________ Cap 2: - Así que.. - Eddie asintió un par de veces para sí mismo, pensando en que si toda esa historia era real no estaría del todo mal. - Es una escuela de super héroes. - Exactamente. - Nezu, el roedor, lo guió por un par de pasillos más antes de que se encontrarán con hileras de puertas realmente grandes, exageradas en realidad, con una letra y un número dibujados en grande también, al llegar a ellas noto que eran salones de clases por dentro. Luego de inspeccionar un poco el recorrido continuó, el animal blanco los llevó por distintos corredores que intentaría no olvidar, mostrándole lo que eran las enormes canchas de 'entrenamiento', la sala de profesores, en la cual habían un par que parecían discutir, uno a gritos y el otro a susurró. Eran un dúo de polos opuestos, uno alegre y el otro gruñón. Aizawa Shouta y Yamada Hizashi, ambos héroes profesionales de nombres Eraserhead y Present Mic respectivamente, según explicó rápidamente su guía. No iniciaron una conversación con ellos, pero recibió un grito de parte del extraño rubio, que le obligó a taparse los oídos pero que se detuvo antes de que pudiera afectar a Venom. Mientras se alejaban en silencio, luego de un ademan de manos, Venom habló. A ése lo comeremos, es muy peligroso para nosotros. No cariño, tranquilo. Suponía que si eran 'héroes profesionales' sabrían controlarse, así que tendrían que tener cuidado o terminarían descubriéndose, sobre el hecho de que eran un enorme gigante come hombres, y atacandolos con esos gritos que seguramente podían ser más fuertes si el rubio quisiera. Los separarían hasta que ya no pudieran reunirse de nuevo. No Eddie, eso no pasará. Sintió los zarcillos alrededor de todo su pecho y su estómago envolverle en un instante y apretar ligeramente de forma protectora, ambos pudieron tranquilizarse un poco por ello. No debían pensar en esas cosas y deberían tener cuidado, mucho cuidado. La última puerta que cruzaron era de una enorme cafetería. Era realmente grande, pero de alguna forma hogareña. - Es agradable. - Pronunció volviendo sus ojos hacia el pequeño animal que se adentraba en unas puertas a un lado del espacio en el que se atendía a los clientes. - Me alegro que lo sea, señor Brock. - Siguió al roedor para encontrarse con el que sería su nuevo lugar de trabajo, el cual tendría que aceptar para conseguir más dinero, porque si no estaban frito. - ¿Qué piensa de su lugar de trabajo? El sitio tras la puerta llevaba a una enorme cocina que parecía estar equipada con todo tipo de alimentos frescos, desde carnes hasta verduras y frutas, además de los respectivos dispositivos para cocinar, sentía su estómago gruñir al recordar de repente que no había alcanzado a desayunar. Hambre. - Es muy grande y brilloso. - Eddie agradecería si el ratón no hubiera escuchado su estómago gruñir o sufriría una severa vergüenza. No, no, Eddie avergonzado es sólo mío. Casi se sonroja al escuchar el grito en su mente, pero no sintió su rostro caliente así que agradeció a los cielos e intentó enfocarse en otra cosa. - Me gustaría saber un par de cosas antes de aceptar, si no es mucha molestia. - En esos momentos realmente agradece que el Inglés fuera mundialmente hablado o estaría realmente jodido estando en Japón. El ratón le dio un movimiento afirmativo con la cabeza pequeña y se quedó en silencio, esperando a que Eddie hablara. - Puede explicarme, ¿Cómo es que hay tantos niños con superpoderes como para llenar una escuela de este tamaño y aún así no hay registros de ello en ninguna parte? - Incluso que hubieran héroes profesionales, que Eddie asumió eran los que estaban en las calles y tenían como un tipo de tarjeta verde que les permitía usar sus poderes en las calles. Eddie en verdad estaba intrigado, porque jamás había oído de algo así, y era un reportero demasiado curioso y desvergonzado con todo tipo de temas, así que no tenía su propia explicación aún. - Eso es sencillo, señor Brock, en verdad que solo estuvo preguntando directamente las cosas, si me permite decirlo, los anteriores quiénes vinieron para tomar el puesto se veían demasiado asustados de tomarlo luego de que me vieran a mi, y daban demasiadas vueltas en el asunto para al final rechazar, jamás pasaron más allá de mi oficina, usted es el primero y me alegra que así lo fuera, usted me agrada. - Eddie la verdad que se esperaba que pensarán eso de él, que era un entrometido y demasiado directo, pero no esperaba que aún así quisieran proseguir con las entrevistas y en ese caso aún pensaran en contratarlo, le sorprendió. - Dígame qué piensa si una persona que puede controlar un elemento específico como lo es el fuego, naciera en medio de una multitud de personas normales. - Sería investigado a fondo y se volvería una rata de laboratorio en poco tiempo. - De los labios de Eddie fluyeron las palabras como agua, automáticas se temía, ya que él sabía de lo que hablaba, las vivencias de Venom se había vuelto las suyas, eran uno después de todo. - Desde luego. - Nezu le señaló dándole la razón y Venom gruño desde algún lugar en su pecho. - Es por eso que existe ésta Academia, - Alzó ambos brazos como si abarcara todo el gigantesco lugar. - Usted mismo puede ver que soy uno de esos tantos. - Eddie asintió en silencio, observando al roedor dejar sus brazos al lado de su pequeño cuerpo de nuevo y entendiendo perfectamente por qué querían esconderse, ellos hacían exactamente lo mismo, por ello aceptaron ir a ese trabajo aunque tuvieran que ir a Japón. Aunque aún le sorprendía el porqué no los habían delatado quienes rechazaban el puesto de trabajo. - ¿Alguna otra duda? - Sí, en realidad, - Dijo presuroso, observando que la pequeña rata seguía escuchando tranquilamente. -¿Cómo es que todavía está la Academia en pie, luego de que, por lo que me dice, bastantes personas rechazaron su oferta de trabajo? - El ratoncito sonrió un poco más, como si hubiera esperado a que esa fuera la siguiente pregunta, Eddie sintió que su cuerpo se estremeció. - Le dije que habían héroes profesionales, ¿Verdad? - Moví mi cabeza de forma afirmativa sin decir nada, aunque el ratón no hubiera esperado una respuesta realmente. - Ellos también fueron niños alguna vez, también ocultaron sus poderes de la sociedad y teniendo apoyo de sus padres normales u otros estando solos y sobreviviendo por su cuenta, terminando en algún punto en esta Academia y volviéndose lo suficientemente poderosos como para que dejaran de negarles una vida normal, ellos ayudan protegiendo la escuela, a la sociedad y a las personas normales y con poderes. Eddie pensó repentinamente que no estaría del todo mal aceptar, tendrían protección si es que la Fundación Live lograba dar con ellos. Aceptamos, Eddie, dile que sí al ratón. Eddie sonrió externamente al escuchar a su otro hablarle emocionado. - Me gustaría aceptar, si aún le parezco adecuado. - Eddie se colocó de cuclillas frente al pequeño animal, dejando su bolsa un momento en el suelo, que ahora notaba tenía una larga cicatriz cruzando el rostro y le extendió una de sus manos. - Me alegra que aceptará, señor Brock. - El animalito extendió una de sus patas y la estrecho con la gigantesca de Eddie. - Y espero que no se sienta fuera de lugar entre tantas personas singulares, aunque veo que lo lleva bastante bien. - No hay problema. - Eddie observó su alrededor una vez más antes de volverla hasta el animal y soltar la peluda y mullida pata de su nuevo jefe. - Y.. ¿Cuando empiezo? - Hay mismo, si no le molesta. - Eddie lo miró ligeramente sorprendido, demostrando que no esperaba de inmediato esa respuesta. - Son las nueve en punto, a las doce los niños vienen a almorzar, tiene tiempo de adecuarse, mucha suerte. - Y sin más el animal se alejó hacia la puerta y cruzó la cafetería para irse, pero al final se detuvo donde la puerta de la cafetería estaba y volteó a ver a Eddie de nuevo, pero con una mirada más seria. - Y señor Brock, - Eddie y Venom prestaron atención esta vez por el extraño cambio en el tono del animal. - Más tarde se le pondrá bajo unas pequeñas pruebas de salud, ya sabe, controles normales, por si acaso. - Nezu movió su pata de un lado a otro en despedida, sin esperar respuesta de parte de Eddie, y se fue sin más soltando la puerta a sus espaldas, la cual se tambaleó un par de veces antes de cerrarse completamente para quedarse en silencio. - Bien V, - Suspiró para sí mismo al saber que al menos tenían empleo para mantenerse en ese pequeño departamento en el que se vieron obligados a estar al haber llegado a ese lugar sin mucho dinero. - ¿Todo en orden? - Se colocó de pie al tomar de nuevo su bolso, estiro un poco sus brazos y observó a su alrededor colocando sus manos en su cadera. Hambre. Su estómago gruño y dolió demasiado al escuchar lo que casi gritaba su otro emocionado. Bien, desayunarían algo y se pondrían manos a la obra. Tenían tres horas. Se metieron en la cocina, volviendo sus pasos por la puerta que la alejaba de la vista de los clientes y observaron alrededor, en una pared a su izquierda notaron de inmediato que había un enorme tablón de madera que tenía hojas impresas con cosas anotadas, al acercarse notó que eran las comidas y sus recetas que se servían y en qué días de la semana. Eso lo haría fácil. Que bueno que había terminado por aprender uno que otro truco para aprender a cocinar y había pedido consejos y tutorías a Anne. Había agarrado un gusto por las artes culinarias, por ello había terminado en un buen lugar, con un empleo lo suficientemente bueno. Su estómago gruño de nuevo, tenía hambre como para comer por cuatro personas. Por un tiempo había comido por Venom y por si mismo y ahora sentía como si comiera por alguien extra. Hambre, Eddie. Si, si, ya voy, ya voy. #$&%€£€%&$# Con el hambre momentáneamente saciada, con comida de verdad y no solo Tater tots y chocolate como lo habían estado haciendo los primeros cinco meses de convivencia, se colocó manos a la obra. El sitio era lo suficientemente brillante como para que se diera cuenta en muy poco tiempo de que en verdad ellos vivían en una pocilga. Aún le quedaban las tres horas casi completas, por lo que podía meterse en sus tareas y terminar antes. Habían variables de comidas en todos los papeles que había leído, incluso en los días específicos de las semanas, cambiando algunos de vez en cuando y en fechas festivas también. Aunque también había una nota aparte, en una de las esquinas superiores, que decía que podía preparar unas comidas de su gusto para cambiar el menú, máximo dos veces a la semana. Pareciera que ya sabían que aceptaría el trabajo, porque en verdad que sabía preparar más cosas que simples sopas con fideos y verduras, se le hacía aburrido hacerlo muchas veces y a Venom no le gustaban mucho porque aveces no tenían carne. Así que optó por usar uno de los dos días en los que podía cambiar el menú, y preparar lo que se le antojaba muy hogareño. Puré de patatas con zapallo y una carne tierna, la cual pensó que era pulpa pero no estaba lo suficientemente informado, que cortó en muchos trozos de el largo de sus propios dedos y al menos tres centímetros de ancho. Recordaba que también había que incluir algún postre, además de alguna cajilla de leche o jugo pero de aquello no debía preocuparse porque estaban todas ordenadas especialmente en una enorme heladera de puerta transparente. Así que debía preparar algún postre sencillo, ya que no creía que se pudiera servir helado en medio de la semana, además de que varios podrían ser alérgicos a la lactosa y eso los dejaría sin postre, le parecía injusto. Decidió hornear pasteles, no sabía bien qué cantidad de alumnos ya tenía la Academia, pero debían de ser demasiados ya que recordaba muy bien que era una construcción enorme. Haría las mezclas para hacer al menos unos diez y ponerlos a cocinar luego de que la carne estuviera lista y las papas ya peladas en puré al igual que el zapallo. Un pequeño cosquilleo en la parte baja de su estómago le resaltaba esa emoción de pensar que reacción harían los niños orientales de una comida extraña como lo eran las de América del Sur. Se le antojó mirar el reloj que estaba sobre la puerta que llevaba al pequeño espacio en el que podía atender y notó sorprendido que aún le quedaba poco más de una hora para las doce y ya casi terminaba sus preparaciones. Bueno, las bandejas de puré de papa fueron llevadas a través de la puerta de la cocina y puestas debajo del cristal en la parte de servidos, al igual que el puré de zapallo. A la carne le faltaba cocinar aún en el horno, así que se permitió quitarse el delantal, que había encontrado junto a la mesa debajo del pizarrón con las listas y se recargo en la larga y pesada mesada de piedra de la que ya había quitado todo lo que utilizó, luego de lavarlo. En ese momento relajado se permitió volver a su mente, notando de inmediato que Venom en todo momento se había quedado silencioso mientras él trabajaba y ahora seguía en aquéllo. - ¿Amor? Sintió un ronroneo en su pecho cuando pronunció el sobrenombre que había comenzado a utilizar en algún momento para el symbionte. Eddie.. La palabra le derrito el cuerpo, algo en el tono utilizado por el otro le soltó todo en lo que Venom estaba pensando en ese instante, como si pudiera leerle la mente. - V, V, de verdad lo siento mucho, has sido un muy buen chico, pero no podemos hacer eso ahora. - Intentaba sonar firme, intentando comunicarle al otro la urgencia del asunto, pero Venom no dijo nada más y comenzó a envolverle la piel por debajo de la ropa como lo había hecho a lo largo de la mañana, pero ahora con un toque diferente los pequeños hilos suaves y tibios, ignorando todas las palabras que temblaban queriendo formarse en balbuceos. Hasta que su cuerpo comenzó a temblar reconociendo todos los pasos que llevaban a un indudable final. Eddie.. Una baba negra y flotante comenzó a despegarse desde su pecho, comenzando a formar una figura grande que tenía brazos y piernas y una cabeza repleta de abundantes y golosos dientes que le sonreían junto con unos ojos estirados que no dejaban lugar para negativas. - V, V, no podemos. - Pero sus palabras eran cortadas en cuanto sentía esos enormes y gelatinosos brazos rodear el cuerpo y jalarlo hacia el enorme cuerpo ajeno con una fuerza suave. Me he portado bien, Eddie. Y Venom tenía razón, le había dejado terminar un trabajo que le llevaría más tiempo si no se enfocada sólo en eso. - Si, has sido un buen chico... Eddie sintió su propia voz tambalearse y su cuerpo presionar en la zona de su estómago. Tenemos hambre de Eddie. - Claro amor, claro... ¿Qué más podía hacer él que felicitarlo por ser un buen chico? Algunas cosas quieren descontrolarse. ____________ Cap 3: Eddieeeee.. Estaba bien si lo dejaba hacer lo que quisiera por un rato, de igual forma no haría nada malo ¿Verdad? Nadie vendría hasta dentro de una hora, así que estaba bien ¿Verdad? A pesar de que era una enorme cocina demasiado blanca, al punto en el que si miraba sólo hacia el techo creía que era un hospital, no la iban a ensuciar ¿Verdad? Venom tendrá consideración si alguien venía y le avisaría de algún peligro- Eeeddiiieee.. Tiró su cuello hacia atrás con los ojos cerrados, cediendo a los silenciosos pedidos que su symbionte susurraba en su interior. Una lengua larga y unos afilados dientes no tardaron en posarse sobre su garganta desnuda y expuesta, subiendo por su piel hasta su rostro y enrollando alrededor de sus hombros y clavícula. En otras partes sentía las enormes manos meterse por debajo de su ropa abrigada, como si tuviera compasión de que necesitaba la ropa intacta aún. Le daría las gracias por pensar en ello más tarde, porque él mismo en ese instante no podía, se sentía ebrio hasta la frente en esos segundos en que su symbionte emergió de sus entrañas. Las feromonas que Venom producía en masa cuando quería tirarlo fuerte contra él, lo dejaban lo suficientemente debilitado y atontado como para comparar el estado con una fuerte, muy fuerte borrachera. Sus piernas no tardaron en derretirse para tirarlo al suelo, pero las enormes manos de Venom lo tenían bien sujetado contra él evitando que fuera a hacerse tan siquiera un pequeño raspon. Aquello pareció ser una especie de luz verde para que finalmente se sentará en el suelo, recargando la espalda contra la parte baja de la mesada y llevándolo en todo momento con él, el repentino movimiento apenas si podía asimilarlo, porque lo único que sentía eran las caricias furtivas de un extasiado symbionte. Eddieee.. A venom parecía gustarle arrastrar las letras de su nombre a cada momento en que estaba solos y a si mismo le daba una sensación de confort y cariño como la que le había faltado a lo largo de su infancia. Venom lo enderezo, por lo que finalmente abrió sus ojos, luego de tantas caricias propuestas por su otro, y le observó colocarlo firmemente sobre su regazo. - V.. Su propia boca salivaba y se arrastraba su lengua dormida, como si le hubieran inyectado anestesia en las encías y a lo largo. Se sentía muy atontado, pero a pesar de que apenas recordaba ya haber experimentado algo similar, no lo había hecho de aquella forma. Observó a Venom no apartarle la vista de encima, sintió que le subía los brazos y observó cómo le quitaba el poleron, el cual era la única prenda superior que había podido colocarse ese día. Lo dejó suavemente a un lado y observó de nuevo el cuerpo de Eddie, poniendo de inmediato sus manos sobre la piel expuesta que se mostraba perfecta, sin ningún tipo de marca o similar, además de sus tatuajes. Brock no tardó en sentir un piquete de aguja en su hombro, un poco molesto pero nada que no fuera soportable, sabiendo en alguna esquina de su cerebro que Venom había mordido, no para comer eso jamás sino por lujuria. La suave y húmeda lengua de su otro no tardó en bañar la zona de cualquier escape de sangre, repasando la hilera de huecos nuevos que formaban un círculo aterrador de un intento de asesinato por algún animal. Eddie se sintió tranquilo y excitado por el subidón de feromonas repentinas luego de ese acto. Sus ojos enfocaron el rostro de Venom, notando la alargada lengua deslizarse por la hilera de peligrosos dientes que le sonreían. Elevó sus manos, o intento ya que las manos más grandes tomaron las dormidas suyas para llevarlas a donde sentía que quería llevarlas su anfitrión. Justo en medio de los dientes ambos pulgares se colocaron peligrosamente, capaces de perderse y desprenderse del resto si el enorme monstruo cerraba sus fauces, pero eso no pasaría. Desde ese contacto, las enormes manos abandonaron las suyas, sintió un ronroneo que subió desde sus dedos hasta su propio pecho. No tardó mucho para que Venom bajará sus enormes y peligrosas manos a quitarle los pantalones y los boxers de una forma que le alegraría cuando estuviera más consciente, ya que conservaba sus prendas intactas, no sabía como quedaría luego de todo ese trance repleto de feromonas pero al menos tendría su ropa intacta y no andaría buscando alguna excusa para dar por estar desnudo o con hilachos de su propia ropa. Venom no tardó mucho en buscar su orificio inferior y empujar sus dedos dentro, Eddie apenas podía sentir incomodidad, y parecía ser fácil de ese modo para su enorme compañero porque no detenía ningún movimiento y logró sentirlos de inmediato en cuanto comenzó a empujar el segundo. Realmente recompensará en casa a Venom por mantener la situación bajo control, claro además de empujarlo lo suficiente como para tener sexo en su lugar de trabajo, o hablando de eso, su vista cansada se arrastró del rostro de su compañero hacia los dos hornos que estaban a un par de metros de ellos, parecían haber sonado ya, no estaba seguro porque no los había oído, pero los observo un rato, lo suficiente como para que Venom se diera cuenta de su preocupación por estropear su primer día de trabajo, así que observó como una víbora negra se alzaba desde algún lugar a sus espaldas y serpenteaba hacia los hornos para apagaba las perillas y con ellas consumir el fuego. Gracias amor. Apenas si pudo arrastrar su mente, cuando volvió la vista al frente y los zarcillos negros volvían a su sitio. Justo en cuanto se encontró el enorme rostro de su symbionte frente a él quien lo elevó un poco y lo dejó caer de nuevo sobre su regazo, empujando un miembro duro y largo, caliente y palpitante dentro de sus entrañas. Vio a Venom comenzar a salivar y su propio cuerpo se abría fácilmente a él comparadas con las otras pocas ocasiones que lograba recordar en esos instantes y recibía los apresurados y profundos movimientos de su compañero que no había dejado oportunidad de asimilar el porqué del cambio. Quizás el estado de borrachera había vuelto su cuerpo una masa gelatinosa y fácil de amoldar para Venom, porque no había esperado nada para moverse con prisas y provocarle ver las estrellas y toda la puta constelación con sus golpes a las zonas sensibles y deliciosas que mandaban descargas al cerebro de Eddie y como consecuente al cuerpo de Venom, quién incluso en el frenesí había comenzado a morder otras zonas que estaban cerca y quizás no tan cerca de sus mandíbulas. Marcando sus dientes sobre la piel de su Eddie, y clavando sus garras en las caderas blandas y jugosas de su huésped, teniendo la precaución de no dañar, lo último que podría pensar en hacerle a Eddie era dañar, jamás, jamás dañarían a Eddie, su Eddie. Bajo sus enormes brazos podía observar a su Eddie temblar y derretirse por todas las sensaciones que él mismo le provocaba. Se sentía orgulloso de ellos por los halagos perdidos que podía oír en la mente de su Eddie, sobre que lo recompensará más tarde, de que era un buen chico y que sabía bien cómo llevar una situación con calma. Porque la verdad, había mantenido una extraña calma desde que Eddie se había puesto a preparar los alimentos para servir en un rato más. Había soltado un cóctel de feromonas para pasarle a su Eddie su estado de excitación, y dejarle lo suficientemente predispuesto a la relación carnal. Y se veía demasiado hermoso con la piel brillosa, los ojos aguados, la boca abierta, la saliva bajando y la piel poco a poco siendo llenada por sus mordidas, era demasiado hermoso para que alguien más siquiera pensará en verle. Lo abrazó contra su pecho, sintiendo celos y rotundo odio hacia quien quisiera a su Eddie, y empujó más hacia arriba, escuchando los pequeños grititos que soltaba su Eddie al empujarlo repetidamente en las zonas suaves y profundas en su cuerpo. Era su Eddie. Y nadie jamás los separarían. #$&*%*&$# Eddie intentaba mantenerse de pie con sus tembloroso brazos sobre la mesada, sus piernas temblaban y querían dejarse caer por el esfuerzo, pero Venom lo sostenía con sus enormes manos en su forma grande, apartada de su propio cuerpo y le colocaba sus ropas de nuevo. - Amor.. Amor, no voy a poder caminar bien así. - Eddie medio susurró, aún digiriendo el cóctel de feromonas que poco a poco se apagaba en su cuerpo, ya que Venom se había saciado en tres rondas, siendo detenido en algún punto por la preocupación de Eddie. Ayudamos, Eddie. Un poco de la masa negra se comenzó a fusionar con el cuerpo de Eddie de nuevo, y se moldeó en unos pantalones negros por sobre los que ya portaba Brock y unas botas, de esa forma Venom maneja darle unos empujones a las piernas de su Eddie. Estiró su mano hacia atrás y atrapó el enorme y aterrador rostro de su symbionte para plantarle un superficial beso de agradecimiento, el cual provocó un ronroneo en la parte posterior de la garganta del enorme cuerpo del goo espacial. - Gracias amor. - Venom pasó su larga lengua por el rostro y el cuello de su Eddie antes de volverse a fundir completamente en los poros del cuerpo humano y mantenerse pegado bajo la primera piel, confundiendo a su castaño quién no se podía percatarse aún de los sonidos fuera de la cocina. - ¿Venom? - Llamó despacio, pero el contrario sólo se quedó quieto y escuchando fuera, los pasos que su Eddie aún no podía oír, estaba a punto de responderle cuando unos golpeteos que se ahogaban en un cristal se dejaron escuchar. - ¿Hola? - Un grito moderado de algún adolescente o niño, en un idioma que no logró entender a la primera, se escuchó desde donde estaba parado ocasionando un click en su cabeza. Se apresuró en abrir ambos hornos y quitar las bandejas de humeantes y jugosas carnes antes de tumbarlas rápidamente en unas fuentes ovaladas, hasta el tope, y cruzar la puerta de la cocina con dos en cada mano. Su mirada no tardó en encontrarse con un par más sorprendidas que le observaban al otro lado de la ventana en la que atendía el sitio. Apresuro sus pasos hasta llegar a la mesada frente a la alargada ventana, y depósito las cuatro fuentes de carne jugosa sobre la piedra elegantemente pulida. Son niños, Eddie. El nombrado sólo le dio la razón en silencio a su symbionte y se concentró en los adolescentes que cargaban unas bandejas vacías para el almuerzo. - Lo lamento, soy nuevo, así que hoy no habrá mucha variante. - Soltó suave con una sonrisa, mientras se frotaba nervioso la nuca, en señal de vergüenza, se sentía un poco torpe al haber preparado tan poca variedad. Los adolescentes de quizás dieciséis años le ofrecieron sonrisas amables pero confusas por un momento, pero no menos amable, mientras observaban el puré en las bandejas debajo de los cristales de exhibición. - Es usted inglés, señor.. - Eddie se sorprendió ligeramente al escucharles hablar inglés a los niños asiáticos. - Eddie Brock, gusto en conocerles. - Igualmente, yo soy Mirio Togata, y mi amigo es Tamaki Amajiki. - Señaló al otro muchacho, quién se encogió un poco de hombros. - siéntase a gusto en UA, puesto que no hay nada que temer. - Y lo vio golpear su pecho con una de sus manos en un puño, tenía brazos musculosos. Tiene mucha fibra, Eddie, comamoslo. Eddie no pudo evitar su sonrisa divertida al escuchar a Venom en su mente, ya que sabía que lo del symbionte era en broma, no le gustaba pensar en comer niños. Jamás. - Hay muchas cosas nuevas dentro de la Academia y no muchos pueden demostrarlas fuera, así que no se asuste. - El niño se mostraba energético y hacia algunas formas en el aire cuando hablaba, Eddie sintió demasiada simpatía por el niño. Agradeciendo a sus adentros por que su primera conversación fuera entendible para las dos partes y no una pelea de balbuceos inentendibles para ambas partes. Sonrió de nuevo y tendió su mano hacia el frente para tomar la bandeja de ambos adolescentes y colocar las variables de los dos tipos de pure y unas cuantas piezas de carne para cada uno, preguntando cuánta sal querían y si querían agregarle algún otro condimento, a lo cual recibió varias preguntas al no haberlo probado antes. Esperaba que no lo hubieran descubierto. _____________ Cap 4: No había estado del todo mal su primer intento en su nuevo trabajo. Nada fuera de lo normal, incluidos los problemas del idioma entre los demás niños y él, era normal que no todos manejan otro idioma a la perfección, pero nada malo en su primer día. Además de ese chico irritante. Sintió a Venom enredarse alrededor de su estómago gruñendo ante el recuerdo. Sí, suspiró, nada malo además de aquel rubio explosivo y de mal carácter que le había gritado varias cosas y le había mostrado en pleno ataque de rabieta una de sus palmas abiertas y lanzando explosiones, Venom había estado apunto de saltar a comerle la cabeza. Pero otros alumnos se interpusieron y lograron que se controlará y se fuera a sentar dejando a Eddie suspirando. Bueno, ¿Qué sería de su vida si algo fuera normal? También el árbol que hablaba. Eddie no pudo evitar reírse al oír a Venom de nuevo, recordaba un niño que pareció venir a disculparse por el rubio chillón, tenía cabello verde y se veía muy amable y nervioso al disculparse y Venom decía que su cabello parecía un árbol. Era muy gracioso. Pero dentro de todo su primer día había ido bien, muy bien de hecho, hasta ese momento al menos. Por qué luego de terminar, guardo las cosas en la cocina, tomó su bolso y a medio camino recordó que tenía que ir a hablar con Nezu, su pecho se estremeció al recordar de golpe que quería hacerle un chequeo médico. No Eddie, médicos NO. Venom gritaba en su cabeza, no ocasionando dolor pero sí miedo, recordando de golpe todo lo que la Fundación Live había estado haciendo, además de los aparatos de hospitales que les hacían daño. Sintió a Venom envolverle el cuello y el pecho junto con el estómago, al no querer ir. Pero Eddie pensó que no usarían esas cosas de hospitales, era un pequeño consuelo que quería creer. No Eddie, ¡Médicos NO! Repitió de nuevo su symbionte asustado, apretando un poco su agarre. Pudo irse a casa a descansar por ese día, pero perdería su trabajo si no iba a lo que le había pedido su nuevo jefe, perderían el único trabajo por el que habían llegado a Japón en primer lugar. No Eddie, ¡No! Venom, cariño, es necesario. Sintió a Venom gruñir en protesta a éso, no estando totalmente de acuerdo, pero Eddie de igual forma se encaminó a ir a la oficina de su jefe, terminando por perderse y recurriendo a preguntar indicaciones un par de veces. - Señor Brock, - Un escalofrío le recorrió la espina dorsal al escuchar al pequeño roedor llamarle apenas abrió la puerta luego de tocar. - Sígame, por favor. #$&%¤%&$# Venom se mantuvo en silencio todo el tiempo, pero podía sentirlo vibrante justo por debajo de su piel, como esperando a la menor provocación para rodear su cuerpo y arrancarles la cabeza a los médicos. Y estaba en todo su derecho de desconfiar, Eddie podía confesar que tampoco estaba muy tranquilo sentado sobre esa camilla en la enfermería de la Academia. Estaba en silencio y el director se había ido para buscar a quién era el 'médico'. Eddie no estaba muy seguro, pero no podía hacer nada al respecto o perderían su único sustento por el momento. Pasaron diez minutos y la puerta se abría de nuevo, dejando por ella entrar a una viejita muy pequeña, que sorprendió a Venom y a él, y por detrás el director. Estaba un poco desconcertado, pero no se quejaba si no habían médicos. - Señor Brock, ella es la doctora Chiyo Shuzenji, conocida como la heroína Recovery Girl. - Presentó el roedor a la bajita señora, a lo que Eddie sólo pudo bajarse de la camilla y arrodillarse en el suelo para estar más a la altura de la mujer adulta. Y aquello pareció agradarle a la señora, porque sonrió y alargó una de sus manos. - Gusto en conocerla, soy Eddie Brock. - Se presentó él mismo extendiendo su propia mano y estrechando con la de la heroína de avanzada edad. - Que bueno conocerlo, señor Brock. - Eddie no pudo evitar sorprenderse por la extraña voz de la mujer, pero fingió ignorancia. - Comenzaremos con el chequeo médico si no le importa. Eddie movió la cabeza positivamente pero dudoso y Nezu pareció notarlo, porque mientras la doctora se alejaba a una mesa, el se acerco un poco a Eddie, mientras éste se sentaba de nuevo en la camilla en la que Nezu lo había dejado antes. - ¿Tiene inquietudes, señor Brock? - Lento y tranquilo preguntó, sin ningún atisbo de burla en su pausada voz. Y Eddie se sorprendió de que lo leyera tan rápido, aunque Anne le había dicho que era muy fácil leerle, a veces. - Si.. - Dijo dudoso, sonando como pregunta más que nada, pensando en si estaba realmente bien que le pregunte cosas que realmente son obvias. - ¿El chequeo es por si algún virus contagioso, verdad? Nezu casi río con su pregunta, pero le respondió tranquilamente y con la pequeña sonrisa en su pequeño y peludo rostro. - Claro, señor Brock. - ¿Entonces el certificado de control de salud? - En su pequeño bolso que había cargado desde la mañana traía los papeles necesarios, que también se le había pedido cuando le llamaron y luego le enviaron al correo electrónico. - Claro, para saber su expediente médico por supuesto. Allí parecían cerrar sus palabras, además de que no sabía qué más preguntar, sus preguntas estúpidas se había reducido a lo más profundo de su mente dejándolo blanco. La viejita se acercó de nuevo, trayendo consigo una mesa llena de cosas de médico que le había visto alguna vez a Dan cuando iba al hospital, no por gusto claro está. Sus manos comenzaron a sudar y su espalda tembló, sintió a Venom queriendo salir en ese instante. Susurró en su mente palabras para tranquilizarla y le hizo retroceder sólo un poco en su piel. - Bien, señor Brock, - La pequeña mujer ahora se encontraba en una silla frente a las rodillas de Eddie y tenía un caleidoscopio en sus manos. - Sólo siga mis indicaciones por favor. Eddie sólo asintió, preso de soltar alguna palabra inadecuada y se dejó hacer en todas la pruebas que gracias a su poca buena suerte no incluían ningún aparato que hiciera algún sonido espantoso. Varias pruebas simples y le extrajeron un poco de sangre del brazo, no le molesto, pero le provocó un poco de miedo el que con aquéllo buscarán descubrir a su symbionte y con ello los delatara, pero guardó silencio para no crear sospechas si aún no habían. Incluso en un punto pidieron que me quitara toda la ropa superior, lo cual me decían que era la última prueba que me harían. No dijeron nada cuando me saque sólo un poleron, ya que no había alcanzado a colocarse una remera esa mañana, sino que observe los ojos asombrados al ver mi cuerpo cuando me quite la prenda. Quizás pensarán que era un vándalo por los tatuajes de mi juventud, pero tampoco dijeron nada, en cambio la viejita llevó rápidamente sus manos a mi cuerpo, tocó mi hombro derecho por lo que la seguí con mis ojos. Diablos. Las marcas de dientes de Venom seguían en todo mi cuerpo, pero no había ni un rastro de sangre allí. Claro, para la pequeña corriente de sangre pero no desaparezcas las marcas. Le reprocho a su symbionte en su mente, pero sólo escuchó una risa interna junto con un ronroneo en su pecho. Se estaba burlando de él. Parásito posesivo. Marca, Eddie nuestro. Eddie se sentía apunto de partirse en una carcajada, pero tenía que pensar en frió, porque no tenía ninguna excusa para dar de explicación a las enormes mordidas que podrían ser de algún animal gigantesco que no lo haya matado. Sentía los dedos pequeños que lentos se desplazaban para tocar los huecos de los dientes en su hombro, pensando quizás en qué carajo le había atacado. Aunque Eddie estuviera en buena forma tal vez una animal así de fiero podría haberlo matado. - No hay hemorragias externas, pero parecen recientes. - la viejita seguía tocando, hasta que se subió a la camilla y giro a la espalda de Eddie para seguir observando. - Por Dios.. Eddie mordió su mejilla interna pensando en cuánto había marcado venom en su espalda, mientras sentía las manos de la viejita allí también. Mucho. Resoplo, podía sentir la diversión de Venom en su mente, no le importaba que le hubiera llamado parásito. - ¿Qué bestia hizo esta atrocidad? - La señora volvió al frente sin apartar su vista de las marcas que rodeaban a Eddie, aún no le veía a los ojos. - Ya debería haber ido a un médico, - La mujer levantó la mirada fruncida hacía arriba, preocupada, Eddie se sintió culpable de provocar esa expresión en alguien, aún se sentía mal por haberlo provocado en Anne en el pasado. - ¿Tiene alguna fractura interna? - No, estoy bien doctora. - Ofreció suave Eddie, mostrando una pequeña sonrisa en disculpa. La vio suspirar y un poco lejos, a Nezu destensarse, no tenía su sonrisa tranquila de antes. - Si no te importa, curare las heridas, es el poder que yo poseo. - Eddie no se sorprendió, pero le pareció sorprendente y fascinante que una persona así pudiera existir. Eddie asintió tranquilamente, mientras sentía subir la calentura de rabia de Venom por su mente y un gruñido en su pecho. Vio a la viejita alargar los labios, lo cual le sorprendió y asustó en partes iguales, pero antes de que le diera un beso en la frente, gracias a Dios se dio cuenta que hacia allí iba, la puerta de la enfermería se abrió de un portazo. Por lo tanto toda acción en la habitación se detuvo en seco. Eddie no sintió vergüenza, pero sintió el odio de Venom hacia quienes ahora estaba mirando fijamente el cuerpo musculoso de Eddie y repleto de tatuajes y mordidas. Qué incómodo. Eddie apartó un poco la vista, porque había reconocido unos cuantos rostros en medio de todos los niños, incluyendo al niño de cabello de árbol. Venom volvió a gruñir, a punto de salir de su piel para cubrir su pecho con su masa negra. - El joven Midoriya está herido. - Si, la viejita se apartó enfadada, señalando la camilla frente a Eddie, para que recostara a ese niño que tenía su brazo derecho hecho una masa destrozada y estaba inconsciente, desde el punto de vista de Eddie. La viejita se bajó de la camilla de Eddie y movió la silla frente al otro niño, antes de subirse de nuevo y pararse junto al inconsciente. Tiene los huesos del brazo rotos. ¿Quién le haría algo así? Eddie frunció su ceño y ahora observo al hombre que había traído cargado al niño, notando que era enorme, gigantesco y mostraba los dientes en una mueca. Eddie sintió sus propios dientes en una mueca, ¿Ése lo hizo? Venom gruño como un depredador desde su pecho, sintiendo odio hacia quién hubiera lastimado al niño. - Volvió a romper su brazo. - Escuchó sorprendido, al enorme hombre pronunciar aquello hacia la ancianita. ¿El niño se rompió el brazo sólo? ¿Qué clase de diabólica Academia es ésta entonces? Nezu le llamó la atención a Eddie. - Señor Brock. - Temblando de rabia, por el mal trato de los adultos hacia los niños, habiendo experimentado él mismo de pequeño algo así, volteó a ver al animal que estaba en el suelo y le veía de forma seria. - Esto suele ser parte del camino de los niños para controlar sus poderes. Eddie sintió que su rabia burbujeante bajaba un poco, volviendo su vista hacia la ancianita que justo le atrapó alejándose tras haberle besado la frente al niño de verde y viendo como poco a poco el brazo morado del niño se comenzaba a volver de un color normal y lentamente a acomodar en una dirección correcta. Eddie sintió como si el roedor le hubiera dado consuelo. Los niños de la habitación recibieron un pedido de dejar al muchacho descansar para que se fueran, no tardaron demasiado. Sólo quedaron la ancianita, el director, el tipo enorme, el niño dormido en la camilla y Eddie con Venom en su interior. Vio a la viejita acercar de nuevo la silla hacía sus piernas, se subió a ella y le tendió un beso a Eddie en la frente, pronto observo como las mordidas de Eddie se cerraban en segundos. - Terminamos señor Brock, cualquier anomalía en su salud le avisaremos, nos vemos mañana. - Nezu se encaminó sin más hacia la puerta, con los brazos en la espalda. Eddie sólo asintió y se fue poco después de haberse colocado de nuevo su chamarra. #$&%¤€¤%&$# Luego al estar de nuevo en el algo vacío, sucio y viejo departamento en que se estaba hospedando, dejó sus llaves, su billetera y su bolso a un lado de la cocina y fue a tirarse sobre su cama de cara, se sentía agotado y aún más cuando Venom dejó de formar esos pantalones negros para que caminara bien. Hambre, Eddie. Si, si, amor. Eddie volvió a intentar colocarse de pie, observando su ventana de la cocina, notando la oscuridad que se aproximaba. Deberían salir a cazar. _________ Cap 5: Cuando no tardan nada en escabullirse sin siquiera hablar sobre el pequeño y fugaz pensamiento que pasó por su mente, tendría que haber presentado que algo iba mal. Pero no, salió como lo hacía normalmente en su ciudad y se olvidó de todo. Se olvidó de su bonito trabajo nuevo, se olvidó que dejó su hogar, se olvidó que el mundo tiene más super héroes que los Vengadores, y se olvidó que la asociación life aún puede estarlo buscando para matarlo. Sí, dejó todo atrás y simplemente disfruto de su momento a solas con su gigantesco compañero. Sí, todo saldría bien. Todo estaría bien. _&_%_&_%_&_%_&_
Wirt se había convertido en la bestia. Si bien no lograba encajar las cosas del todo bien en su mente, sabía que él ahora era la bestia. Lleva la lámpara consigo desde que sucedió, aún si tomó el alma de Greg y la metió dentro de la linterna para no dejarlo sólo, se sintió solo. Aún vagando por el bosque, entre las tinieblas, suele disculparse a la luz que derrama la brillante alma de su hermano desde la linterna. Quizás su piel no se volvió madera como lo era la de la bestia, pero no pudo evitar preguntarse en que momento, del tiempo incontable, los cuernos de ramas se abrieron paso a través de su cabello. Pero tampoco llegó a importarle lo suficiente, ser la nueva bestia del bosque estaba influenciando en sus emisiones, ya no se sentía asustado. No tenía las agallas para matar a nadie aún si era a cuestas de que la linterna se apagará, y por ello pronto fue que se dio cuenta de que no necesitaba realmente la madera de esos árboles insanos para mantener la linterna encendida. La oscuridad lo camuflaba muy bien, pero cuando se asomaba a los limites del bosque y observaba a los seres mas normales fuera del bosque, ellos solian devolverle la mirada, aun no podia entender que sentimiento era ese. Greg solía materializarse como un pequeño niño, aún más pequeño que cuando terminaron en ese inmundo bosque, y solía reír y correr hacia algún sitio tomandolo de las manos monstruosas de madera que se formaron en algún momento, su mente demasiado concentrada en los niños a los que Greg lo guiaba como para notar su propio cambio. Esa luz de visión de Greg lo guiaba a las almas de los niños que se perdían en el bosque, para que las guiará de nuevo a la vida. Pero a pesar de esa mínima felicidad que protegía por verlo, sabía que no estaba vivo, sino que estaba en la lámpara. Beatriz apareció en algún momento después de todo eso, el tiempo aún era un misterio para su existencia. Ella al principio no entendía que había sucedido, incluso había huido de él, pero él lo entendió y simplemente continuo con su caminata sin sentido. Pero luego ella comenzó a acercarse hasta finalmente hablar con él, pero su propia vos se había vuelto extraña y rasposa, le costaba hablar despues de todo. Pero no le importó. Ella comenzó a acompañar su dolor en silencio y con pequeñas charlas hacerca de su familia, llegó a invitarlo a conocerlos incluso, pero ella ya sabía la respuesta a pesar de todo. Fue bueno tener compañía, pero no duró mucho. Los seres humanos no duraban mucho después de todo. Beatriz dejó de llegar con el tiempo, y el tiempo comenzó a ser extraño de nuevo. Quizás no dormía, pero los terrores nocturnos no lo abandonaban. Los recuerdos de Greg compartiendo algo con él, y el tratandolo con lejanía quemaban su mente y su corazón. La pequeña figura de Greg que lo acompañaba se acurrucaba debajo de su capa cuando se escondía debajo del hueco de algún árbol por las lluvias repentinas. Si cruzó una extraña estatua triangular en la hierba mo logró tomarla demasiado en cuanta, el tiempo era extraño y algunas veces la veía semi enterrada en la hierba. Era agradable y no quería perderlo de vista, pero repentinamente y con un parpadeo la figura dejó de aparecer. GREG DEJÓ DE APARECER. El hueco en su pecho dolia mas que nunca, pero a pesar de todo se lo merecía, Greg estaba en la linterna, el no estaba realmente allí con él. Él estaba solo. Si volteó algún día para desviarse y volver por un camino, no lo pensó demasiado. Las risas y voces de niños lo atraían como una polilla a la luz, ya era inevitable. Pero ver desde las sombras dos niños y uno con una pequeña roca en la mano, no le pudo evitar recordar cosas añoradas desde hace mucho tiempo. - Greg... Yo soy la bestia. _______________ * Stanford quizás había comenzado a conspirar de la exiatencia de una especia de guardián del bosque, escribió de ello en el libro tres. Dipper quiere investigar al respecto. * Wirt está muy perdido y dolido, el tiempo y los recuerdos son borrosos en su mente, quizás confunda a Dipper o Mabel con Greg momentáneamente. * Wirt preguntará y hablará como si fuera con Greg, llevando a los gemelos a quedar completammete confundidos muy rapido y repetodas veces. * Los ojos de Wirt intimidan a Dipper pero Wirt realmente lo siente, no es a propósito que tenga la mirada de la bestia, no esta contento con ello. * Las manos de madera intriga tanto a los gemelos que terminan esperando a Stan y Ford para preguntarles al respecto, Wirt quizá termine en una charla de psicólogo con Ford o alguien, necesita aclarar su mente. * Mabel fue la primera en no correr y está entusiasmada por recordar que Dipper había dicho algo de un guardián del bosque en el diario tres que por alguna razón está en sus manos, dice que lo va a encontrar allí.
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